Bajo el lema Mahai istorioak–Mesas que cuentan, durante el domingo numerosas casas y txokos alaveses se sumaron de nuevo a Bizilagunak, una iniciativa que busca reunir alrededor de una mesa a dos familias, es decir, personas y vecinos de diferentes orígenes culturales, para cuestionar así rumores racistas y xenófobos en favor de una convivencia intercultural.

Se trataba de la séptima edición en Álava de Bizilagunak, una apuesta de la Diputación Foral de Álava y Zehar-Errefuxiatuekin, a la que este año se ha sumado la entidad Entretanto Entretente-Bitartean Jolasean, incorporando así la cuadrilla de Laguardia-Rioja Alavesa a este proyecto.

Por tanto, como destacó la diputada foral de Igualdad, Jone Berriozabal, “tenemos ya desplegada esta estrategia en todas las cuadrillas del territorio, además de en Vitoria-Gasteiz, que cuenta con su propio proyecto”.

Además de en Vitoria, en otros 14 municipios del territorio se organizaron estos encuentros ayer en los que participaron familias de al menos 29 nacionalidades diferentes.

Estas comidas reunieron el año pasado a unos mil alaveses. Por parte de Zehar-Errefuxiatuekin, June Astobiza resaltó que “existe un interés y curiosidad por conocer a los nuevos vecinos de los pueblos y barrios, pero cuesta buscar el espacio y momento para ello”.