Si de algo puede presumir la capital alavesa es, sin duda, de su diversidad y calidad gastronómica y, en especial, de la aclamada variedad de pintxos que se dejan ver en las vistosas barras de muchos locales de la ciudad.
Estos pequeños bocados, atractivos tanto para turistas como para la población local en cualquier estación del año, también han logrado este jueves una acalorada acogida en el emblemático Palacio de Villa Suso, donde se ha disputado la final del campeonato nacional del ‘Miniature Pintxos Congress 2023’.
Un certamen gastronómico, especializado en la alta cocina en miniatura que ha celebrado su décima edición por todo lo alto. De hecho, decenas de asistentes han podido disfrutar durante varias horas de una gala cargada de variedad gastronómica y cultural, acompañada de música y donde también ha habido espacio para el humor entre concursantes y espectadores.
Participantes
Un total de doce comunidades autónomas del Estado han formado parte de la segunda jornada del concurso; Asturias, Cantabria, Euskadi, La Rioja, Cataluña, Aragón, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Andalucía, Canarias, Baleares y Madrid han tomado los mandos de las cocinas para presentar unos pintxos de lo más apetecibles.
En este sentido, cada equipo, compuesto por tres chefs, ha tenido la oportunidad de elaborar su pequeño plato bajo la atenta mirada del jurado, compuesto por cinco miembros de distintas localidades. Asimismo, cada grupo ha tenido que elaborar un total de seis pintxos en un tiempo aproximado de quince minutos.
Castilla y León ha sido la encargada de prender fuego al acto con su pintxo ‘Desesperad@s’. Una elaboración que ha pretendido realizar un guiño a la actual delicada situación que vive la hostelería. El relevo de los fogones lo ha tomado Cataluña, con su original apuesta ‘Carmen y Micaela, Libertad y Pureza’. Un plato con “sabor tradicional y textura moderna” formado por una pieza de calamar y manitas de cerdo.
De igual modo, unos minutos más tarde, ha llegado el turno de la provincia vitivinícola, La Rioja, que, con la mirada puesta en las “nuevas ténicas”y en el pescado del territorio, ha presentado un cuidado tartar bautizado como “Trucha del Rioja”.
Asimismo, la propuesta del equipo canario tampoco ha dejado indiferente a los allí presentes tras presentar “El conejo me risó la perra”. Un guiño al origen y a la cultura de las islas a través de un delicioso bocado de conejo.
Lo que es evidente es que Gasteiz tiene ya, más que interiorizada, la cultura del pintxo. Una pieza gastronómica en la que, tal y como se ha reafirmado esta mañana entre fogones y emplatados impecables, es imprescindible seguir poniendo en valor el producto local.
