n dulce no amarga a nadie y más si el chocolate es de alta repostería. Es más, los médicos y especialistas en nutrición aseguran que comer una onza negra con alto contenido en cacao tiene beneficios positivos para nuestra salud. Así, el maestro pastelero Rafa Gorrotxategi, que lleva años aconsejando su consumo, maestro repostero, lleva años conquistando el paladar de los aficionados de este alimento y desde febrero lleva a las páginas de su libro bautizado ‘Txokolate’, firmado por el escritor donostiarra Álvaro Bermejo e ilustrado por el fotógrafo tolosarra Joseba Urretavizcaya (Editorial Xibarit) un toque más dulce con una recopilación exquisita de los mejores maestros chocolateros vascos y la historia del cacao. Sin duda, una auténtica joya del chocolate. ¿No sabes qué regalar? Pues este detalle no defraudará.
Muy pocos saben que Gipuzkoa fue en los años 70 el mayor productor de chocolate del Estado. Este, y otros muchos secretos, se descubren en el interior de este manual del chocolate. En sus páginas se dedican líneas a reposteros y expertos de la cocina de la talla de Elena Arzak, Pedro Subijama, Andoni Luis Aduriz, Roberto Ruiz, Martín Berasategi, Eneko Atxa, Joseba Argiño y muchos otros, en las que se muestran creaciones y recetas propias poniendo en valor así la tradición chocolatera de Gipuzkoa. Así, el tolosarra homenajea el territorio vasco y a todos los reposteros de aquel entonces y de los que muchos ahora han recuperado sus técnicas de elaboración y continúan con una tradición tan bonita como apasionante con el cometido de endulzar la vida de la sociedad en general.
Rafa Gorrotxategi no se ha conformado con un libro. Tal es su pasión y dedicación a la alta repostería que en 2016 decidió saltar a la gran pantalla con una película que recibe, cómo no, el mismo nombre de su reciente ejemplar: ‘Txokolatea’. En este trabajo se recoge, en poco más de veinte minutos, los aspectos más importantes de la historia de este alimento, así como las vivencias de referentes del chocolate como José Mari Gorrotxategi (padre de Rafa), Antton Aspiazu y Juan Garmendia. Esta obra, dirigida por el propio maestro pastelero, coincidió con la celebración del 30 aniversario del Museo de la Confitería y el Chocolate.
Desde muy pequeño Rafa Gorrotxategi estuvo inmerso en el mundo de la chocolatería por lo que creció entre mangas pasteleras, hornos y obradores. Sin ir más lejos, conforma la tercera generación de la Familia Gorrotxategi. Pero no fue hasta los 24 años cuando inició su andadura en el mundo de la repostería de la mano de su padre, José Mari Gorrotxategi, un experto en el ámbito. Rafa recorrió Alemania, Francia y otros puntos del Estado recibiendo cursos y formándose en este mundo tan dulce en el que ha alcanzado la cima del éxito con sus creaciones innovadoras.
Recibió una formación variada y de gran prestigio en los mejores centros del mundo en Pastelería y Chocolatería: Antonio Escribá (El Mago del Chocolate) en Barcelona, Robert Linxe de la Maison du Chocolat en París y Pastelería Totel de Paco Torreblanca en Elda (Alicante).
En 1993 comenzó su recorrido profesional tomando el mando del pequeño obrador de la pastelería, siguiendo los pasos de la familia, en tradición y artesanía. Años más tarde, en 2016 se lanzó a una nueva aventura creando la empresa Rafa Gorrotxategi 1680. Esta nueva apuesta de Rafa Gorrotxategi es un salto en calidad e innovación. Desde entonces no ha parado de sorprender a los apasionados del chocolate con sus nuevos productos y novedosos maridajes pretenden llevar la repostería artesanal a niveles de alta gastronomía.
Rafa Gorrotxategi confiesa que disfruta dando conocer sus experiencias y conocimientos a todos los que le rodean y participa en todas las propuestas de mejora en el mundo de la gastronomía. De su inquietud y pasión por el chocolate nace su libros y película donde muestra el trabajo tan laborioso que existe dentro de un obrador. La creatividad no tiene fronteras. Por eso, Gorrotxategi lleva años demostrando que la alta chocolatería no tiene misterios para él y la alta confitería, tampoco.
“Entre 1730 y 1785 se trajo cacao para hacer 900 millones de tabletas de chocolate”
“Entre 1670 y 1710 dejaron de llegar barcos, había escasez y comenzó a comprarse el cacao a los holandeses”
“Para el año 1600 ya estaba la gente enganchada al chocolate. El cacao llegó llegó a Euskadi antes que el café”