Cuando el reloj ha marcado este sábado las seis y media de la tarde, en la plaza del Matxete ha empezado a escucharse el sonido inconfundible de la txalaparta.

Los golpes rítmicos de los palos de fresno percutiendo sobre las tablas de madera han anunciado así, de forma especial, tal y como se hace en las fiestas importantes de la cultura vasca, el comienzo de uno de los platos fuertes del primer día de la Federación de Asociaciones de Blusas y Neskas Gasteizko Jaiak: la entrega de la V Abarca de Oro.

En esta ocasión, ha ido a parar a Julio Roca (Vitoria, 1960), por su esfuerzo a la hora de retratar todos los eventos de la ciudad y por su fomento a la visibilidad del deporte adaptado y minoritario.

De esta manera, el hombre que siempre se esconde detrás del objetivo de su cámara, fue el que ha acaparado esta tarde todos los flashes al recibir este premio que en la pasada edición reconoció el trabajo de la comparsa de gigantes y cabezudos de la ciudad al llevar la música y la alegría por las calles de Vitoria desde 1917.

El trofeo

Roca, pese a que no es la primera vez que recibe un homenaje de este estilo, al haber sido Celedón de Oro y txupinero de las fiestas de La Blanca, ha recibido emocionado este último galardón que, a buen seguro, exhibirá en un sitio preferente de su hogar, a tenor de las declaraciones que ha hecho a este periódico:

“Es un orgullo que reconozcan la labor que hago, que es dar visibilidad a asuntos que no se ven en demasía. Hace mucha ilusión, aunque ya haya recibido otros, y siempre es mejor que lo hagan en vida –decía entre risas–. Por eso, doy las gracias a la Federación”.

Vida marcada por la polio

A Roca su vida le cambió de pequeño, cuando sufrió la polio. Su enfermedad le llevó al sanatorio de Gorliz (Bizkaia), donde residió varios años tratándose de la misma. Allí se inició en la disciplina del tenis de mesa.

De 1974 a 1975 estuvo en el INRI de Madrid, donde continuó con su deporte, y una vez de vuelta en Gasteiz, se involucró en la creación del club.

Ya de adulto, decidió dedicar su tiempo libre a fomentar el deporte adaptado y también a darle visibilidad, ante la falta de imágenes. En 1980, fue cofundador de los orígenes del Club Deportivo Zuzenak, donde únicamente había dos deportes.

Roca lo presidió hasta enero de este 2023