Los centros de salud y cívico de Salburua también se unen para favorecer el bienestar del barrio

El Ayuntamiento de Vitoria y Osakidetza van a extender a partir de la próxima semana a Salburua su colaboración para que los profesionales de atención primaria del centro de salud del barrio receten acudir al centro cívico.

Esta iniciativa, puesta en marcha en Zabalgana en mayo de 2023, ha resultado un éxito, con medio centenar de personas que han iniciado actividades para mejorar su salud física y mental.

Tal y como adelantó NOTICIAS DE ÁLAVA hace ahora casi dos semanas, el próximo viernes 1 de marzo comenzará la entrega de las recetas al vecindario de Salburua por parte del personal médico y de enfermería, aunque el programa está abierto a que cualquier profesional sanitario del ambulatorio pueda hacerlo.

Una amplia trayectoria

La red de centros cívicos de la ciudad tiene una amplia trayectoria de colaboración con los centros de salud de los barrios y en la realización de actividades destinadas a mejorar la salud de la población.

En Judimendi, Arana, Arriaga, Ibaiondo, Iparralde, Hegoalde, El Pilar, Txagorritxu, Gazalbide, Casco Medieval y Lakua se desarrollan desde hace años diversas iniciativas. Desde la presencia de un o una animadora sociocultural en los centros de salud para informar sobre las actividades de los centros cívicos beneficiosas para la salud, hasta recetas y paseos saludables, pasando por la prevención de la salud infantil o la lucha contra la soledad no deseada.

A menudo, estas iniciativas son fruto del trabajo conjunto que realizan en la red de cada barrio todos los colectivos que trabajan en el mismo.

En esa línea, el Consistorio y Osakidetza dieron un paso más hace ahora nueve meses con la puesta en marcha en Zabalgana de este programa colaborativo mediante el que los profesionales de atención primaria recetan centro cívico. 

"Así como suena, el personal médico o de enfermería, pero también de fisioterapia o de salud mental prescriben a sus pacientes ir al centro cívico y ello se acompaña de una receta en la que se indica el tipo de actividad que más les conviene”, ha explicado este viernes la concejala de Gobierno abierto y Centros cívicos, Miren Fernández de Landa.

En esa receta, el personal sanitario marca el o los ámbitos que convendría trabajar a cada persona: actividad física, bienestar emocional, alimentación, cultura o encuentro.

El 'punto de bienestar'

La experiencia piloto ha dado buen resultado y medio centenar de personas se ha acercado ya al centro cívico para informarse y ver qué actividades pueden ayudarles a tener mejor salud, tanto física como mental. La valoración es muy satisfactoria por parte de los colectivos y personas que están haciéndola posible y beneficiándose de ella, según ha destacado el Ayuntamiento.

En Zabalgana, fue una médica la que plasmó ese deseo de colaboración al centro cívico trasladando la voluntad del colectivo de “recetar centro cívico”.

La acogida de la idea por parte del Ayuntamiento fue total y enseguida se diseñaron e imprimieron las recetas -semejantes a las que sirven para prescribir medicinas- y acondicionaron el denominado ‘punto de bienestar’ en la sala de encuentro del centro cívico, que atiende a estas personas en horario de mañana, de 10.30 a 13.30 horas.

Manos a la obra

“Había que organizar la acogida a esas personas procedentes del centro de salud, por lo que establecimos el lugar donde escucharles para ver sus necesidades y ofrecerles información y orientación sobre el amplio abanico de actividades de todo tipo que ofrecemos en los centros cívicos. Hay que tener en cuenta los problemas de salud a veces no tienen un origen estrictamente sanitario, sino social y ahí también hacemos una importante labor en nuestra red de centros”, ha resaltado Fernández de Landa.

Una vez acordadas con cada persona las actividades más adecuadas y de su agrado, se les ofrece el acompañamiento que precisen para arrancar con ellas y para hacer una valoración al cabo de un tiempo con el fin de comprobar si se ha acertado o prefieren nuevas experiencias.

En esa búsqueda por mejorar la salud y el bienestar, en los meses de experiencia en Zabalgana se ha comprobado que no todas las personas que reciben la receta acuden al centro cívico, pero entre las que sí lo hacen destacan los problemas de soledad y ansiedad, de alimentación incorrecta o de falta de ejercicio.

Como consecuencia, el centro cívico de la zona Oeste de la ciudad ha acondicionado parte de su oferta para atender esas necesidades concretas. También destaca que hay un perfil predominante entre las personas que acuden: más de la mitad son mujeres de entre 40 y 60 años. Y que muchas de ellas desconocen el gran abanico de actividades que se realiza en los centros cívicos.