Apenas lleva unos días como rey, pero Carlos III está dando mucho que hablar y no especialmente para bien. Su mal carácter ya era de sobra conocido por todos, pero en apenas una semana ya ha ofrecido varios episodios desagradables, magnificados por el poder que tienen las redes sociales.

Al enfado que demostró por la tinta de una pluma estilográfica el día de su proclamación se ha sumado ahora el presunto gesto racista que ha cometido el heredero de Isabel II. Carlos III y su hijo el príncipe Guillermo se encontraban el pasado sábado saludando a algunos de los miles de ciudadanos que hacían colas de más de diez horas para dar el último adiós en el Palacio de Westminster a la fallecida reina.

Y entonces llegó el momento de la polémica, cuando después de saludar efusivamente a varias de las personas que se encontraban en fila tras la valla, estrechándoles las manos y conversando con ellas, evitó hacerlo con un ciudadano negro, o al menos eso pareció en las imágenes, girándose, lanzando un saludo al aire y saltándoselo como quien no quiere la cosa para pasar al siguiente, pese a los esfuerzos del hombre por atraerlo hacia él.

El vídeo de ese momento se ha hecho viral en las redes sociales y ha provocado que muchos internautas acusen de racismo al nuevo rey, hablando incluso de una "cobra real", aunque otros creen que se trata de una simple casualidad. En cualquier caso, su reinado comienza salpicado por la polémica.

Las acusaciones de racismo a la familia real británica no son nuevas. La nuera de Carlos III Meghan Markle, esposa del príncipe Enrique, ya reveló en una entrevista que su color de piel (es mestiza) le había generado problemas en su convivencia con otros miembros de la familia. "En los meses en los que yo estaba embarazada, hubo preocupaciones y conversaciones sobre lo oscura que podría ser su piel cuando naciera", le contó a la presentadora de la CBS Oprah Winfrey. Algo que su marido, Enrique, confirmó poco después.