Como todos los años, el 17 de enero llega San Antón, patrón de los animales. Para celebrar la fecha, Gasteiz prepara una tarde lleno de actos, entre los que destacan la comparsa de gigantes y cabezudos, entre otros. Al mismo tiempo, la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol organiza la tradicional bendición de mascotas y animales de toda la ciudad.

Los eventos de San Antón para esta tarde arrancarán a las 17.00 horas con un acto de bienvenida a todos los presentes. Un cuarto de hora más tarde, tendrá lugar una reunión en la plaza de delante de la parroquia, ubicada en el centro de la ciudad.

A las 17.20 horas aproximadamente, la Corporación Municipal, liderada por la alcaldesa Maider Etxebarria, hará acto de presencia. A continuación, se procederá a la bendición de mascotas y animales. Después, a las 17.30 horas será el turno del rezo de vísperas de San Antón, momento en que los animales serán bendecidos.

Los perros no podrán quedarse solos por más de 24 horas

Sin embargo, este año, con al reciente entrada en vigor de la Ley de Bienestar Animal, la programación sufrirá algunos cambios. Por lo tanto, este 2024 no habrá cerdo en la rifa de San Antón, según informa el Ayuntamiento de la capital alavesa.

De acuerdo con la nueva normativa, los perros no podrán quedarse solos por más de 24 horas. Del mismo modo, las tiendas de mascotas dejarán de venderlos y solo podrán ser adquiridos desde criadores autorizados. Además, no podrán utilizarse animales domésticos en espectáculos públicos, ni podrán ser maltratados.

Sea como sea, esta tradición tiene un componente simbólico: el respeto y el amor hacia los animales y mascotas. Y es que, con la sensibilización y conciencia que hay en nuestra sociedad, los delitos contra los animales están cada vez más castigados.

Breve historia de San Antón

La fiesta en honor a San Antón se celebra cada 17 de enero en la parroquia de San Pedro. En esta fecha, existe una tradición muy arraigada, en la que los sacerdotes bendicen los animales domésticos y de granja, y a las mascotas.

San Antón es el gran patrón de todos ellos. Siguiendo algunos relatos, una jabalina y sus jabatos se acercaron a él en una actitud de súplica, pues estaban ciegos. El santo curó a los animales y esta, en señal de agradecimiento, le protegió de cualquier bestia que se le acercara.

Otra historia cuenta que en una ocasión San Antonio fue a visitar a Pablo el ermitaño. Allí, un cuervo que, según la tradición alimentaba a este dándole una hogaza de pan, recibió a Antonio con dos hogazas.