Con motivo especial del Día Mundial de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII), marcado en el calendario como el 19 de mayo, Vitoria y áreas rurales del territorio alavés se suman a la movilización y acogerán diversas actividades para concienciar a su población sobre esta enfermedad que afecta al intestino; que comprende la enfermedad de Crohn (EC) y la colitis ulcerosa (CU).

En este sentido, será la Asociación de personas con enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa (ACCU Álava) la encargada de organizar todas las iniciativas que tienen como objetivo aprender, concienciar y apoyar a quienes conviven con la EII que, en el caso concreto de Álava, son cerca de 2.600 ciudadanos.

La primera de ellas, será una exposición fotográfica bautizada como Los paisajes de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal, que se inaugurará el próximo 2 de mayo a las 17.00 horas en la Fundación San Prudencio, donde permanecerá abierta al público hasta el 9 de mayo. Más tarde, se trasladará a Alegría-Dulantzi del 24 al 31 de mayo.

Esta exposición itinerante captura la realidad de las personas afectadas por esta enfermedad, mostrando tanto las dificultades como la resiliencia de quienes la padecen. Además, las imágenes, tomadas por fotógrafos especializados, estarán disponibles al público y se podrá seguir su trayectoria en las redes sociales de ACCU Álava así como en su página web.

Cartel de la exposición fotográfica en Fundación San Prudencio ACCU Álava

Por otro lado, el 10 de mayo, desde las 18.00 horas, la asociación  instalará una mesa informativa en la Plaza de la Virgen Blanca, donde voluntarios y profesionales proporcionarán información sobre la enfermedad y los recursos disponibles. Además, se venderán bolsas solidarias para recaudar fondos destinados a las actividades de la asociación. 

Jornada informativa

Sin duda, el punto culminante de este programa será el 17 de mayo a las 17.00 horas en la Sala Gasteiz del Palacio Europa, donde se celebrará la jornada informativa Enfermedad Inflamatoria Intestinal en el ámbito Clínico: Un enfoque integral.

Una actividad inaugurada por la diputada foral de Empleo, Comercio y Turismo, Cristina González, que contará con la participación de profesionales sanitarios y una psicóloga especializada en atención a pacientes con EII, quienes ofrecerán información actualizada sobre la enfermedad y estrategias de afrontamiento. 

Todo aquel que desee asistir podrá hacerlo de forma gratuita. Eso sí, al contar con un aforo limitado, se deberá realizar una  inscripción previa a través del email  info@accualava.org o al teléfono 618 711 966.

Sobre la enfermedad y los síntomas

La EII, que incluye la enfermedad de Crohn (EC) y la colitis ulcerosa (CU), es un trastorno crónico que afecta el intestino, generando lesiones diversas. 

En este marco, tal y como explican en el portal web de ACCU, se trata de “trastornos de causa desconocida, asociados a una respuesta inmune desmesurada que produce lesiones de profundidad y extensión variables en el intestino”. Enfermedades que no tienen cura y que muestran una evolución crónica con brotes, alternando periodos de remisión y recaída. Principalmente, afecta al tubo digestivo, aunque puede conllevar complicaciones fuera del mismo, sobre todo articulares, cutáneas, oculares o a nivel de las mucosas.

Por un lado, la colitis ulcerosa se limita a la mucosa del colon, provocando úlceras, mientras que, por otro, la enfermedad de Crohn puede afectar cualquier parte del tracto digestivo desde la boca hasta el ano.

En materia sintomática, ambas enfermedades comparten signos como la diarrea, dolor abdominal, pérdida de peso, fatiga y sangre en las heces. Asimismo, pueden causar complicaciones extraintestinales como problemas articulares, oculares, cutáneos y de las mucosas.

Por otro lado, tal y como señalan desde ACCU Álava, los tratamientos buscan controlar los síntomas y prevenir complicaciones, pero en algunos casos, pueden no ser suficientes y requerir hospitalizaciones o cirugías; incluso la creación de ostomías para desviar el flujo intestinal. 

Por ello, es fundamental un manejo médico especializado para mejorar la calidad de vida de quienes padecen estas enfermedades y minimizar su impacto en el día a día.

Más acerca de ACCU Álava

La asociación alavesa nace en 1995 por un grupo de familiares y personas afectadas por la esta enfermedad y se caracteriza por ser la única asociación de referencia del territorio alavés de atención a este colectivo y a sus familias.

Desde entonces, ACCU, situada en el número 7 de la calle Vicente Abreu de Gasteiz, organiza actividades, programas y proyectos destinados a mejorar la vida de estas personas.

Cerca de 300.000 personas padecen en el Estado la enfermedad inflamatoria intestinal

Los expertos prevén que su incidencia aumentará hasta afectar a medio millón de ciudadanos


La enfermedad inflamatoria intestinal (EII), que comprende la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, aqueja al 0,8% de la población, unas 300.000 personas, aunque la previsión de los expertos es que esta patología “moderna”, descrita recientemente, aumente hasta los 500.000 en los próximos cinco años. La incidencia de la EII en España es de 16,2 casos por cada 100.000 habitantes (8,1 la de la colitis ulcerosa y 7,4 la de Crohn); cada año se diagnostican unos 4.000 casos, aunque lo esperable es que en los próximos 5-10 años alcance a casi 500.000 ciudadanos, el 1% de la población.

Distintos factores explican su aparición, aunque la investigación aún debe definirlos más. Expertos del Grupo Español de Trabajo en Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa (Geteccu) afirman que “las personas vienen a consulta pensando que han hecho algo mal, pero es una predisposición”. Y es que los familiares de una persona con EII tienen más riesgo, al que se le va sumando otra serie de determinantes que pueden venir de los hábitos de vida, la ingesta de antibióticos, el embarazo, etc.

Aunque son dos patologías que se estudian juntas, presentan diferencias en cuanto a sintomatología y perfil del paciente, según explica Iago Rodríguez, gastroenterólogo del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital de Galdakao. La enfermedad de Crohn debuta entre los 30-40 años y es más prevalente en fumadores; se trata de un “proceso larvado” que poco a poco va despertando: “Estás más cansado, tienes digestiones peores, un dolor abdominal que va a más, puedes tener diarrea, astenia o anemia y no sabes qué pasa”.

Por su parte, la colitis empieza a dar la cara hacia los 50-60 años; a diferencia de la anterior, es más prevalente en personas que han dejado de fumar y sus síntomas más comunes son la diarrea, la rectorragia y urgencia de ir al baño, unas señales más alarmantes que hacen que se diagnostique antes. De media, el diagnóstico tarda entre dos y cinco meses, y muchos acaban requiriendo cirugía: según Rodríguez, entre el 30% y el 40% pueden necesitar una operación en los primeros cinco o diez, y “que te operen una vez no quiere decir que no te tengan que operar una segunda o varias veces a lo largo de la vida”.

El impacto en los pacientes, que en algunos casos llega a ser invalidante, también se traslada al ámbito laboral y al social, limitándolos hasta el punto de tener consecuencias en la salud mental. De hecho, “el 30% puede desarrollar algún trastorno como depresión o ansiedad en algún momento del proceso”, señalaba presidenta de la sociedad científica, Ana Gutiérrez. Además, las tasas de disfunción sexual son más prevalentes en esta población, añade Yamile Zabana, vicepresidenta de Geteccu y médico adjunto del servicio de Aparato Digestivo del Hospital Universitario Mútua de Terrassa.

La dieta no la cura

La EII no tiene cura, mucho menos solo con una dieta, aunque según explica Rodríguez, es conocido que influyen cierto grupo de alimentos, como los procesados y ultraprocesados. “No hay nada demostrado como para afirmar que hay que tomar estos o aquellos alimentos, pero sí que comer sano con menos procesados es mejor”, puntualiza.

En la última década se ha asistido a una revolución terapéutica con nuevos fármacos, a los que se espera que en dos años se sumen otros como los inhibidores de la esfingosina, que bloquean la llegada de los leucocitos al tejido inflamado. No obstante, el reto está en saber para quién, en qué momento y situación hay que usarlos, porque se trata de una enfermedad crónica y la eficacia de los tratamientos, que se va perdiendo, dependerá de la edad del paciente, las comorbilidades que vayan apareciendo o la progresión de la enfermedad. – Efe/DNA