El pasado 22 de septiembre Vitoria puso el colofón a la Semana Europea de la Movilidad con la celebración del Día sin Coche, que invita a la ciudadanía a prescindir del vehículo privado y utilizar el transporte público. DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA ha sondeado a la ciudadanía para testar cuál es el grado de satisfacción de vitorianas y vitorianos con respecto a la movilidad sostenible en la capital alavesa, y en líneas generales se puede decir que Vitoria-Gasteiz apruebe a la hora de facilitar desplazamientos limpios a sus vecinos, si bien, subrayan todos, aún hay recorrido por hacer.

ALternativas de movilidad

Ciclistas

Luis Mari Fernández regenta la tienda Ciclos Gasteiz y explica que la demanda de bicicletas urbanas va creciendo en la ciudad “poco a poco”, aunque “no estamos como a nivel europeo; hay, pero no es lo que se ve fuera”. Luis Mari explica que el ciclista urbano de Vitoria busca “todo lo que sea barato, para que si me la roban no me suponga gasto, y de ahí para abajo”. También, afirma, hay gente que usa bicicletas plegables porque viene de fuera y la puede meter en el coche, pero “en general es lo mas económico que haya y si puede ser de segunda mano y viejo mejor”.

Los vecinos aprueban la oferta de Vitoria para una movilidad sostenible

Luis Mari destaca que en otros países “ves bicis de 1.200 euros normales y la gente las trata como si fuera un coche. Vas a por el pan, la aparcas, vuelves a casa y la guardas en casa. Nosotros estamos acostumbrados a dejarla fuera y si está, bien, y si no hay que mirar otra. No somos conscientes de que se puede subir a casa, cuidarla, mantenerla... Como es una bici, nada, cada cierto tiempo le cambio lo que haya que cambiar y fuera”.

En cuanto a los accesorios propios del ciclista urbano, lo que más se vende son timbres y luces. “Somos más conscientes de su necesidad, y aparte que son 200 euros de multa, que no es broma”, explica.

En relación a las posibilidades que Vitoria ofrece para los desplazamientos en bicicleta, Luis Mari cree que “si lo comparamos con otros sitios está bien, no bien bien del todo, pero está bien. Hay que hacer las cosas poco a poco, los cambios no son de un día para otro, hay que ver qué funciona y qué no, ensayo y error”.

Sofía Merino ha estudiado Educación y Control Ambiental y por tanto no es de extrañar que utilice la bicicleta para moverse por Vitoria. A su juicio, la ciudad “está bastante fácil para moverse en bici, a veces es un poco complicado por el centro, pero está bastante bien, tanto por la ciudad como por la Naturaleza, por el Anillo Verde”. Sofía cree que iniciativas como el Día sin Coche son muy necesarias porque “hay que concienciar a la gente. Hay bastantes conflictos, yo he presenciado bastantes, hay que gente que todavía no quiere compartir aceras ni nada con las bicis”, sostiene la joven, que como mucha otra gente, tiene miedo bajar a la calzada con su vehículo. “Muchos conductores no respetan a los ciclistas y da miedo meterse ahí. Prefiero bajarme y andar que meterme en la carretera”, asegura.

En cuanto a las mejoras para una movilidad sostenible en Vitoria, Sofía cree que lo principal es “concienciar a la gente de que pueden convivir ciclistas y peatones, y por otro lado también hay tramos de bicicarril en Vitoria que están bastante dañados”.

Conductores

Remedios Segundo, cuyo nombre de pila se debe a que “mi abuelo se llamaba así y fui el primer nieto”, suele usar el coche para hacer sus recados. “Suelo usar el coche porque ya tengo una edad y no puedo cargar peso. Yo sería partidario de que no hubiera nada, de que fuera como cuando yo nací, en 1940, entonces el único vehículo que había eran las mulas y los burros y los caballos. Era más natural, pero eso ha cambiado y es lo que hay”, afirma.

Remedios se sacó el carnet de conducir con sesenta años, y cuando obtuvo el preciado documento su profesora de autoescuela le dijo que “tenía que procurar cogerlo todos los días para no perder el hábito, porque la gente mayor tiene muchos accidentes por falta de hábito. Si lo coges cuatro veces al año acabas cometiendo un montón de faltas de circulación”.

Este conductor no comulga con “tanto impedimento para circular, mientras que el Ayuntamiento está chupando el Impuesto de Circulación. Si no quieren que circulemos por la ciudad no sé para qué lo cobran, que nos hagan una rotonda para salir al exterior y nada más, y la ciudad quedará limpia, pero que no cobren y encima nos hagan la vida imposible”, lamenta. En todo caso, Segundo reconoce que tiene un buen acceso al transporte público, pero “me gusta salir y hacer las cosas lo más rápidamente posible. Además ya estamos solos, la mujer no está muy bien de salud y yo tengo que hacer la comida y todas esas cosas”. “A mí me gusta andar, con compañía porque solo si te pasa algo no hay quien te salve –concluye–, pero para hacer las compras prefiero el coche”.

María Salomé ha cogido el coche justo en una jornada tan señalada como el 22 de septiembre “porque teníamos que hacer unas cuantas cosas y no nos ha quedado más remedio que cogerlo; normalmente vamos en tranvía o autobús”. A su juicio, el transporte público en Vitoria está bien “depende de dónde vivas, nosotros vivimos al lado del Seminario y el BEI nos viene muy bien para desplazarnos, lo de hoy ha sido algo puntual”. En cuanto a limitar el uso del coche en la ciudad, considera que es correcto, sobre todo para reducir la contaminación, pero “dentro de un límite, porque últimamente está insoportable por todos los sitios. Yo he tenido que ir con el coche a Ariznabarra, y el cruce de arriba está fatal”.

Usuarios del BEI

En la parada del BEI del Seminario, Asier Erdozain espera a que llegue el transporte público para ir a estudiar al Aulario de la UPV. En su opinión, Vitoria es una buena ciudad para moverse de manera sostenible. “En Vitoria es mucho mejor utilizar el transporte público, si coges el coche es porque es inevitable, para ir a las afueras, si no no merece la pena, tanto por la circulación como por aparcar. Nos vamos encaminando hacia un uso mayor de la bici, el patinete o el autobús”, señala el joven, que no supo que ayer subir al BEI era gratis hasta que fue a pagar con su txartela y vio que la máquina estaba fuera de servicio.

Eso sí, el joven recuerda que “Vitoria es una ciudad con mucha industria y quien tiene que ir a Júndiz a trabajar, por ejemplo, lo hace mayoritariamente en coche”.

José González, que tampoco sabía que ayer el transporte público en Vitoria era gratis, es un usuario habitual del BEI. “Yo voy de aquí a Salburua y no tengo ningún problema. Cuando voy a Elorriaga no tengo autobús, pero tampoco esta tan lejos”, señala este jubilado, que agradece que el 22 de septiembre el billete sea gratis, aunque “como estoy retirado tampoco tengo que pagar una barbaridad, si no sí que lo miraría más”.

En opinión de José, “quitar los coches de la ciudad es difícil, sí habría que evitar la contaminación, pero no lo veo muy claro”, afirma el usuario, quien recalca que en materia de movilidad “los ayuntamientos también se equivocan; al BEI ahora le van a quitar un carril después de fastidiar todo”. José cree que, “teniendo conductor, puede compartir carril con otros vehículos, es igual que cualquier otro coche”.