La humanidad está a solo 100 segundos del apocalipsis, del fin del mundo. Poco más de minuto y medio. Tic, tac. Lo dice el Boletín de Científicos Atómicos, grupo de expertos con trece premios Nobel en sus filas que cada año, desde hace 73, hace público este juguetón -je- Doomsday Clock. Nunca antes este siniestro reloj se había acercado tanto al fin último y verdadero. Y eso que desde 2018 sus manecillas igualaban su récord a solo dos minutos del final, igual que en 1953, en plena carrera armamentística nuclear entre EEUU y la URSS. Los expertos han tenido en cuenta dos grandes amenazas existenciales para argumentar este sombrío presagio: la guerra nuclear -conflictos en torno a programas nucleares como los de Irán y Corea del Norte que, advierten, no solo no se resuelven sino que se agravan y con las dos superpotencias en la materia, EEUU y Rusia, de espaldas- y la emergencia climática, ante la que apenas se han tomado medidas suficientes. Añaden además un factor agravante, la “guerra de información cibernética”. Y todo ello, advierten, en un contexto geopolítico en el que las estructuras que bien que mal servían para gestionar conflictos y problemas han sido erosionadas con la permisividad, cuando no colaboración, de los líderes mundiales. 100 segundos. Quizá no dé tiempo a leer estas líneas.
