El mundo vinícola tiene tantos detalles como tipos de uvas. Todo está medido al milímetro, se cuida cada gota y es esencial saber cómo preservar esta bebida de los dioses, tal y como cuentan los griegos y romanos

Durante el año, los distintos tipos de vino pasan por múltiples procesos y, a su vez, es bueno saber cómo cuidar tus caldos dependiendo del mes en el que te encuentres. Las diferencias de cuidar un vino en invierno y en verano son notables, así que te explicamos cómo guardar en perfectas condiciones tus botellas de tinto en la época de más calor.

Vino tinto en verano

La delicadeza en cada elemento es esencial para poder percibir los aromas, texturas e ingredientes de un buen vino tinto. Para disfrutar completamente de una buena copa en la terraza de tu casa en pleno verano, sigue estos trucos.

Pareja disfrutando de una copa de vino en un picnic.

1.Vinos ligeros. Lo primero antes de tomar el vino es elegir el que más nos guste. En verano un acierto total va a ser echarle el ojo a aquellos vinos blancos, rosados, espumosos y tintos jóvenes. Estos suelen ser más ligeros y agradables a la boca, por lo que no aumentarán la pesadez que ya nos hace sufrir el calor.

Por otro lado, para no favorecer a la deshidratación, elegiremos un vino cuya graduación alcohólica no sea muy alta. También es recomendable cuando hay altas temperaturas beber dos vasos de agua por cada uno de vino. De esta manera conseguiremos mantenernos frescos e hidratados.

2.Temperatura. Según la página web de Grandes Vinos, la temperatura ideal para cada botella depende de qué tipo de vino se encuentre en su interior.

  • Vino tinto joven: entre 10 °C y 14 °C en función de si es ligero o con más cuerpo
  • Vino tinto crianza: entre 14 °C y 16 °C. 
  • Vino tinto reserva y gran reserva: 16 °C – 18 °C

Teniendo en mente estos datos, recomendamos que en verano se consiga mantenerlos un par de grados por debajo. Esto se consigue fácilmente manteniendo las botellas entre media hora y una hora en un refrigerador.

Si tienes una bodega o vinoteca en la que ni el calor ni la luz entran con facilidad, también es un buen lugar para guardar tus bebidas.

Botellas de vino en una bodega.

Para ayudar a mantener la temperatura mientras estás en plena comida, usa enfriadores de vino o cubetas de hielo. Son portátiles, muy útiles y totalmente eficaces para mantener el vino fresco y no hace falta que estropees un buen vino echando directamente los cubitos de hielo.

3.Copas. Lo ideal es tener en casa alguna copa más pequeña y delgada, de esta forma evitaremos que el vino se caliente antes de tiempo. Por otro lado, llenar la copa por encima de la mitad es sinónimo de estropear el sabor. Si lo exponemos al sol la evaporación será mayor y desperdiciamos más vino

Es fundamental ir sirviéndolo de poco en poco, así la copa mantiene la temperatura adecuada mientras el vino se refresca en la cubitera. Sujetar la copa por el tallo también ayudará a mantener la temperatura, ya que si la sostenemos por el cáliz nuestro calor corporal no ayudará a mantener una buena temperatura.

4. Botella tumbada y con el corcho. En general, dejar la botella tumbada de vino no es ningún problema, a menos de que ya esté abierta. En verano es peor dejarla en esta posición ya que el calor produce un aumento notable de microorganismos (especialmente hongos y bacterias). Se crían en el corcho y pueden llegar a avinagrar el vino.

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Mujer enseñándo su copa de vino.

Lo ideal es guardar la botella de pie, en un lugar fresco y no dejar que pase mucho tiempo olvidada en el frigorífico o en la bodega.