“PSOE=Eh Bildu” - Aunque el ultramonte mediático ha aparentado grave indignación por la aparición de varios condenados por terrorismo en la listas de EH Bildu, se veía a la legua que los amanuenses disfrutaban, sobre todo, porque podían atizar al culpable. “ETA está en las instituciones gracias a Sánchez”, titulaba El Debate un editorial que planteaba esta bárbara regla de tres: “Votar a este PSOE equivale a reforzar a Bildu. Y con ello a los responsables de casi mil muertes y decenas de miles de heridos, exiliados y extorsionados que hoy ven cómo sus agresores campan a sus anchas por el País Vasco y tienen una copia de la cerradura de la Moncloa”.

“Socios Etarras de Sánchez” - El director de La Razón, Francisco Marhuenda, no perdía la oportunidad de hincar el diente al asunto con una pieza titulada Los socios etarras de Sánchez. Con semejante encabezado, no es difícil adivinar por dónde va la letra menuda: “España es una gran democracia, que Otegi y sus amigos intentaron destruir, por lo que gozan de sus derechos constitucionales y no se puede impedir estas candidaturas, pero son un insulto a las víctimas y al conjunto de la sociedad. Lo grave es que los socialistas acepten unos socios tan repugnantes y les ofrezcan un trato preferente en su sistema de alianzas”.

“Antes con ETA que con el PP”- En ABC, el editorialista suministraba otra dosis de doctrina: “El Partido Socialista ha demostrado que prefiere pactar con los herederos de ETA antes que con un centro político o con una derecha moderada”.

Biden y ETA - El editorialista de El Mundo se adornaba en una curiosa mezcla de velocidad y tocino: “La foto que el presidente arrancará a Joe Biden no puede disimular el hecho de Bildu, al que Sánchez ha situado en la dirección del Estado, haya colocado en sus listas a 44 condenados por terrorismo que no han repudiado su actividad criminal”.

“Al lado del asesino” - En Vozpópuli, Miquel Giménez ampliaba el espectro de la maldad a toda la izquierda: “Solo sé que esta falsa izquierda caviar siempre se pone al lado del asesino, del criminal, del delincuente, del depredador sexual -mil violadores andan sueltos gracias a la ley del solo sí es sí-, pero, en cambio, nunca están de parte del trabajador”.