El color blanco volvió a ser el predominante en el amanecer de ayer jueves pero sin llegar a alterar el pulso de la ciudad en las primeras horas de actividad. La intensa nevada de la tarde del miércoles sirvió para impregnar de un blanco uniforme a Gasteiz. Durante las horas de la madrugada para buscar las primeras luces del jueves, a pesar de que los copos siguieron cayendo no lo hicieron con la intensidad necesaria para convertirse en una gruesa capa. Incluso, hacia las siete de la mañana, esa nieve se transformó en gotas de agua y contribuyó a reducir el color blanco sobre las carrocerías de los coches, tejados, jardines y calzadas de las calles.
En previsión de que se cumplieran los vaticinios más alarmantes en cuanto al volumen de precipitación, en la jornada previa se había organizado un ejército de medios humanos y técnicos listos para combatir una hipotética masiva presencia de un ingrato enemigo como la nieve en las calles. Junto a las sacas de sal repartidas por diferentes puntos estratégicos de Gasteiz se situaron también pequeñas excavadoras con las que ir abriendo sendas peatonales y despejando las arterias principales, que son las más utilizadas a primera hora en el tránsito hacia los polígonos industriales. Antes de que despuntara el amanecer ya se pudo comprobar que la nevada no iba a tener dimensiones reseñables y eso facilitó el despertar a miles de gasteiztarras. De esta manera el acceso a los grandes complejos industriales se llevó a cabo sin ningún sobresalto y con la precaución de los conductores que optaron por acudir a su puesto de trabajo a bordo de su propio vehículo. El mercurio tampoco se desplomó más allá de un par de grados bajo cero impidiendo que se generara el denominado hielo negro, que tanto pavor y estragos causa en estos temporales.
Bomberos en la Avenida
El siguiente hito superado fue el movimiento de escolares con rumbo a sus centros educativos.
Suele ser más problemático en los colegios situados en los barrios de expansión de la ciudad, pero la maquinaria dispuesta para esta misión se esmeró en desbrozar las rutas de acceso eliminando la nieve que pudiera suponer un obstáculo. Así se pudo contemplar, poco después de las 8.15 horas, a una pequeña excavadora junto a tres operarios retirando nieve de los pasos de cebra adyacentes al colegio de Infantil y Primaria de Zabalgana, en el comienzo de la Avenida Naciones Unidas. Antes de llegar a ese punto se encargó de eliminar el blanco elemento de la calzada de esa importante calle y de la cercana Avenida de Zabalgana.
Similar estampa se repitió en el barrio de San Martín. Para antes de las nueve de la mañana los caminos que enfilaban el centro de salud del barrio y el colegio lucían ya despejados por el arduo trabajo de una minicargadora Bobcat, equipada con las palas necesarias para retirar la nieve a su paso. Arterias como Bustinzuri, Ignacio Díaz de Olano o los accesos a las oficinas municipales lucían expeditos.
Sobre las 10.30 horas una dotación de los Bomberos municipales se personó en el número 28 de la Avenida de Gasteiz para retirar la nieve del alero del tejado de pizarra, que amenazaba con caer al suelo en esa concurrida arteria.
El color blanco fue desapareciendo ya por la tarde cuando la incesante presencia de la lluvia convirtió las calles en unas balsas de agua junto a la nieve en proceso de deshielo.
