De nuevo hay tormenta en el paraíso extremodiestro. Siguiendo el guion visto tantas veces, (Monasterio, Olona, Ortega-Smith...), uno de los hasta el día anterior más aparentemente entregados a la causa ha salido de malos modos de la secta abascálida. En esta ocasión, ha sido Juan García-Gallardo, ya excaudillo de Vox en Castilla y León, el que ha dado el portazo.
#HastaPronto
Contra la oligarquía de Vox
El que como exvicepresidente del gobierno castellano-leonés fue responsable de algunas de las medidas más retrógradas que se han tomado en la comunidad elegía X para anunciar ruidosamente su dimisión. “¡Gracias y hasta pronto!”, escribía en el encabezado del mensaje, compuesto por folio y tres cuartos rezumantes de bilis. Sin paños calientes, dejaba claro que su marcha obedece a “discrepancias con la dirección nacional”. Con el mentón enhiesto, añadía que “el intento por acabar con las oligarquías dentro de los partidos es una quimera; una acción estéril que sólo conduce a la melancolía”. Tirando de la épica de pacotilla que lo ha caracterizado, como cuando abandonó el gobierno, se adornaba con la cita rancia de los barcos y el honor.
#GranSemana
“No son formas”
A falta de una palabra del líder, el marrón de valorar la espantada le tocó al portavoz nacional, José Antonio Fúster. Con lo contento que estaba porque creía que “empezaba una gran semana”, al tipo se le agrió el gesto y afirmó: “Su marcha y la forma de marcharse pone contentos a los que quieren dañar a Vox”.
#OposiciónDeTumbona
Feijóo pesca en río revuelto
Casi al tiempo, desde la zona presuntamente tibia de la derecha, Alberto Núñez Feijóo aprovechaba el río revuelto y se descolgaba calificando a Vox como “oposición de tumbona y dedito en alto”. A ver si lo mantiene cuando necesite sus votos para dormir en La Moncloa. Los ágiles enredadores sociales ultras corrieron a devolvérsela con un meme que mostraba una fotografía de Feijóo con una tumbona y otra en la que aparece levantando “el dedito”.
#MeQuiereMatar
Ayuso y Ana Rosa, ¡qué pareja!
A todo esto, la cada vez mejor imitadora de Trump Isabel Díaz Ayuso le regalaba dos titulares marca de la casa a Ana Rosa Quintana en su vuelta a las mañanas televisivas. Primero, aseguró que habían desaparecido de su móvil la mayoría de los guasaps que se intercambió con Pedro Sánchez durante la pandemia. Quizá no sabe que quien envía los mensajes puede borrarlos cuando le apetezca. Eso fue una menudencia al lado de la grave acusación que lanzó contra Sánchez. El periodista Antonio Maestre fue uno de los primeros en cazar al vuelo las palabras de la emperatriz de Sol. “Ayuso acaba de decir que Pedro Sánchez ha dicho que la quiere matar”, apuntaba el cronista y opinador. “Quería decir políticamente”, aclaró el equipo de la doña. Ya.