sta semana nos reciben en su casa de Pamplona Mai Díez y Luismi Rodríguez. Mai nos envió el autodefinido del concurso y la suerte ha llamado a su puerta. Toda la vida ha trabajado como administrativa hasta que hace un añito se jubiló y asegura estar “de maravilla”. Esta donostiarra de 62 años tiene dos hijos: Itsaso, de 29 años, y Unai, de 26. Comenzó a salir con Luismi, su actual pareja, hace ocho años, y por amor ha dejado su Donosti querido por Pamplona, el lugar de residencia y de origen de Luismi, aunque todos los fines de semana regresa para ver a la familia. Pero eso no quita para que siga siendo realzale a muerte. “Primero de la Real, por supuesto, y luego, del Osasuna”, advierte.
Por su parte, Luismi, de 67 años, fontanero en sus inicios y más tarde obrero en una fábrica de bombas de dirección para vehículos, también está “en la mejor empresa del mundo, la de los jubilados”, subraya. Les acompaña la hija de Luismi, Beatriz, de 35 años. Estudió fotografía y ahora mismo se encuentra en desempleo, aunque suele trabajar de camarera. Está independizada y vive en la casita de su abuela, en Obanos,donde tiene su huerta y sus gallinas. “Ponen unos huevos riquísimos”, asegura. Acaba de regresar de Nepal, en febrero, donde estuvo con su prima Silvia. Juntas vivieron “una experiencia maravillosa”. Llegaron a subir hasta el campo base del Everest, a 5.345 metros de altura.
Bueno, ¿y el 8.000 para cuándo?
-Beatriz: ¡Noooo! (Risas). Todavía no estoy preparada. Me gusta mucho el monte y andar, pero ostras, eso son palabras mayores...
-Mai: Si se preparó un mes antes... Yo pensé que no iba a llegar.
¿Y la aclimatación fue dura?
-Bea: Pues no nos afectó en absoluto. Un poco de dolorcico de cabeza un día, en lo más alto, pero qué va, súper bien. Y la verdad es que tenía mucho miedo de eso, de que me afectara el mal de altura.
-Mai: Silvia está más acostumbrada.
-Bea: Sí. Mi prima trabaja como guarda forestal en Huesca, en Monteperdido, entonces está muy acostumbrada al monte.
(Si quieres prevenir el mal de altura cuando subas a gran altitud sigue las recomendaciones que te damos en la página 16)
¿Y cómo fue esa preparación previa un mes antes?
-Bea: Nada, estuve por aquí por Navarra subiendo montes.
¿Con eso suficiente?
-Bea: Sí. Más que prepararte son más las ganas las que tienes que tener para hacer un viaje así.
-Mai: Sí, ya... pero lo de subir...
-Luismi: Yo me llevé disgusto cuando dijo que se iba, ¿eh?
-Mai: Me decía a mí que era peligroso, pero si con su edad no lo hacía pues no lo iba a hacer nunca... Ya es mayorcita para tomar decisiones.
Luismi, ¿tenías miedo a lo desconocido, verdad?
-Luismi: Claro.
-Bea: Es que no te vas aquí a Tenerife, sino que te vas a muchos kilómetros de distancia.
-Luismi: Y aparte yo tengo un conocido que falleció allá. Le cayó un alud de piedras, hace unos cinco años, y adiós. Y claro, recuerdas cosas...
-Bea: Le dio mucho disgusto cuando le dije que me iba.
-Luismi: Es que te viene a la cabeza lo peor.
-Mai: Yo con mis hijos soy igual. Cuando Itsaso o Unai se van de vacaciones hasta que no llegan y me dicen que han llegado bien me agobio. Me da miedo que les pueda pasar cualquier cosa...
-Bea: Ya, pero nos puede pasar aquí también.
-Mai: Sí, ya lo sé... Tenemos familia aventurera. Tengo una sobrina, Lide Olivenza, que ha ido este año al Conquis. En el equipo verde estuvo y ya la echaron, pero es la que mejor preparada estaba, física y mentalmente.
-Bea: ¡Eso lo dice su tía, claro! (Risas)
Y hablando de ti, Mai... Has sido la ganadora de nuestro concurso. ¡Enhorabuena! Te hacemos entrega de tu tablet de regalo.
-Mai: ¡Ay qué bien! Me gustan mucho los concursos y lo de hacer los pasatiempos todas las semanas me encanta. Cuando vamos de viaje me llevo un montón para hacer. Ahí tengo unos cuantos debajo de la tele (señala).
¿Y haces sólo el del concurso o todos?
-Mai: Hago todos. Sobre todo me gusta uno que hay al final que se llama codificado, que consiste en poner unas letras y obtener una frase.
¿Te ayuda Luismi a hacerlos?
-Luismi: No, yo no hago ni ‘Los siete errores’ (risas).
-Mai: El del concurso al final acabo buscando en Google las preguntas difíciles porque ostras...
-Luismi: ¡Eso es trampa!
-Mai: Ya, pero es que si no no lo acabo.
Así que eres aficionada a los concursos...
-Mai: Así es. Recuerdo que con 23 años me presenté a ‘El precio justo’.
-Todos: (Risas)
-Mai: ¡Pero no os riáis, hombre! Pasé el casting en Donosti y me llevaron a Madrid al programa, aunque al final no salí. Yo que quería una autocaravana... Eso sí, conocí a Joaquín Prat y estuve sentada al lado del de la voz (Primitivo Rojas).
¿Y es la primera vez que resultas ganadora?
-Mai: Pues envié con mi cuñado un montón de cartas al ‘Un, dos, tres’ y nada. Gané una vez un concurso de radio en Donosti. Llamé para responder a la pregunta que hacían: ‘¿Cuántas campanas tiene la iglesia de San Vicente?’ No sé si eran cinco. No tenía ni idea, pero acerté y gané unos bonos para consumir en los comercios de Alde Zaharra y comer en el Beti Jai. Recuerdo que fui con mi hermana mayor. Menuda vergüenza nos dio...
-Bea: Vergüenza la que estoy pasando yo ahora... (risas)
-Mai: Es que no quería salir en la revista pero la he convencido (sonríe).
Bueno, pues estate tranquila, Bea, que las preguntas son muy fáciles. ¿Cuáles son vuestros hobbies?
-Bea: A mí me gusta la fotografía, aunque ahora mismo no la practico, y el monte.
¿Y tus aficiones, Luismi?
-Luismi: Yo ninguna (risas).
Pero seguro que no te aburres, ¿a que no?
-Luismi: No. A mí me gusta estar con mis amigos, tomar unos potes y disfrutar.
-Bea: Y vivir, que después de tantos años de trabajo...
-Mai: Sí porque ha trabajado mucho, pero un poquito de ejercicio ya debería hacer, ¿eh?
-Luismi: ¡Pues ya me voy a andar todos los días!
-Mai: Luismi, esa ‘kupela’...
-Bea: (Risas)
-Mai: Cuando te conocí, hace cuarenta años, tenías menos tripa, cariño.
-Bea: Sí. Estaba muy flaco.
-Luismi: No vayas a por fotos anda.... (risas)
(Mai salta como un resorte en busca de una prueba gráfica)
-Mai: A ver, Luismi, aquí no tenías tripa y ésta es de 2012. La felicidad engorda, claro, le cuido y no puede ser... (risas)
¿Os gusta hacer deporte?
-Bea: A pádel juego una vez al mes con mis amigas por estar un rato juntas.
-Mai: Yo voy todos los días a nadar, aquí al Civivox, que está al lado, y me encanta.
-Luismi: Y a yoga.
-Mai: Sí, pero prefiero nadar y andar. A nadar aprendí ya de mayor. A mi hija Itsaso, de pequeña, la llevábamos a nadar a Bidebieta, en Donosti, y era una artista. Nadaba a mariposa de maravilla. Luego al chaval, Unai, también le metimos y yo, en vez de estar en la cafetería viéndole, dije pues voy a nadar yo también. Sabía nadar, pero no metía la cabeza bajo el agua, ni en La Concha ni nada.
(Cómo mejorar tu técnica de nado en el mar o en la piscina, en la página 12)
¿Te metes en La Concha? ¿Aunque esté fría el agua?
-Mai: A mí no me importa que esté fría. Es que yo me meto aunque esté helada, a mí me da igual. Solemos ir a Torredembarra de vacaciones, en Tarragona, y allí el agua está como el pis, pero ¡Luismi ni se baña! (risas)
-Bea: Risas.
-Luismi: Si no me meto yo es porque está fría.
-Bea: Pero si el Mediterráneo está calentito...
-Luismi: No.
-Mai: Se mete, pero muy de vez en cuando, y cuando se mete le saco fotos porque eso sí que no es normal (risas)
-Bea: ¡Eso sí que es un recuerdo! ¡Mi padre en el agua! (Risas)
Luismi es de secano entonces...
-Mai: Sí, de secano, secano... ¡Mecagüen la mar!
Pero al menos un paseíto por la orilla, ¿no?
-Luismi: Sí, andar sí, pero nada más (risas).
¿Seguís alguna dieta o estilo de vida especial?
-Luismi: A mí me gusta levantarme tarde.
-Bea: Yo en cambio me levanto todos los días a las seis de la mañana y me voy a correr un par de horas (risas).
-Mai: No le hagáis ni caso que es mentira...
-Todos: (Risas)
-Mai: Tú has estado delgada siempre maja.
-Bea: Deporte no hago nada. El pádel una vez al mes, monte y algo de escalada, pero ya está.
-Mai: Yo he hecho deporte siempre. De pequeña en el cole de monjas hacía baloncesto. A pesar de mi estatura era base y era muy buena. Y luego andar y nadar.
Y con la comida, ¿os gusta cuidaros?
-Mai: No, nada. Comemos de todo. Eso sí, en cuanto tengo alguna duda miro las de Karlos Arguiñano. Es una gozada cómo lo explica. Y su hijo Joseba también.
(Conoce el legado de Karlos Arguiñano a través de su hijo Joseba y descubre su primer libro de recetas, en la página 14)
¿Y quién es el que mejor cocina en casa?
-Luismi: ¡Yo!
-Mai: ¡Oi, oi!
-Luismi: No sé ni coger una sartén...
-Bea: (Risas)
-Mai: Jo Luismi, teníamos que decir que hacemos todo a medias...
-Luismi: Hombre... una tortilla de txistorra o gulas sí hago.
-Mai: Antes de la pandemia empezamos a ir todos los martes con la cuadrilla a la Sociedad, en la Plaza del Castillo. Cada vez le tocaba a uno hacer su especialidad. Yo hice unas albóndigas, que me salen muy ricas, y cuando le tocó a Luismi, pues hizo un revuelto de gulas (risas).
-Luismi: Oye, pues se las comieron todas... Hicimos un cuadernillo con las recetas que hicimos y también aparece la mía.
(Descubre todos los pasos de sus recetas favoritas en la página 15)
-Bea: La verdad es que tienen una cuadrilla muy buena, de toda la vida.
O sea que juntarse con la cuadrilla en la Sociedad es un plan que no puede faltar...
-Luismi: Sí, pero ya con la pandemia nada.
¿Algo que os gustaría aprender o que tengáis pendiente hacer?
-Mai: Yo estoy estudiando euskera. ‘Datorren urtean’ espero sacarme el B1 y me gustaría aprender a tocar bien la guitarra, pero no tengo tiempo. En el cole y en Navidades, con el aitá, tocaba rancheras. Como los demás no sabían música no importaba que tocara mal (risas).
¿Y cantar? ¿Cantas bien?
-Luismi: No, eso no (risas).
-Mai: ¿Cómo que no?
-Bea: No, Mai no canta bien (risas).
-Mai: A ver, perdona, antes cantaba bien...
-Bea y Luismi: ¡Antes! ¡Antes! (Risas)
-Mai: A ver, antes cantaba bien, ahora ya no llego... con mis sobrinos canto todas las navidades...
¿Villancicos?
-Mai: No, rancheras.
¿Rancheras en Navidad?
-Mai: Alguno villancico ya sé tocar, pero yo soy de fiestas de los pueblos. De Grocin, Eulate, Cuando vi el reportaje de Los Guaranys aquí, en la revista, que entrevistasteis a uno de sus integrantes, Joseba Arbeloa, me hizo una ilusión...Porque yo iba a las fiestas de Eulate con unas amigas y recuerdo haber ido a sus conciertos.
¿Qué música os gusta?
-Luismi: A mí todo.
-Bea: ¿El reguetón también te gusta?
-Luismi: También.
-Mai: Las jotas te gustan.
-Luismi: No. Puedo oír dos, pero la tercera ya...
-Mai: Pero si estuvimos en Reus viendo cómo cantaban jotas... Con la de sanfermines se emociona todos los años. A mí me encantan las jotas, pero lo curioso es que en la cuadrilla a nadie le gustan.
(Las jotas, todo un arte en Navarra. Repasamos su historia en la pág. 9)
Luismi, te van a quitar el carnet de navarrico entonces...
-Luismi: No, no me lo pueden quitar (risas).
De Sanfermines habrá ganas ya después de dos años de parón por la pandemia, ¿no?
-Mai: Sin sanfermines ha sido triste.
-Luismi: Este año a tope.
(Prepárate para los ‘sanfermines’ este año. Ve a las páginas 10 y 11)
-Mai: Pero tampoco estamos todos los días.
-Bea: Solemos quedarnos el 6 y el 7, pero luego nos vamos a Torredembarra.
-Luismi: Es que los mejores días son esos.
-Mai: ¿Cómo caen este año?
-Bea: Este año decían que iban a ampliar...
-Mai: ¿Cómo van a ampliar?
-Luismi: Pues a mí no me importaría...
-Mai: Luismi, pues si luego eres el primero que estás tres días y te quieres ir...
-Luismi: ¿Cómo que me quiero ir?
-Mai: A Torredembarra. El otro día ya dijiste habrá que ir a Torredenbarra ¿no?
-Luismi: Hombre, claro.
-Mai: El año pasado se vino Bea también.
-Bea: Este año también iré con vosotros. Llevaba muchos años sin ir por el trabajo y el año pasado fui porque estaba en el paro. Estuve tan a gusto que este año quiero repetir.
-Luismi: Es un pueblico pesquero en el que se está muy a gusto.
-Bea: La verdad es que estamos como en casa.
(¿Conoces Torredembarra? Lo visitamos de la mano de nuestros protagonistas en las páginas 18 y 19)
-Mai: Yo me bajo a la playa a las nueve de la mañana para hacer yoga y cosas de esas que organizan y Luismi se baja más tarde con la sombrilla y el periódico, que lo compra allí todos los días.
Y antes de terminar, ¿una película y un libro que nos recomendéis?
-Luismi: A mí me gustan las películas en las que haya tiros y cosas de esas.
-Mai: Y ‘La Ruleta’.
-Bea: Yo ahora estoy viendo ‘Muñeca rusa’. Es una serie muy curiosa. Estoy en la segunda temporada. La primera es sobre una chica que muere todos los días y en la segunda entra en el metro y aparece en la vida de su madre muchos años atrás. Vuelve a coger el metro y vuelve al 2022. Es muy curiosa. También me mucho ‘El cuento de la criada’. Ha sido una de las mejores series que he visto.
-Mai: ¿Pero no me dijiste que el final no te gustó?
-Bea: Pero porque nunca me gustan los finales de las cosas. Igual no me leo el libro porque no sé si me gustará tanto. Sobre todo me llamó la atención la escenografía.
-Mai: A mí me ha gustado mucho ‘La casa de papel’, Lupin’ y ‘Gambito de Dama’. Mis hijo Unai me ha hecho una lista, pero no me da la vida para ver todas. ‘La tribu’, ‘Que baje Dios y lo vea’, ‘Vivir dos veces’, ‘Diecisiete’, ‘La chica de Oslo’...
-Bea: Pues no conozco ninguna.
¿Y acierta con los gustos?
-Bea: Hombre, todo lo que le recomiende el hijo... va a misa (risas).
-Luismi: Y también le gustan mucho a Mai las series esas de los turcos. Que son más malos....
-Mai: Sí. Los lunes veo ‘El Conquis’ y luego veo a la carta ‘Infiel’ y la de ‘Inocentes’.
-Luismi: ¡No me explico cómo puede ver esas cosas!
-Bea: Pues yo no soy de esas cosas, pero prefiero las turcas a las latinoamericanas.
-Luismi: Cuando pone las turcas en la tele del salón yo me voy a la cocina.
Algo tienen los turcos...
-Mai: Sí, hay que reconocer que están buenísimos, pero no lo veo por eso (risas). También veo ‘Tierra amarga’. A ver si la acabo de una vez porque no adelantan casi nada cada día.
¿Y libros?
-Bea: Yo estoy leyendo un libro y no sé ni cómo se llama. Es que me lo compré para el viaje a Nepal, que son 19 horas de viaje, y dije me voy a comprar un libro de estos finitos para llevar. ¿Cómo te dije que se titulaba?
-Mai: No sé, no me acuerdo... A mí me encanta leer, pero con lo de estudiar euskera no me da tiempo. De pequeña me encantó ‘La edad prohibida’ y ahora cojo libros normalmente en la liburutegi. El Día del Libro me compré estos: ‘Malena es un nombre de tango’, de Almudena Grandes; y ‘Desde el otro lado’, de Bernardo Atxaga; y ‘La mensajera del bosque’, de Maite R. Ochotorena.
(Profundizamos en las nuevas incorporaciones en la estantería de Mai Díez en las páginas 20 y 21)