“Cuando bebes alcohol, tu cerebro no percibe la realidad. Es todo muy subjetivo, y eso, hace que no veas lo que pasa”, ha resumido este miércoles la profesora y gerente de la autoescuela Claxon de Vitoria, Judith Salazar, a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA. Y lo ha hecho en el marco del taller formativo sobre Seguridad Vial que ha impartido a jóvenes de entre 16 y 30 años en la sede de Cruz Roja de la capital alavesa, donde, efectivamente, el alcohol ha sido también uno de los puntos tocados.
Una iniciativa que nace de la colaboración entre el Área de Empleo de la organización y la autoescuela Claxon y cuyo objetivo es romper la “barrera de movilidad” de “colectivos vulnerables”.
“Intentamos reducir las diferentes brechas de estos jóvenes, también laborales, para que encuentren trabajos dignos pese a las dificultades que puedan traer. La mayoría están relacionados con la industria, ya que son los que permiten una inserción sociolaboral más rápida, es decir, que tenga empleo y las mismas condiciones que el resto de ciudadanos”, ha explicado por su parte la subdirectora de Empleo de Álava y Responsable de Cooperación Empresarial de Cruz Roja Euskadi, Teresa Romero.
Una inserción para la que “normalmente hay que desplazarse fuera de la ciudad”, a polígonos como Jundiz, lo que puede acarrear dificultades. “Estos jóvenes no tienen el carné de conducir homologado, por lo tanto, se tienen que desplazar hasta allí en bicicleta o patinete eléctrico”, ha señalado Romero.
30 jóvenes
En este marco, 16 jóvenes del proyecto Aceleradores Go de Empleo Juvenil de Cruz Roja y otros 14 del programa de empleo y formación TandEM, han participado de forma conjunta y activa en el taller de dos horas de duración. Se han abarcado temas como las normas de circulación; la importancia de circular bien como peatones; las sanciones que tienen respuesta al incumplimiento de esas normas así como puntos en relación al consumo de alcohol o la importancia del cinturón de seguridad.
“Las dinámicas están enfocadas a conductores de cualquier vehículo para que puedan ver los efectos del alcohol, siendo conscientes”
Asimismo, para acompañar el material informativo, y añadir un ápice de dinamismo al taller, la docente de Claxon ha preparado un par de actividades que han simulado situaciones reales de ebriedad. “Las dinámicas están enfocadas a conductores de cualquier vehículo para que puedan ver los efectos del alcohol, siendo conscientes”, ha señalado.
Una situación que algunos voluntarios han podido experimentar a través de unas gafas especializadas con “visión doble” y “mucha alcoholemia”. “Gracias a estas actividades podemos ver la falta de equilibrio, vemos que con incapaces de coger un coche en ese estado. Cuanto más alcohol bebes, mejor crees que estás, y es todo lo contrario”, ha apuntado.
“No sabía que podía hacer tanto daño el hecho no llevarlo, y no solo a nosotros, también a otras personas”
Por su parte, los jóvenes asistentes también han podido compartir con este periódico lo aprendido. “Me parece interesante porque son cosas que podemos poner en práctica” ha comentado la joven Carla Barrio. A Quique Escudero, sentado a su lado, lo que más le ha impactado ha sido el cinturón de seguridad de la parte trasera, “no sabía que podía hacer tanto daño el hecho no llevarlo, y no solo a nosotros, también a otras personas”.
Reflexiones que también han compartido Yanire Delgado y Ali Mariche, quien ha añadido, como dato a subrayar, “la falta de atención a lo que pasa alrededor cuando vamos con el móvil por la calle”.
“Peatón tecnológico”
De hecho, una acción que se contempla a diario y de forma automática es el uso del teléfono móvil mientras se camina por la vía pública. Un gesto que puede “pasar factura”, en palabras de Salazar.
“El cerebro solo es capaz de hacer una cosa bien, aunque creamos lo contrario”, ha recalcado. Un factor a tener en cuenta más que nunca, “porque la juventud ya no utiliza llamadas para comunicarse, sino mensajes de texto”.