Entre hilos, tejidos, figurines y dedales discurre la vida de Isabel Zapardiez, quien descubrió su pasión por la costura y el patronaje siendo niña, cuando hilvanar se había convertido en uno de sus juegos favoritos. A los 11 años pidió permiso a sus padres para aprender a coser y con sólo 16 colgó enmarcado su título de Corte y Patronaje en la pared de su cuarto. Poco después de alcanzar la mayoría de edad, empezó a trabajar en el grupo Elósegui de San Sebastián, conocido por sus famosas boinas, y siguió formándose. Técnico Superior en Patronaje y Moda por la Universidad del País Vasco UPV/EHU, es titulada en Diseño de Moda y le encanta viajar siempre que puede para ampliar sus conocimientos especializándose en tejidos, estilos y tradiciones de todo el mundo.

Su necesidad de seguir creciendo, arropada siempre por su familia, le empujó a crear su propia firma en 2002, lo que le permitió demostrar su formación técnica y participar en todas las fases creativas del diseño de una prenda, desde su concepción hasta su comercialización. Ya bajo el sello ‘Isabel Zapardiez’, dio forma a sus primeras colecciones ‘prêt-à-porter’, pero su amor por el patronaje de vanguardia y su gusto exquisito por el detalle le hizo dar el salto al exigente mundo de la alta costura, donde se ha consolidado gracias a la calidad de sus prendas.

Sus diseños eclécticos abarcan todo el universo femenino, con una prenda adecuada para cada momento y lugar, ya que lo mismo te diseña un vestido de novia, que ropa para ir a la oficina, causar impacto en una cena romántica o irse de vacaciones sin perder el estilo. Además, consciente de la versatilidad que aportan los complementos a cualquier ‘look’, no se olvida de bolsos, cinturones, guantes o gafas de sol, donde la funcionalidad no está reñida con la elegancia.

Sus propuestas se definen por una factura técnica exquisita, que se realiza con la implicación directa de la diseñadora. Entre sus señas de identidad están “la utilización de una gran diversidad de tejidos y materiales, la reinterpretación de los patrones clásicos de la alta costura y la innovación”. Su sello son “diseños atemporales que destacan por su elegancia y modernidad, en los que se fusionan sutilmente elementos tradicionales y vanguardistas”.

Artesanía, fabricación local, durabilidad, tejidos con trazabilidad y confección limitada son características que definen el trabajo personalizado y el diseño a medida para cada clienta, apostando por una moda sostenible y responsable, comprometida con la preservacióndel medioambiente y preocupada por el legado que dejaremos a las futuras generaciones.

No obstante, afirma, su enfoque innovador “evoluciona con las nuevas necesidades de las mujeres”, sin dejar de lado el diseño original y la confección artesanal. La inspiración de Isabel Zapardiez se basa en contrastes y mezclas, con referencias a mundos estéticos que van desde el Imperio Romano hasta la ciencia-ficción. Así ,construye un particular universo que se ha convertido en un referente reconocido y con identidad propia.

Con personalidad

En sus desfiles, Isabel Zapardiez sobrepasa toda expectativa de sus asistentes y es que, ante todo, busca transmitir emociones. Sus pasarelas se han convertido en un soplo de aire fresco, un canto a la pluralidad, “acentuando los rasgos que definen y diferencian a cada persona”, destaca.

Así, sus propuestas se presentan fusionadas para remarcar que “el carácter de cada prenda se define por la intención de quien la viste”. Por ello, no sorprende ver a sus novias con cazadoras de cuero, chubasqueros, boinas, paraguas, o incluso riñoneras.

Traslada esta filosofía transgresora a su colección de ‘demi couture’, donde integra el saber hacer de la alta costura con la versatilidad del ‘ready to wear’. En su catálogo no faltan pantalones, gabardinas, faldas, monos, blusas o vestidos que pueden formar parte, sin desentonar, del armario de una mujer “urbana y cosmopolita”.

La marca tiene sedes en San Sebastián y Pamplona, donde elabora cada prenda de forma singular, lo que explica que sus diseños estén presentes en eventos y pasarelas internacionales, demostrando ser poseedora de un estilo personal con el que abre paso a nuevas tendencias sin renunciar a la esencia y la técnica del patronaje clásico.