strafalario alcalde de Ourense: No puedo decir que me extrañe que haya añadido una indignidad más a las que lleva coleccionadas desde que consiguió la vara de mando gracias al apoyo del PP. Esta última es, con todo, de las gordas, y perpetrada, además, a la vista de todo el mundo. Nada menos que una agresión a una sindicalista de Comisiones Obreras que protestaba a las puertas del ayuntamiento. Está grabado y, pese a ello, en lugar de disculparse, ha tenido el cuajo de invertir la carga de la prueba. Después de calificar el hecho como “contingencia con una sindicalista liberada”, proclama que actuó en defensa propia al ser objeto una agresión acústica “ante la amenaza potencial de pérdida auditiva permanente”. Vergüenza para quien lo mantiene. l