Uno de los electrodomésticos que más energía consume en el hogar es el congelador, pues debe estar en funcionamiento constante. Para optimizar su rendimiento y evitar una subida en la factura eléctrica, el aparato debe funcionar con la mayor eficiencia posible. Sin embargo, uno de los problemas es la acumulación de hielo en sus paredes internas.
Esta situación no solo reduce el espacio útil del electrodoméstico, sino que también afecta su capacidad para mantener los alimentos a la temperatura adecuada y provoca un aumento en el consumo energético.
La acumulación de hielo: un problema frecuente
Pese a que se pueden tomar ciertas medidas preventivas para evitar la acumulación de hielo, como ajustar la temperatura o evitar abrir y cerrar la puerta del congelador constantemente, la formación de hielo es casi inevitable. El hielo acumulado se convierte en un obstáculo que reduce la eficiencia del electrodoméstico.
El hielo en exceso limita el espacio disponible para almacenar alimentos y hace que el aparato tenga que trabajar más para mantener la temperatura adecuada. Este sobreesfuerzo se traduce en un mayor consumo de energía, que afecta a la factura eléctrica.
Por ello, es fundamental eliminar el hielo de manera periódica, y aquí es donde entra en juego un truco sencillo y efectivo que puede ahorrar tiempo y esfuerzo: el truco del papel de aluminio.
Cómo descongelar el congelador en pocos minutos
La tarea de descongelar el congelador puede ser muy aburrida. Tradicionalmente, se suelen utilizar dos métodos: raspar el hielo con una espátula o desenchufar el congelador y esperar a que se descongele por sí solo.
Ambos métodos, aunque efectivos, requieren mucho tiempo y esfuerzo. No obstante, existe una técnica que promete simplificar este proceso: el uso de papel de aluminio.
Un truco eficaz
Este truco, popularizado por el medio francés ‘L'internaute’, es rápido y eficiente. Para aplicarlo, lo primero que se debe hacer es forrar las paredes internas del congelador con grandes trozos de papel de aluminio, asegurándose de cubrir bien toda la superficie.
A continuación, se debe calentar agua en una cacerola lo suficientemente pequeña para caber dentro del congelador con la puerta cerrada.
Cuando el agua haya alcanzado el punto de ebullición, se coloca la cacerola dentro del congelador y se cierra la puerta. El calor generado por el agua hirviendo, en combinación con las propiedades conductoras del papel de aluminio, ayuda a distribuir la temperatura de manera uniforme por todo el interior del congelador.
De esta forma, las placas de hielo se derriten en cuestión de minutos.
Otras técnicas
Eliminar el hielo del congelador puede ser una tarea tediosa, pero hay varios trucos que lo hacen más rápido y eficiente.
Apaga y desenchufa el congelador
Retira todos los alimentos y desconecta el congelador. Es importante para evitar accidentes eléctricos.
Usa agua caliente
Coloca recipientes con agua caliente dentro del congelador. El vapor acelerará el proceso de descongelación. Cambia el agua a medida que se enfríe para mantener la eficacia.
Secador de pelo
Usa un secador de pelo en modo caliente para derretir el hielo. Mantén una distancia prudente para evitar dañar el congelador y no lo uses por períodos prolongados para evitar sobrecalentamientos.
Raspador o espátula de plástico
Una vez que el hielo comience a derretirse, usa una espátula de plástico o un raspador adecuado para eliminar los trozos más grandes. Nunca uses objetos afilados que puedan dañar el congelador.
Vinagre o alcohol
Para las áreas con mucho hielo, puedes rociar una mezcla de agua con vinagre o alcohol. Estas soluciones derriten el hielo rápidamente y evitan que se adhiera tan fácilmente.
Finalmente, limpia el interior del congelador antes de volver a encenderlo y colgar los alimentos.
El papel de aluminio, un aliado en la cocina
El secreto detrás de este truco radica en la excelente capacidad del papel de aluminio para conducir el calor. Al colocar la cacerola con agua hirviendo dentro del congelador, el papel de aluminio distribuye el calor por las paredes del aparato, derritiendo las capas de hielo sin que sea necesario aplicar fuerza o utilizar productos químicos.
Este método no sólo es eficaz, sino que también ahorra tiempo y esfuerzo. En lugar de esperar horas a que el hielo se derrita por sí solo o de luchar contra bloques de hielo con una espátula, este truco permite mantener el congelador libre de escarcha de forma rápida y sencilla.