oroso patriota de pacotilla: Mire que en el Congreso de los Diputados se han sentado jetas, vividores y sablistas de toda condición, pero no creo que a ninguno hayan tenido que embargarle judicialmente el sueldo para pagar un pufo pendiente. Considérese, pues, un pionero. Los más de 8.000 euracos mensuales de su nómina han quedado intervenidos para satisfacer el cañón que le dejó a la empresa que le reformó su casa. Le dejó a deber, pedazo de carota, 63.000 pavos, que no es precisamente una cantidad que esté al alcance de cualquiera de los curritos a los que usted y su partido granjean el voto a base de demagogias de a duro emborrachadas en exabruptos. Impagable (nunca mejor dicho) retrato de sus principios.