Los paños de cocina son uno de los textiles indispensables en cualquier hogar. Resultan muy útiles para secar vasija o superficies, para agarrar recipientes calientes o para cubrir determinados alimentos. Sin embargo, si no se limpian y se desinfectan de la forma adecuada, se pueden convertir en un caldo de cultivo para bacterias.

Deben guardarse siempre en un lugar seco y aireado, procurando no dejarlos nunca húmedos o en lugares cerrados donde pueda desarrollarse moho o bacterias. Además, tampoco deben mezclarse con otras prendas, especialmente ropa interior o toallas, para evitar la transferencia de gérmenes.

Conviene emplear un trapo diferente para las distintas tareas de la cocina con el fin de evitar la contaminación cruzada. También se recomienda utilizar varios paños distintos y rotarlos para darles tiempo de secarse bien entre un uso y otro. 

Además, los paños de cocina deben reemplazarse cada cierto tiempo, puesto que un trapo desgastado o deteriorado será menos efectivo a la hora de limpiar y más propenso a albergar bacterias.

Un hombre seca un plato con un paño de cocina.

Cómo debemos limpiarlos

Existen métodos muy diferentes a la hora de higienizar los paños de cocina. Deben lavarse con regularidad después de uno o dos días de uso, sin esperar a que acumulen demasiados residuos ni suciedad.

La forma más habitual es lavarlos en la lavadora con un buen detergente y agua caliente (al menos a 60ºC) para eliminar bacterias y gérmenes. Para desinfectarlos, podemos usar algunos productos habituales del hogar como son la lejía, el vinagre blanco o el bicarbonato de sodio.

En el caso de que los paños sean blancos, añade una taza de lejía al ciclo de lavado; este producto es muy eficaz para desinfectar y eliminar las manchas difíciles. Para paños de color, puedes añadir al ciclo de enjuague una taza de vinagre blanco, un desinfectante natural que ayuda a eliminar olores. Si prefieres utilizar bicarbonato de sodio, añade media taza al detergente en el ciclo de lavado para aumentar su poder de limpieza y desinfección.

Para desinfectarlos de una forma más profunda, puedes hervir los paños de cocina en una olla grande con agua durante al menos 10 minutos con lo que conseguirás acabar con las bacterias y con los olores persistentes. También puedes ponerlos a remojo en una mezcla de agua y peróxido de hidrógeno (3%) durante unos 30 minutos antes de lavarlos. Esto ayudará a desinfectar y a eliminar las manchas.

Secado

Casi tan importante como lavar bien los paños de cocina es secarlos de la forma correcta, preferiblemente al sol, puesto que la luz solar actúa como un desinfectante natural que ayuda a eliminar bacterias. No deben guardarse hasta que no estén completamente secos, ya que la humedad puede fomentar el crecimiento de bacterias.

El truco del microondas

Sin embargo, hay un truco para limpiar y desinfectar los trapos de cocina que no te llevará más de dos minutos. No tienes que lavarlos a mano ni en la lavadora, sino que, aunque suene raro, hay quien asegura que para ello solo necesitas un microondas

En primer lugar, debes humedecer los trapos hasta que queden bien empapados en agua, enjabonar toda su superficie, sobre todo las zonas más sucias y colocarlos en una bolsa de plástico apta para microondas. Después, mete la bolsa sin cerrar en el microondas para que pueda escapar el vapor durante el proceso de desinfección. A continuación, ponla a calentar a potencia media durante uno o dos minutos y asegúrate antes de que los paños estén bien húmedos para evitar el riesgo de incendio

Las bayetas de microfibra, ideales para limpiar el exterior del microondas.

Una vez transcurrido ese tiempo, saca la bolsa con unas pinzas para no quemarte y espera un tiempo para abrirla y sacar los trapos. Después, colócalos debajo del chorro de agua fría y verás cómo están completamente libres de suciedad. Si quedan olores persistentes, rocía los paños con jugo de limón o vinagre y déjalos secar.

Mantener estos hábitos y echar mano de estos trucos te garantizará que tus paños de cocina estén siempre limpios y desinfectados haciendo de tu cocina un lugar más higiénico y saludable.