Se estima que en Euskadi, así como en el resto del Estado, el número de trabajadoras del hogar y de cuidados duplica a las que cotizan a la Seguridad Social. Según el Informe del Mercado de Trabajo de la Provincia de Araba/Álava del SEPE de 2023, en 2022 había 2.201 mujeres contratadas en empleos domésticos, por lo que otras tantas podrían estar desempeñando estas tareas sin estar afiliadas.

Y, por tanto, más vulnerables a posibles abusos. De ahí que su sector el pasado 30 de noviembre fuera el protagonista de una huelga feminista que tiñó de morado las calles de Álava “porque merecemos tener todos los derechos y que se respeten”.

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En imágenes: La huelga feminista toma las calles de Vitoria Alex Larretxi/Jorge Muñoz

Especialmente, entre las internas, un trabajo muchas veces aceptado por esas mujeres sin papeles, que por sacar adelante a sus familias aceptan condiciones que llegan a rozar la esclavitud laboral, sin apenas vida propia, pese a que la ley diga que su jornada semanal máxima sea de 40 horas.

Ayuda y orientación desde ATHCA

Gricelda Amador es la presidenta de la Asociación de Trabajadoras del Hogar y de los Cuidados de Álava (ATHCA-AEZLE) de la que forman parte 55 mujeres, entre los 45 y 65 años, aproximadamente.

Tienen su sede en el Palacio Etxanobe (Casa de las Mujeres, de la calle Santa María, 11, de Vitoria) donde se esfuerzan para que sus relaciones laborales se establezcan en condiciones dignas. De hecho, en este inmueble del Casco Viejo es donde también está la Asesoría Sociolaboral para Trabajadoras del Hogar y de Cuidados, puesta en marcha por el Ayuntamiento de Vitoria en 2022.

“Recién llegué de Honduras, en 2007, no había orientación a trabajadoras de hogar. Ahora es diferente. Se conocen los derechos y ha habido avances, como el de poder cobrar el paro y que suba el salario mínimo"

Gricelda Amador - Presidenta de ATHCA-AEZLE

Recién llegué aquí, de Honduras, en 2007, no había orientación a trabajadoras de hogar. Ahora es diferente. Se conocen los derechos y ha habido avances, como el de poder cobrar el paro y que suba el salario mínimo para actualizar los sueldos en el régimen especial de las empleadas de hogar”, resalta Amador, quien también cree que “queda mucho por mejorar”. Para empezar, “que se respeten los horarios de salida”.

Sobre todo, en las internas, “40 horas semanales, dos de descanso diario y las 36 horas seguidas de descanso los fines de semana”, especifica.

Cuestión aparte, son los derechos laborales de las que trabajan sin papeles, para que deje de ser una excusa para una explotación constante, aunque reconoce también que “controlar eso es muy complicado”.

En cualquier caso, desde ATHCA-AEZLE intentan aclarar todas las dudas, fortaleciendo alianzas con estas mujeres vulnerables socialmente, potenciando el trabajo en red, el apoyo mutuo y facilitando la formación, entre otras actividades.

Formación

No en vano, subraya que para que realicen sus tareas con responsabilidad, tienen que conocer sus derechos y responsabilidades, desarrollar la capacidad de poner límites entre el tiempo de trabajo y no trabajo, clarificando cuáles son las tareas acordadas, entre otras cuestiones.

Como ejemplo de ello, sus charlas de qué puedo hacer si me despiden o la conferencia sobre la situación legislativa actual en el sector explicando los retos de cara al futuro y las reivindicaciones pendientes, con el fin de “tejer redes desde una perspectiva feminista y antirracista para conseguir un sistema público y comunitario y que el trabajo del hogar tenga los mismos derechos que el resto de trabajos”.

Miembros de la asociación en la sede del Palacio Etxanobe de Vitoria Cedida

Porque preguntada si es cierto que estas relaciones laborales están a menudo marcadas por el clasismo, el machismo, el racismo, la precariedad, la explotación y la privación de libertad, Amador lo tiene claro: “Sí, a mí me consta de todo”.    

Por fortuna, ella se libró de otro mal que sufren las que se dedican a cuidar a otras personas. “Recién llegué, me tocó cuidar a una persona que tenía inmovilizado parte de su cuerpo, pero no tuve dolencias o enfermedades por ayudarle a levantar”, recuerda.

Cómo ponerse en contacto

Las vías de contacto con este colectivo de trabajadoras de hogar y cuidados son el teléfono 632 43 22 61 y el email athca.aezle@gmail.com.