Abril está siendo un mes único para Ion Aramendi (Donostia, 1977), nombrado para la ocasión embajador de la iniciativa de Mediaset 12 meses, 12 causas. La prevención del cáncer es el tema central de este mes, una enfermedad para la que la prevención es precisamente una de las claves. De esta iniciativa y de sus retos profesionales ha querido charlar con nosotros, pues los concursos siguen siendo también una de sus pasiones. Ahora, Reacción en cadena triunfa al fin y al cabo también en redes, donde los usuarios comparten los mejores momentos del programa. 

¿Cómo se siente al haber recibido el título de embajador del mes de abril de 12 meses, 12 causas? ¿Qué sintió cuando se lo propusieron? 

-Me siento superhonrado, superorgulloso. También responsabilizado con algo tan importante como es ser embajador de esta causa tan importante. Estoy encantadísimo, y además tuve la oportunidad de conocer a gente de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), a su presidente, a gente del equipo directivo, gente de comunicación..., que son gente extraordinaria y hacen una labor maravillosa, y la verdad es que me siento superhonrado. Estoy muy contento. A todos nos ha tocado o nos toca de cerca, y todo lo que podamos aportar y, ayudar, colaborar, pues es fenomenal. 

Es una causa, como dice, muy importante, en la que cada vez se dan más pasos en materia de investigación y prevención. ¿Qué siente que aportan iniciativas como esta a la causa?

-De entrada, visibilidad, que es muy importante. Dando visibilidad a las personas que están pasando por la enfermedad, a sus familiares, dando muchísimo valor a los equipos científicos y médicos que trabajan para luchar contra la enfermedad, para cuidar a los pacientes, a los enfermos, para cuidar y estar también pendientes de sus familiares, que muchas veces se nos olvidan las personas que cuidan a quienes están pasando por este trance. Y también sobre todo para concienciarnos sobre la prevención, que es fundamental. Además, todo lo que podamos colaborar aporta. Por supuesto, concienciar a todo el mundo de que la prevención es clave, y que los hábitos saludables de vida son fundamentales. Para la vida en general. 

El objetivo que persiguen es importante, conseguir una tasa del 70% de supervivencia para 2030. ¿Cómo podemos lograrlo, además de con la prevención? 

-Cuando lo hablamos, yo creo que el mensaje tiene dos ideas fundamentales. Lo que no tenemos que cansarnos es de repetirlas. Uno es prevención, que seamos conscientes de que vivimos con esta enfermedad muy cerca y tenemos no solo que tener unos hábitos saludables, sino también hacer las visitas periódicas y frecuentes a nuestros médicos. Estar muy concienciados con que a partir de ciertas edades tenemos que vigilar nuestro cuerpo, que muchas veces es una enfermedad que no te da una sintomatología clara y que tienes que estar muy pendiente de hacer los exámenes médicos que así te indica tanto la AECC como los propios equipos médicos. Y además, todo lo que podamos ayudar a esos grandes científicos que invierten su vida, su tiempo, su energía y su talento en querer curar esta enfermedad me parece que todo lo que podamos aportar todos los demás desde fuera es poco. 

Una de las claves, ya lo comenta, es un estilo de vida saludable, comer sano, hacer deporte... ¿El deporte sigue siendo una parte imprescindible de su vida? 

-Sí, lo que pasa es que es verdad que ahora tengo una cantidad de trabajo bastante extraordinaria y tengo muy poquito tiempo libre para el deporte. Ahora lo que estoy intentando hacer es caminar mucho. Intento hacer todo lo que puedo caminando. Paso muchísimas horas de pie, por lo que intento hacer ejercicios aunque sea en mi casa. Y como ya tengo una edad y tengo las rodillas así un poco ya no puedo hacer otro deporte que me encantaba que era el baloncesto, o jugar al pádel... Ahora me queda potenciar mi fuerza, porque tengo una niña pequeña y tengo que levantarla por los aires, y sobre todo trabajar mucho. Pero vamos, el deporte tiene que ser en su justa medida a todas las edades, y caminar es un gran deporte, caminar con velocidad, caminar con ritmo, intentar mover el corazón... Ya con eso nos damos con un canto en los dientes. 

Ion Aramendi en 'Reacción en cadena' Mediaset

Trabajo, ahora voluntariado, familia, deporte... ¿Cómo se saca el tiempo para todo? 

-Bueno, con una ingeniería de horario y de agenda. Y afortunadamente cuento con mi mujer que es maravillosa, y entre los dos organizamos un calendario de trabajo. Pero básicamente dedico mi vida a trabajar, el tiempo que no estoy trabajando se lo dedico a mi familia por completo, y lo que pueda ayudar a todos los demás lo hago en esos huequitos que tengo libres. Además tengo mi grupo de música, tengo un concierto a la vista... Lo que no puedo estar es parado en casa. 

Está claro que si algo nos apasiona sacamos el tiempo de donde haga falta. Y usted ha demostrado sobradamente que le apasionan los concursos. Le vemos en su zona de confort.

-Sí, a mí me encantan los concursos, porque siempre se lo cuento a mis amigos. Qué mejor cosa que hacer algo que te divierte. Me lo paso bomba haciéndolo, me gusta poner a prueba a la gente, pero de una manera muy sencilla. Y, ¿a quién no le gusta dar pasta? Si alguien con su talento y su pericia consigue ganar pasta, mejor imposible. Además, entretenemos en casa, y los concursos son superguays porque los puede ver toda la familia. Y a mí me encanta cuando estoy por la calle y me dicen que lo ven con sus hijos, me encanta que los niños vean cultura a través de la tele, que aprendan cosas, que se diviertan jugando y que además es un momento muy familiar. Da igual por dónde venga el enganche, pero es un momento que se comparte en familia. Para mí, miel sobre hojuelas.

Gran Hermano, Supervivientes, Reacción en cadena... Todos enganchan. ¿Se ha imaginado alguna vez como concursante de alguno? 

-Sí, lo he pensado. Me flipan los realities, pero ni para uno ni para otro me veo, porque yo no soy muy buen concursante. Me dan mucho miedo los bichos, infinito pánico, pavor, y si no como tengo muy mala leche, así que es el caldo de cultivo perfecto para que yo sea un Jekyll y Mr Hyde (risas). Me da mucho respeto, me parece que hay que ser supergeneroso y supervaliente para enfrentarse a esos retos. Y luego a nivel de concurso yo creo que soy bastante torpe. Concretamente en Reacción en cadena mi mujer es extraordinariamente buena jugando. No he visto a nadie mejor que mi mujer jugando en todas las pruebas. Y yo sin embargo soy bastante zote. Podría ir a jugar, pero seguro que me eliminaban. Tendríamos cachondeo, lo de cantar me mola, pero no soy buen concursante. Creo que no soy bueno en nada. Por eso me quedo presentando que creo que ahí no lo hago mal (risas). 

Ion Aramendi Mediaset

Reacción en cadena está dejando muchos momentos para el recuerdo que se comparten en redes. ¿Cómo ve la acogida del público en ese sentido?

-Maravillosamente. Sobre todo porque estamos conquistando no solo un público que es el consumidor habitual de televisión, sino también uno más joven. A través de las redes sociales, de estos vídeos cortos donde se ven momentos divertidísimos, conquistas a gente joven que luego se acerca a la televisión y lo ve. Entonces, tenemos un público muy joven y es maravilloso. Para mí es como un punto de esperanza, porque gente joven sigue viendo la tele y programas como el nuestro. Ya no solo es que te enganches y te diviertas, sino que además estás aprendiendo. 

O sea que augura un buen futuro por delante.

-Eso espero. Yo espero estar muchísimos años y seguir conquistando a todo el mundo posible y seguir trabajando. 

Hablando de futuro, si tuviera que pedir un deseo, ¿qué elegiría?

-Yo sé que el deseo es una utopía a corto plazo, pero me encantaría que encontráramos la cura contra el cáncer, que ese ratio de supervivencia de la enfermedad fuera de un 99,99%, que nadie tuviera que pasar por unos tratamientos que son muy agresivos aunque son muy efectivos, y que todos juntos de la mano erradicáramos esta enfermedad. 

Un deseo compartido por todos.

-Sí, efectivamente. Yo tengo además amigos muy cercanos que han pasado por la enfermedad, que afortundamente son supervivientes y me da mucha felicidad. Ojalá esto fuera así en todas las familias y en todos los grupos.