Hasta 10 puntos clave. Son los que quiere aclarar la Asociación Vitoriana de Patinetes Eléctricos (VPE), que forma parte de la plataforma Denok Batera, ante la “insistencia” de seguir apoyando medidas obligatorias para estos vehículos de movilidad personal (VPM) “que no benefician a nadie, sino que desincentivan el uso”. De hecho, está convencida de que no es necesaria una nueva ordenanza, si se cumpliera con la ley actual.
El primero de ellos, como precisa su presidente, Alberto Llorente, es el de subrayar que su asociación fue “antes que nadie” la primera en reclamar que los patinetes se sacaran fuera de las aceras. “Debemos usar calzada y bidegorris como vehículos que somos. Creemos que las aceras deben ser un espacio de tranquilidad exclusivo para las personas peatonas. Ni bicis, ni patinetes. No es ético. Nuestro lugar como vehículo es la calzada, las vías ciclistas o algunas y concretas zonas peatonales señalizadas”, declara Llorente, quien lamenta que un 27% de sus usuarios todavía circule por las aceras. Motivo por el que argumentan su segundo punto: “Que lo que se debe hacer es multar a los infractores y no requiere de ordenanza”.
La tercera cuestión a tener en cuenta es la habilitación de los bidegorris para su circulación, al ser algo que en la práctica ya se hace, pero no está regulado.
El cuarto aspecto es el referido al del seguro obligatorio, ya que creen que es desincentivador “para los que lo usan bien”. Y lo mismo haría exigir el casco, ya que “en Europa no hay ningún país que obligue su uso para las bicis en la ciudad. En Australia sí que obligaron y su uso bajó un 30%”, ilustra.
“Muy atractivo”
El quinto, que los accidentes han subido, pero por el aumento exponencial de su uso. “Ahora mismo, son la cuarta parte de la movilidad de Vitoria y en Barcelona ya son la mitad porque es un vehículo muy atractivo, por ser fácil, cómodo y porque ocupa poco y gasta menos”, agrega.
Su sexto punto apoya que la edad mínima sea de 15 años “porque hasta un niño de 10 años puede ir por la rotonda de América Latina”, aunque recuerdan que esto lo va a regular también la Dirección General de Tráfico (DGT).
El séptimo es el que matiza que la velocidad máxima permitida de 25 kilómetros por hora ya está regulada por la propia DGT.
El octavo es el de proponer “algo más sencillo”: el de equiparar los VMP a las bicis.
El noveno, el que insiste en más campañas de educación vial, de concienciación y formación, y el décimo, el último de todos los puntos que quieren aclarar, es “el de facilitar todo esto a todos los grupos políticos para llegar a un acuerdo cuanto antes”. –