Entre las múltiples opciones culinarias está el rebozado. Un plato sencillo y con muchos años de fondo conforma una de las piezas esenciales en el arte de los fogones.
Habitualmente hacemos alusión a la carne, o en cualquier caso, a los pescados cuando hablamos de frituras. No obstante, los vegetales también consiguen prestigiar el vestuario dorado. Trajear una zanahoria con una elegante tempura, no tiene nada que envidiar al equipo del pan rallado y huevo.
La técnica que ha resistido durante años y, que, no escapa de las exigencias y responsabilidad de presentación y preparación, sigue siendo uno de los platos top 10 en el Estado. Lo que está claro es, que, un buen rebozado inspira confianza y fe, tanto en el producto como en el autor de su elaboración.
La globalización gastronómica ha logrado fusión de alimentos
Algunos grandes, del ámbito gastronómico han tratado de otorgar nuevos y creativos nombres a la hora de presentar un "simple rebozado". Sin embargo, y como ejercicio de humildad, posiblemente, este vestuario de camuflaje se esconda tras una mixtura de tradicionalismo e innovación
Por otro lado, la globalización gastronómica ha conseguido curtirse en la mezcla y la combinación de variedad tentempiés, siempre manteniendo sus cualidades más puras.
Antiguamente, las personas, que, regresaban de un viaje, traían consigo recetas o nuevas formas de cocción. En la actualidad, todo el mundo tiene acceso a todo tipo de recetas, y, no es necesario viajar para poder probar.
El término asignado este proceso es 'cocina fusión', y, tal como dice su propio nombre, el resultado es un plato compuesto por varias culturas o tradiciones.
Seguramente faltan nuevas fórmulas por conocer, aunque vayamos a fuego lento...