Estella-Lizarra tiene un encanto especial. Nada más llegar a la plaza principal nos encontramos con una degustación popular de distintas variedades de tomates, pero aunque la curiosidad nos tienta, seguimos adelante, pues no podemos llegar tarde a nuestra cita con Josetxo Arbeloa y Cristina Salsamendi, protagonistas de este número de IN, que han resultado ganadores del autodefinido de nuestro concurso semanal.
Nada más llegar les hacemos entrega de su regalo. Una invitación para pasar una noche juntos en el Parador de Argómaniz, con desayuno incluido. "Nunca hemos estado allí y nos encantaría ir", asegura este matrimonio, que celebra ya ni más ni menos que 51 años de casados. Justamente, nos explica Josetxo, estaba aprovechando el rato antes de que llegásemos para ir adelantando alguno de los pasatiempos que tiene pendientes del último número de la revista. "Los guardo todos y voy haciéndolos a mi ritmo", nos confiesa, mientras nos saca la colección de números que tiene guardados en el armario.
Nos hacen un recorrido por su casa, que nos da muchas pistas de cuáles son las aficiones de este matrimonio. Las paredes están repletas de cuadros pintados por Cristin y al llegar al salón nos encontramos con el piano de Josetxo. Su vida, asegura, ha estado siempre ligada a la música. Conocido en la zona por haber sido uno de los mariachis de 'Los Guaranys', también ha dirigido la Coral Ereintza Abesbatza y ahora, recién jubilado, da clases como voluntario a personas mayores que quieren aprender a disfrutar de la música.
Tras esto, llegamos a la terraza, desde donde observamos unas vistas únicas y espectaculares de Estella, así como del Montejurra. Finalizamos las fotos y volvemos al despacho a charlar un poco de sus vidas. Josetxo nos demuestra su amor por la música desde el minuto uno y Cristina por la cultura y el arte. Sin duda, pasamos un rato muy agradable descubriendo un poco de la vida de este entrañable matrimonio de Estella-Lizarra que acaba de cumplir 51 años juntos, algo atípico hoy en día.
Josetxo, estás ya jubilado, pero enseñas lenguaje musical a gente de tu edad.
-Josetxo Arbeloa: Eso es, soy voluntario en la UMAFY, la Universidad de Mayores Francisco Ynduráin. Justo ahora acabamos de empezar el nuevo curso.
Has dedicado toda tu vida a la música.
-Josetxo: Así es. Al terminar la carrera de Piano me marché en 1959 al Conservatorio de Música de París. Tuve la gran fortuna de entrar, mediante oposición, porque éramos muchos alumnos y muy pocas plazas. Estuve cinco años estudiando Piano y Dirección de Orquesta. Volví y terminé Composición aquí en Pamplona con Fernando Remacha. Aquí en Estella-Lizarra estudié Armonía con María Sola y en Composición tuve a Silvestre Pérez Echeverría, que durante muchos años fue el director de la Banda Militar de Pamplona, y con Luis Morondo hice Historia de la Música.
¿Por qué regresaste de París?
-Josetxo: No tuve opciones de salvarme del servicio militar. Me incorporé al servicio en Burgos.
¿Trastocó 'la mili' todos tus planes?
-Josetxo: Bueno€ En realidad tuve muchísima suerte y se convirtió en un chascarrillo de mi vida. Ya el primer día me pusieron de modelo para cortar el pelo (risas).
-Cristina Salsamendi: Es que tenía un pelazo€ (nos enseña una foto de Josetxo de joven).
-Josetxo: Resultó que al tener bastantes dioptrías me llevaron a servicios especiales. El capitán dijo que no se creía lo que tenía y me mandó al hospital de Burgos a que me hicieran las pruebas y fue allí donde me llegó la suerte.
¿Cómo?
-Josetxo: Pues el teniente coronel médico que me hizo la revisión me preguntó qué hacía en la vida. Al decirle que era pianista me preguntó si hacer el servicio militar me venía bien en mi carrera. A lo que le respondí que si tenía que estar año y medio sin tocar, la verdad es que me hundía. Entonces me preguntó si podía tocar el piano en su casa.
¡Menuda sorpresa!, ¿no?
-Josetxo: Sí. Le respondí que sí, pero le dije que antes tendría que ensayar. Me dijo que por supuesto, no había problema. Al día siguiente, al despertarnos, me dijeron que tenía que ir a casa del Teniente Coronel acompañado por el cabo Vázquez. Antes de salir del cuartel recuerdo que me tuvieron que enseñar a hacer el saludo militar, porque claro, ni siquiera me había dado tiempo a aprender a cuadrarme. Al llegar a su casa, donde me estaba esperando, me dijo que si creía que en cinco días sería capaz de tocar bien, porque era el cumple de su señora. Se marchó y me dejó en el piano, engrasando los dedos, con el cabo Vázquez al lado, sentado en una silla. Estoy convencido de que el Teniente Coronel se quedó escondido para escuchar cómo tocaba el piano (ríe). Al día siguiente, regresé para ensayar de nuevo, pero en esta ocasión el cabo Vázquez me dijo que si no me importaba me esperaba en el bar de enfrente (risas).
Y llegó el día del cumpleaños...
-Josetxo: Fui, me senté y me presenté a los anfitriones y a los otros tres matrimonios que había allí, todos militares. Me ofrecieron un café y una copa, pero me negué a los sucesivos ofrecimientos porque tenía que tocar. Al terminar me aplaudieron, así que creo que no lo hice mal (risas). Y al salir me dieron un puro para el cabo Vázquez y otro para mí. Al día siguiente, al toque de campana gritaron mi nombre y me dijeron que me marchaba hospitalizado. Tenía que pasar el Tribunal Militar para que determinasen si podía seguir o no en el servicio militar. Entré y aquel hombre, en mi defensa, aseguró casi que yo era ciego, así que con ese diagnóstico me marché para casa.
¿Cuánto tiempo estuviste?
-Josetxo: Pues el 1 de marzo me incorporé al servicio militar en Pamplona, el 2 de marzo llegamos a Burgos y el 18 de marzo me presenté de vuelta en Estella. Al llegar a casa mi padre se pensó que había ido de visita (risas).
¿Entonces pudiste terminar tus estudios?
-Josetxo: Sí. Hice la carrera de Piano en la escuela de San Sebastián como alumno libre y lo saqué con premio fin de carrera. Me marché al Conservatorio de Madrid, luego volví a Pamplona y al final terminé dando clases de Piano y Lenguaje musical, primero en Pamplona y luego en Estella.
También has dirigido la Coral Ereintza Abesbatza.
-Josetxo: Eso es. Me buscaron para dirigir el coro de la ikastola, 'Gurasoak'. Cuando empezamos a sonar muy bien resulta que con los turnos de noche se vino abajo porque muchos de los componentes no podían venir. Entonces dimos el paso de crear 'Ereintza', un coro mixto, de hombres y mujeres, en el que llegamos a ser 40 personas. Ahí cantaba también Cristina.
-Cristina: Sí. Empecé cantando como soprano cantando, pero luego, tras operarme de un pólipo, me cambió la voz y pasé a cantar como contralto. (La Coral Ereintza Abesbatza, una unión que ha durado años. Conoce su trayectoria aquí).
¿Y cómo surgió la oportunidad de formar parte de 'Los Guaranys'?
-Josetxo: Pues cuando regresé a Estella, un amigo me dijo que por qué no creábamos una orquesta y yo, que no sabía tocar un pasodoble, le dije que sí y empezamos a ensayar. Hasta que el día que me dijo que teníamos un contrato firmado para tocar en Altsasu no fui porque me entró el canguelo. Me daba pavor hacer el ridículo. El caso es que tocaron sin mí y no lo hicieron mal. Cuando nos contrataron de nuevo, no les pude decir que no porque no podía estar malo dos veces (ríe).
-Cristina: Quién le iba a decir a Josetxo que sacarían su primer LP, con tres singles, 'Limón Limonero', 'Campanero Campanero' y 'La media vuelta' en 1968, los singles de 'La que se fue' (1970) y 'No te vayas de Navarra' y 'La enterradora (1972) antes de su álbum 'Cantan a Hispano-América' en 1974. Hicieron carrera durante más de 25 años... (Repaso por la trayectoria de 'Los Guaranys' y el idilio de Navarra con la música mexicana,aquí).
¿Cómo os conocisteis?
-Cristina: Yo ya sabía quién era Josetxo. Sus padres y los míos se conocían. Al principio creía que era un tonto, por la cuadrilla en la que estaba.
-Josetxo: Es que éramos una cuadrilla de hijos de empresarios y no habíamos trabajado en la vida.
-Cristina: Su familia tenía una agencia de transporte y yo me puse a trabajar en la Renault. Casualmente, las bajeras de las dos empresas estaban pegadas y así nos conocimos.
-Josetxo: Recuerdo que la primera vez que la saqué a bailar fue en el bar Oasis. Por aquel entonces, siempre iba en traje y corbata, pero hace veinte años ya que lo aparqué (risas).
¿Y cómo llevaste que Josetxo formase parte de un conjunto?
-Cristina: Nada más empezar a salir justo empezó con 'Los Guaranys'. No he llorado más en mi vida que en aquellos años de novios...
¿Y eso por qué?
-Cristina: Porque al llegar el fin de semana no tenía novio. Podía marcharse para un fin de semana, para ocho días o hasta para dos semanas...
-Josetxo: Para que os hagáis una idea, he llegado a tocar 58 días de 61 que tiene el verano. Visto con perspectiva no sé cómo me aguantó.
-Cristina: Recuerdo que en nuestra luna de miel nos marchamos 25 días de viaje de novios y como Josetxo, en aquel entonces estaba de gira con 'Los Guaranys', íbamos de un lado a otro. Nuestra noche de bodas fue en Vitoria-Gasteiz (risas).
¿Y desde ahí a donde fuisteis?
-Josetxo: Al día siguiente cogimos el Talgo para Madrid, al de dos días nos fuimos a Las Palmas, después volvimos a Madrid y al de dos días nos fuimos a Málaga.
-Cristina: Y de ahí a Valencia.
-Josetxo: Eso es, y terminamos en Zaragoza antes de volver a Estella. (Conoce Estella-Lizarra, el lugar de residencia de Josetxo Arbeloa y Cristina Salsamendi. También conocidoacomo la "capital del románico" en Navarra. Aquí).
¿Os gusta viajar entonces?
-Cristina: Sí.
-Josetxo: Nos encanta Las Palmas, Lanzarote y Tenerife. Lo que más nos gusta de Canarias es que parece que tienen un pacto con alguien y siempre hace bueno.
-Cristina: El primer año que fuimos recuerdo la playa de las Canteras. Me gustó mucho. Nos recorrimos todos los pueblecitos.
-Josetxo: A mí me encanta Lanzarote. Si buscas sol y playa, allí disfrutas. (Algunas curiosidades y sitios que hay que visitar sí o sí en Lanzarote. Descúbrelos aquí).
-Cristina: Luego con el club montañero de Estella hemos viajado mucho. Hemos sido socios y hemos estado años sin ir.
-Josetxo: Lo hacemos por apoyar a todo lo nuestro. En mi caso nunca he sido de andar mucho, hasta que me operaron del corazón. Entonces me dijeron que la mejor pastilla era andar. Al año he llegado a hacer 5.000 kilómetros, aunque ahora últimamente no ando mucho, la verdad.
-Cristina: En mi juventud me gustaba subir al monte todos los domingos hacíamos excursión. Me acuerdo de que el primer domingo de mayo era el día de los Carlistas y sin serlo siquiera había que subir a Montejurra. No sé las veces que habré subido... (Tres maneras de subir a este monte con tanta historia, aquí).
-Josetxo: La última vez que fuimos fue hace casi diez años con un primo mío.
-Cristina: El último monte que he subido fue el Aizkorri.
¿Quién cocina en casa?
-Josetxo: Cristina, aunque tengo que decir que gracias a nuestros nietos empecé a enredar en la cocina. Cristina se marchó para ayudarles a manejarse al principio, y como me quedaba solo largas temporadas, tuve que aprender a cocinar algo (risas).
-Cristina: Antes de irme le dejaba unas latitas, pero la verdad es que me sorprendió lo que empezó a hacer.
¿Cuál fue el primer plato elaborado que hiciste?
-Josetxo: Pues yo antes no sabía hacer ni un huevo frito. Era el encargado de las ensaladas, imaginaos. En mi cuadrilla me llamaban 'el compositor', con mucha guasa. Estando solo, llegué a hacer patatas con chorizo, a la riojana, y poco a poco fui aprendiendo a desenvolverme un poco, pero lo básico para sobrevivir en la cocina.
-Cristina: Para que os hagáis una idea estamos hablando de que tenía 72 años cuando empezó a ponerse, pero más vale tarde...
¿Y cómo has aprendido a cocinar?
-Josetxo: Pues viendo a Cristina. Cuando no sabía cómo hacer algo la llamaba. Y luego es cuestión de hacer y hacer. Las últimas patatas que he hecho me han salido mucho mejor que las primeras.
¿Cuál es el plato que más te gusta de Cristina?
-Josetxo: Tengo la suerte de que cocina como cocinaba su madre, y su madre, a su vez, cocinaba igual que lo hacía la mía. Entonces, desde que tengo uso de razón siempre he conocido la misma cocina. Es decir, no sabría decir si el plato de lentejas lo ha hecho mi madre o ella, por ejemplo.
-Cristina: Es que su madre y la mía sirvieron en el mismo sitio. Cuando empezamos a salir se conocieron, fue toda una casualidad... En mi familia es muy típico hacer ajoarriero.
-Josetxo: Sigue la receta familiar de los Salsamendi. Los cuatro hermanos lo hacen muy bien. El ajoarriero de su padre Emilio ha tenido cantidad de seguidores en Estella para que les enseñara. Aun así, para mí el mejor ajoarriero de la familia lo hacía su madre, 'Masi'.
-Cristina: Así es. Acostumbrado a un ajoarriero o a un cordero en chilindrón bueno, como el que hacemos, nunca lo pide en un restaurante.
-Josetxo: Cristina hace también una leche frita deliciosa, es muy buena repostera. (Aprende a hacer el ajoarriero con pimiento choricero y leche frita, aquí).
Además todos estos cuadros están firmados por ti, Cristina, ¿cuándo surgió esta afición?
-Cristina: En mi familia siempre nos ha gustado dibujar. Había un aula de pintura y me apunté. El profesor era Jesús Mari Bea, de Sesma, me gustó y seguí. Lo dejé cuando nacieron los gemelos y estuve 25 años. Pinto cuadros, retratos, en piedra, con técnica de pasteles, óleo, con una foto en negativo hago calcos, y luego por ejemplo el profesor en las clases con los niños les hacía pintar piedras con motivos del nacimiento. Lo vi, me gustó y mi nieto el mayor con 4 años venía semanas a estar con nosotros y le encantaban las piedras. Las traíamos y ahí se quedaron hasta que en la pandemia me dio por pintar piedras. Aquí tenemos cuadros de todo tipo.
Tenéis una cardelina.
-Cristina: Sí. Se llama Caruso, como el tenor italiano, Enrico Caruso. Tendrá cerca de ocho años.
-Josetxo: Su padre criaba canarios así que siempre hemos convivido con estos pájaros. (Algunos consejos para enseñar a tu jilguero a cantar, aquí).
¿Qué serie o película nos recomendáis?
-Cristina: No nos gusta ninguna de las que dan de ahora, nos van más las antiguas. Y lo que más vemos en la televisión son series. Últimamente nos hemos enganchado a la de 'Outlander'. Tenemos una amiga que nos deja los libros.
-Josetxo: La que más nos gusta son las series policíacas. Las comedias, en cambio, no me gustan mucho.
-Cristina: También nos gustan las series francesas, como 'Asesinatos en el paraíso', 'Poirot', 'Candice Renoir', o 'Agatha Christie'.
-Josetxo: Creo que la última película que hemos visto ha sido 'La Joya del Nilo'.
-Cristina: A mí me gustaban mucho las películas de la época nazi, pero ahora buscamos cosas que no nos revuelvan mucho por dentro. Por eso me encantan los musicales, como 'Siete novias para siete hermanos'. De 'Sonrisas y lagrimas' nos sabemos hasta los diálogos (risas). Hace poco me vi 'Cantando bajo la lluvia' y tengo pendiente de ver 'La la land'. (La vuelta del clásico 'West Side Story' 60 años después de su estreno de la mano de Steven Spielberg,aquí).
-Josetxo: Y en televisión somos fieles de 'Atrápame si puedes', el 'Pasapalabra' y vemos siempre un poco el 'teleberri'.
-Cristina: A mí me gusta mucho la película de 'El Pianista'. Conseguí encontrar las partituras en el ordenador. Se las di a Josetxo y al de nada se puso a tocar esta banda sonora.
-Josetxo: A mí me gustan las series españolas y la última que he visto es 'Hierro'. (¿Ya has visto 'Hierro', la exitosa serie de Movistar +? Adéntrate en este thriller aquí
¿Qué es lo que más os gusta leer?
-Cristina: Hemos estado toda la vida en el Círculo de Lectores hasta que cerró en 2019. Yo leo de todo. Desde a Ken Follet y Arturo Pérez Reverte, por ejemplo, hasta novelas románticas. Me acabo de terminar 'Viento y ceniza', el octavo libro de 'Outlander'. (Descubre la saga fantástica de Diana Gabaldon aquí).
-Josetxo: Yo estoy ahora con 'Todo bajo el cielo', de Matilde Asensi.