Puede sonar abstracto hablar de geoeconomía, industria inteligente o de una IA que prometen cambiarlo todo. Pero de esas conversaciones dependen cosas muy concretas: cuánto pagamos por la energía, cómo nos movemos, qué empleo generamos y qué servicios recibimos.
Con la nueva oleada proteccionista en EEUU, el posible frenazo del comercio que advierte la OMC, el auge desigual de la IA, la caída de la confianza en instituciones, el equilibrio global que conocimos se está reconfigurando a gran velocidad.
Todo esto no ocurre en un mapa lejano. En Álava se traduce en costes energéticos más sensibles, mercados de exportación más exigentes, decisiones industriales con plazos más cortos y una adopción de IA que ya separa a las empresas que ganan productividad de las que se quedan atrás.
ÁLAVA OBJETIVO 2026
- Fecha: 23 de octubre (jueves)
- Horario: 9:30–13:30 (apertura 9:00)
- Lugar: Palacio de Congresos Europa, Vitoria-Gasteiz
- Formato: híbrido (presencial + online)
- Inscripciones gratuitas AQUÍ
Para arrojar un poco de luz en este nuevo entorno internacional y en las consecuencias que puede tener en Álava, DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA organiza el evento Álava Objetivo 2026.
Al mismo acudirán Judith Arnal, Investigadora Principal de Real Instituto Elcano y del Center for European Policy Studies (CEPS), y Consejera del Banco de España, para hablar del reto de la Unión Europea ante un mercado que ha dejado de ser abierto.
Fernando Polo, presidente del Foro IA y CEO de Good Rebels, analizará cómo la inteligencia artificial se está integrando en la agenda directiva y cómo abordar el reto de una adopción responsable que impulse una “humanidad aumentada” en la economía vasca.
Por otro lado, el evento contará con varias mesas de debate que analizarán la situación de las empresas vascas, de la industria inteligente y del valor, cada vez más importante, de la confianza en la era digital.
Las cuestiones que se abordarán son retos a los que las empresas e instituciones se están enfrentando en la actualidad.
Geoeconomía, la nueva política
La geoeconomía consiste en el uso estratégico de herramientas económicas, desde el comercio, inversiones, sanciones, tecnología, o finanzas, para alcanzar fines de poder y seguridad en política exterior. Tenemos ejemplos de la complejidad de estas políticas a diario.
Desde los aranceles indiscriminados de Trump que afectan a un sin fin de productos como el acero o el vino, pasando por la prohibición de China de importar chips de NVIDIA, a las barreras comerciales al gas procedente de Rusia o los aranceles europeos a los vehículos eléctricos chinos.
Las decisiones en geoeconomía, digitalización, transparencia e IA condicionarán precios, empleo y competitividad en Álava
Estas estrategias tienen un efecto directo en sectores económicos clave. En el metal, los materiales que llegan de fuera de la UE podrían salir más caros por nuevas exigencias ambientales y de trazabilidad (conocido como CBAM).
En sectores económicos como automoción, acero o agrolimentario, la tensión comercial y nuevas tasas a algunos productos pueden mover precios y retrasar pedidos. En materias primas clave (como imanes o tierras raras), obligará a diversificar orígenes y reciclar más, y eso puede subir costes a corto plazo.
En electrónica y automatización, sigue habiendo riesgo de escasez de chips o equipos. Y en energía, aunque la situación es más estable que hace unos años, la volatilidad del gas y la electricidad todavía puede afectar a los costes de muchas empresas.
En el sector primario y agroalimentario, la incertidumbre provocada por los aranceles tanto a productos finales como a materias primas van a encarecer envases y dificultar exportaciones, obligando a abrir o reforzar otros mercados.
La adaptación de la industria
Álava afronta la revolución tecnológica con una industria (29% del PIB) y un tejido de pymes que no puede quedarse atrás. Sostener la competitividad de sectores como automoción, metal o energía, la automatización y el desarrollo de fábricas inteligentes exigirá invertir en equipos, software y personal cualificado.
Euskadi cuenta con buenas infraestructuras digitales, pero la adopción en la empresa sigue siendo un reto. Así lo subrayaba Orkestra a partir del DESI 2024, que recomienda intensificar la formación en TIC y el uso de tecnologías avanzadas en pymes.
El Plan de Industria de Euskadi aprobado recientemente marca el rumbo y pone recursos para digitalizar y descarbonizar las empresas, priorizando proyectos con resultados medibles. En la práctica, supone priorizar proyectos como la automatización basada en datos, la eficiencia energética y la formación, y apoyarse en servicios públicos que permitan probar tecnologías antes de invertir y en programas de ayuda específicos en IA y gestión del dato. El objetivo: lograr una mayor productividad y empleo de calidad, evitando que las pymes se queden atrás.
Confianza en la era digital
El crecimiento económico y social necesita confianza. Confianza en instituciones y en empresas que rinden cuentas, en datos abiertos y en una contratación pública transparente. El último Sociómetro Vasco reflejaba que la ciudadanía confía mayoritariamente en las instituciones vascas y locales y en las empresas, entre un 70 y un 60 por ciento.
Álava Objetivo ofrece la oportunidad de conocer de primera mano qué hacen empresas e instituciones
Los retos más inmediatos para mejorar la confianza de la ciudadanía pasan por simplificar trámites y mejorar la atención por parte de administraciones públicas, banca de proximidad con visión de largo plazo, suministro eléctrico fiable y digitalizado, y estándares firmes contra el fraude.
La incorporación de la IA
La incorporación de la IA (visión artificial, machine learning y deep learning) y el análisis de datos en las empresas sin destruir empleo será uno de los principales desafíos. Según datos de Eustat de este año, solo el 17,4% de las firmas de más de 10 trabajadores en Euskadi usan IA. Surge la necesidad de definir qué tareas automatizar, qué formación dar y cómo proteger los datos. Lo cual implica también cerrar la brecha digital entre grandes y pequeñas empresas.
La ventaja no está en “tener IA”, sino en desplegarla apoyándose en datos fiables y perfiles formados. El programa Álava-Innova Digitaliza 2025 financia proyectos donde casi la mitad del presupuesto (45%) se orienta a digitalización como paso previo para que la IA funcione, y donde las pymes del territorio se puedan beneficiar. Por su parte, el Parque Tecnológico de Álava se ha integrado en el BAIC (Centro Vasco de Inteligencia Artificial) para reforzar la conexión entre empresas, centros y talento.
Un tercer ejemplo es el programa “Inteligencia Artificial Aplicada y Estrategia del Dato 2025” de SPRI. Este proyecto pretende impulsar proyectos empresariales en Euskadi para activar la oferta y la demanda de IA y mejorar la competitividad. Además, financia iniciativas de gestión estratégica del dato (gobierno, procesos y estructuras) que aceleren su implantación real en operaciones. El objetivo es que las empresas aprovechen mejor sus datos, tomen decisiones informadas, optimicen recursos y abran nuevas oportunidades de negocio.
Todas estas cuestiones marcarán el futuro de la ciudadanía alavesa en los próximos años. Para conocer de primera mano los retos a los que nos enfrentamos, el próximo día 23, DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA celebrará una nueva edición del Foro Álava Objetivo. A la cita acudirán representantes institucionales y de empresas, que ya anticipan los cambios para el próximo año, para debatir iniciativas y soluciones.
La pregunta de fondo que interesa a la sociedad es: ¿cómo se puede garantizar el bienestar y el empleo en un contexto global que cambia a toda velocidad?