Este mes se cumplen dos años de una operación de la Guardia Civil contra el entramado criminal de la banda Blood en el Estado, operativo que tuvo a Gasteiz como eje de las investigaciones que culminaron con la detención de 13 personas en Euskadi, Barcelona y Madrid, con lo que la Benemérita dio por desarticulada la dirección de una banda con origen en la ciudad de Los Ángeles hace ahora medio siglo.

La denominada operación Laya se desarrolló el 20 de octubre de 2021 e imputó a los arrestados delitos como pertenencia a organización criminal, asesinato en grado de tentativa, tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas prohibidas, entre otros.

Según especificaron fuentes del instituto armado, las investigaciones se iniciaron tras detectar el asentamiento de un bloque de la banda en la capital alavesa. Bloque es el término con el que esta organización denomina a sus delegaciones territoriales.

Al parecer, según los investigadores, esta banda aspiraba a establecerse en diversas regiones del Estado para ampliar la base de sus operaciones delictivas. A tenor de la información facilitada por la Guardia Civil, miembros de la banda ya operaban en Álava, Gipuzkoa, Navarra y La Rioja, desde donde habían constituido el Bloque del Norte, dirigido desde Irún.

Entonces también se constató la existencia de varios bloques en Madrid y Barcelona, ciudad esta en la que residía la dirección estatal, que daba las directrices sobre las actividades de la banda criminal.

Se pudo comprobar cómo esta banda de carácter criminal operaba en gran parte del territorio nacional, quedando acreditada su relación con la delincuencia común, empleando para ello métodos sumamente violentos entre los que destacan robos con violencia y agresiones muy graves, e incluso intentos de asesinato.

Reyertas con machetes

Muestra de lo anterior, los investigadores de la Guardia Civil encargados del caso fueron capaces de documentar cómo estos individuos habrían provocado presuntamente enfrentamientos violentos contra miembros de otras bandas rivales asentadas en sus áreas de control. En estos enfrentamientos, habitualmente ejecutados en zonas verdes urbanas o en áreas de ocio, se descubrieron armas blancas de grandes dimensiones que provocaron lesiones de carácter grave entre los pandilleros.