Malika Shabazz, de 56 años, hija del dirigente contra la segregación racial Malcolm X, fue encontrada muerta la pasada noche en su apartamento de Brooklyn, al sur de Nueva York, sin aparentes signos de violencia, informó la policía neoyorquina.
Fue su propia hija de 28 años la que encontró el cadáver de Malika, que había estado enferma "durante un tiempo", dijo el jefe de la policía neoyorquina, Dermot Shea, citado por el diario New York Post. Aunque se realizará una autopsia a su cadáver, "nada parece sospechoso", añadió.
Una de las primeras en dar la noticia en su cuenta de Twitter fue Bernice King, hija de Martir Luther King, que fue junto a Malcolm X el gran líder del movimiento negro en la década de los sesenta y que como él mismo fue asesinado.
Bernice quiso recordar hoy que Malika y su hermana gemela Malaak -ambas con nombres musulmanes tras la conversión al islam de su padre- estaban todavía en el vientre de su madre cuando Malcolm X, entonces con 39 años, fue asesinado en el momento en que se disponía a intervenir en un acto público.
El nombre de Malcolm X fue noticia la semana pasada cuando un tribunal de Nueva York absolvió a dos hombres -uno de ellos ya muerto- por los cargos de asesinato del líder negro en 1965, que los llevaron a pasar más de veinte años en la cárcel, tras encontrar el tribunal abundantes fallos en la investigación y el juicio que supuso su condena.
Pese al enorme simbolismo de su padre en la lucha contra la segregación racial, a Malika no se le ha conocido activismo en este tipo de luchas, ni siquiera cuando han resurgido con fuerza con el movimiento Black Lives Matter, que llevaron a las calles a miles de personas para protestar, entre otras cosas, contra la brutalidad policial que se ensaña sobre todo con los afroamericanos.