Sé que últimamente está muy preocupado por la brecha digital de las personas mayores…

—Si, pero es un error pensar que solo afecta a las personas más mayores. Los jóvenes son meros consumidores de la tecnología, simples usuarios de lo que les interesa, pero desconocen la mayoría de las posibilidades que tiene.

¿Cuál es el remedio para cerrar esa brecha?

—Quitar el miedo, informarse. La tecnología no es mala, es calidad de vida. ¿Sabes la de personas mayores a las que he formado para que pudieran usar Maps y lo que les ha supuesto en la manera de salir de excursión o ir al monte? Cuando le ves la utilidad real es cuando luchas por aprovecharte de la tecnología.

En realidad, no es la única brecha. También los ingresos o el lugar de residencia la ahondan…

—Ahí la tecnología no puede hacer nada. Eso va a depender de los gobiernos que entiendan que el acceso global supone una mejora en la calidad de vida. No veo ingenieros gobernando ningún país, igual no supondría ningún cambio, pero me gustaría ver como actuarían aplicando la tecnología en un gobierno.

¿Es cierto que las grandes corporaciones tienen todos mis datos y comercian con ellos?

—Cuando instalaste Twitter por primera vez, leíste y aceptaste las condiciones de uso. Según veo en todos los apartados sobre información personal, se indica claramente qué datos tienen sobre nosotros y qué van a hacer con ellos.

Y para meternos un poco más de susto, la Inteligencia Artificial (IA). ¿Hay motivos para tener tanto miedo?

—La primera vez que empecé a trabajar en un proyecto de IA estábamos en 1984. Da la impresión de que no teníamos nada hasta que hemos oído hablar de ChatGPT. Tienes que imaginar cómo se sentía la gente la primera vez que vieron una locomotora de vapor o un automóvil ir al doble de velocidad que un caballo. Creo que lo que nos falta es información y formación. Volvemos al inicio de esta entrevista: el desconocimiento nos hace pensar que las películas de Hollywood son situaciones reales. La IA es mejorar la calidad de vida y poco a poco lo iremos entendiendo mejor.

¿Se está haciendo algo en serio para que sus efectos no sean perniciosos como nos anuncian?

—Cuando no existía Internet, enviar una carta hasta Estados Unidos y recibir la respuesta eran más de 30 días. Con un email tenemos la solución en minutos. Este avance lo entendemos y lo vemos positivo. La Inteligencia Artificial traerá cambios que para algunos serán positivos y que otros los verán como algo malo y pernicioso, nunca podremos contentar a todos.

¿Cuál cree que ha sido, es o será el avance tecnológico más decisivo de este primer cuarto de siglo?

—Todo apunta a que la computación cuántica, un nuevo concepto de ordenador que no tiene nada que ver con los actuales. Va a revolucionar los tres pilares de la actual tecnología: robótica, inteligencia artificial y ciencia de datos. Lo malo es que nos siguen faltando vocaciones tecnológicas, personas que quieran estudiar e investigar en estas áreas y se está produciendo un retraso en este avance. Ahora mismo, en todas estas tecnologías hay una demanda de empleo tan grande que no se cubre ni siquiera la mitad de los puestos de trabajo. l