Gases, goteras, condensación de agua, falta de ventilación, temperaturas de más 30 grados, incluso durante jornadas de frío...

Son situaciones que padecen los trabajadores y trabajadoras de la cocina central de Vitoria, mientras desempeñan su labor en las instalaciones del CIAM San Prudencio eleborando menús para las personas mayores.

“Cualquier día va a pasar algo; es un peligro para la salud de los empleados”, denuncia el cocinero Aitor Olasolo ante los partidos políticos del Ayuntamiento.

Falta de inversión y previsión

En nombre de la plantilla, acusa al gobierno municipal de “falta de inversión y previsión”.

Falta de inversión debido al mal estado de la cocina y falta de previsión porque la demanda de menús aumenta día a día.

De hecho, a medio plazo, el propio departamento de Políticas Sociales anuncia que habrá nuevas plazas de comedor en Arana, Sansomendi y Zaramaga, por ejemplo.

“Esta situación lo deteriora todo, nuestras condiciones laborales y el producto final”, añade Olasolo, en referencia a los menús.

Cocina provisional

“Sabemos que se van a realizar reformas en la cocina, que se va a sustituir el techo extractor e instalar una cocina de campaña en el parking mientras duren las obras –una obra que, por cierto, se ha retrasado–, pero es que, la situación ya es insostenible a día de hoy", afirma.

Explica que las máquinas no funcionan de forma correcta y están en marcha 14 horas al día durante los siete días de la semana para elaborar 1.300 menús que sirven a los comedores de personas mayores. 

La plantilla de la cocina central culpa al Ayuntamiento de los problemas por falta de inversión y de previsión

Además, se pregunta si es viable cocinar 1.300 menús en una cocina portátil en el aparcamiento de la residencia San Prudencio. “Así, las cosas no pueden salir bien”, considera Olasolo.

Cocina de campaña

En concreto, la cocina provisional estará compuesta por módulos de: cámara frigorífica, cuarto frío, cocina, comedores, almacén, lavado y emplatado y picking y, según el Ayuntamiento anunció en su día, garantizará el servicio de comidas.

Asimismo, la plantilla de la cocina del CIAM San Prudencio muestra su preocupación ante su sospecha de que el Ayuntamiento vaya privatizando los servicios municipales ahora prestados en la cocina central, en lugar de invertir en mejorar las instalaciones y en una nueva cocina, ya que la actual no da mucho más de sí.

Varias personas esperan su menú en un comedor de Vitoria. Asier Arriba

Y es que, el Ayuntamiento va a contratar desde abril a una empresa para cocinar las comidas que lleva a los domicilios y los menús especiales, mientras se realizan las obras de la cocina del CIAM San Prudencio. 

Privatización

En este sentido, el concejal de Políticas Sociales, Lucho Royero, asegura que la duración del contrato es de un año.

Sin embargo, ante la pregunta de Elkarrekin, no garantiza ni se compromete a que el servicio vaya a ser de nuevo de gestión municipal pasado ese tiempo. “Paso a paso”, responde Royero.

Movilizaciones previstas

Debido a sus actuales condiciones laborales, la plantilla de la cocina central tiene convocadas protestas, protestas que aún no han comenzado, a la espera de la respuesta y del compromiso del gobierno municipal a su comparecencia de hoy, en la que estuvieron respaldados por representantes del comité de trabajadores.

Tras escuchar la posición política, los trabajadores y trabajadoras decidirán en asamblea si inician o no las movilizaciones previstas.