“Cuando hemos llegado a cambiarnos después de horas de rastreo en la Albufera, había unos niños entrenando al lado y al vernos, han empezado a aplaudir”.

Aitor solo tiene palabras de agradecimiento a los vecinos y vecinas de Valencia con los que estos días tan duros conviven para intentar devolverles un poco de normalidad y esperanza.

Es uno de los cuatro bomberos voluntarios de Álava que ayer jueves llegó al polideportivo de Picassent desde donde cada mañana les despiertan sobre las seis para desayunar y ponerse en marcha.

El inesperado regalo de una niña de Valencia a bomberos de Álava CEDIDA

Han estado todo el viernes en la Albufera, con labores de rastreo y búsqueda de víctimas. Muy cerca, este viernes los bomberos de Málaga han localizado el cadáver de una niña de cuatro años.

A la vuelta al polideportivo, tras muchas horas metidos en el agua, se cambian, descansan, comen algo y charlan con otros compañeros de Salamanca, Andalucía,...

Aitor reconoce, igual que el resto (bomberos, policías, vecinos, voluntarios,...), que la destrucción y devastación de la zona es de tal magnitud que van a tardar años en recuperarse.

Mientras descansa, este bombero de Álava ha recibido de manera inesperada uno de los mejores regalos que nunca hubiera imaginado. “Una niña ha entrado hasta donde estábamos y nos ha dado un dibujo para darnos las gracias y traía también dos cocas o bizcochos, ha sido muy emocionante”.