esvergonzada todavía delegada del Gobierno español en Ceuta: ¿Cómo se le ocurre haber dicho en voz alta que lamenta el cierre de la frontera con Marruecos porque “las amas de casa estamos deseando que venga la muchacha”? Supongo que es una muestra de desparpajo, nulidad para el desempeño de cargo público, permisividad de sus superiores jerárquicos y costumbre de soltar lo primero que se le venga a la lengua sin miedo a las consecuencias. Y por si alguien cree que se trata de unas palabras sacadas de contexto, copio y pego el añadido: “Te lo digo empezando por mí, que estar trabajando aquí por la mañana y estar de limpieza por la tarde, la verdad es que cuesta”. Lo que cuesta es pensar que siga en el puesto.