Levantar cada día la persiana de los 14 centros cívicos de Vitoria cuesta a las arcas municipales la friolera de 33 millones de euros al año; 3,5 millones de euros los equipamientos de mayor tamaño, por ser los más completos, caso de Ibaiondo, y un millón los más pequeños, es decir, los polideportivos, tipo Landazuri, San Andrés, Abetxuko o Ariznabarra.
Aun así, el Ayuntamiento prevé pequeñas inversiones de mejora en algunas instalaciones en 2024, caso de Iparralde, donde se realizarán obras de accesibilidad. A medio y largo plazo, la concejala del área, Miren Fernández de Landa, avanza la necesidad de realizar reformas más importantes en algunos centros cívicos, en los más antiguos.
Una de las novedades para el próximo ejercicio es la realización de un estudio sobre el impacto social de la red de centros cívicos en la ciudad, no solo a nivel económico sino en todos los ámbitos: generación de empleo, fomento de hábitos saludables, deportivos y culturales, desarrollo de proyectos comunitarios, cohesión social, conciliación familiar, etc.
Se trata de conocer el retorno que los centros cívicos tienen en la ciudad. Para ello, el Ayuntamiento destinará 45.000 euros a un convenio de dos años con la Universidad de Deusto, encargada de la investigación.
Y es que, la red de centros cívicos de Vitoria es amplia. La ciudad fue pionera en su día, con el exalcalde Cuerda, en la implantación de estos espacios públicos repartidos por los distintos barrios de la ciudad, que contribuyen al desarrollo integral de las personas, fomentan la convivencia y potencian la participación ciudadana.
Hoy cuenta con: Abetxuko, Aldabe, Arana, Ariznabarra, Arriaga, El Campillo, El Pilar, Hegoalde, Ibaiondo, Iparralde, Judimendi, Lakua, Salburua y Zabalgana.
Además, se reforzará la oferta de ocio y tiempo libre en los centros cívicos, con 2,2 millones de euros. En ludotecas y ludoclubs se mejorará el servicio para niños y niñas de 0 a 12 años.
