uerido Pablo: No podía usar otro encabezado que el título del disco mítico en que cantaba y le cantaban; cuánto lo disfruté. Le escribo, como imaginará, por su digna toma de postura a favor de sus miles de compatriotas que salieron a protestar y fueron objeto de la brutal represión del régimen que un día usted apoyó. Es verdad, como escribe, que ya en 1992 dejó escrito que el sistema cubano —esas fueron sus palabras— había fracasado. Lo repite ahora, a sus 78 años, descolocando a los fanáticos que han corrido a calificarlo de traidor burgués, lo mismo que a Silvio Rodriguez, que aunque con menos claridad, también ha pedido que no se criminalice a quienes reclaman pan y libertad al grito de “¡Patria y vida!”. Gracias por su valentía.
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