2023 va a ser para ellas un año inolvidable. En escasas semanas, incluso días en algunos casos, se convertirán en madres por primera vez y por ello están viviendo unas fiestas del todo atípicas, de “contención” generalizada, pero sin duda también felices por lo que se avecina. Su verdadero “gordo de Navidad”.

Son Nagore Beltrán de Heredia, Naiara Gracia, Alana Rincón, Irune Pan, Sara Polo y Nagore de Caso, que se han animado a compartir con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA sus deseos para este nuevo ejercicio. Un 2023 al que en todos los casos, y por encima de todo, piden “salud”. Y también, entre otras cosas, que los disparados precios por fin se moderen.

El centro de Actividad Física Adaptada Almudena Cid, que de un tiempo a esta parte ha pasado a ser la segunda casa de estas futuras amatxus, sirve de escenario para la entrevista y la sesión de fotos. Es lunes, acaba de pasar el día de Navidad y el grupo ha realizado una clase de marcha nórdica por el cercano parque de Arriaga. La primera pregunta es obligada: ¿Qué le pedís al nuevo año?

“Sobre todo, que los niños vengan muy bien, sanos, y con mucha salud”, reclama la primera integrante del grupo. “Yo igual que Nagore. Sobre todo salud, que el parto vaya súper bien y que nos vaya a todas genial”, lanza su compañera Naiara. “Que volvamos a situaciones prepandemia y podamos disfrutar mucho con los babies. Que salga todo bien”, demanda, por su parte, Alana. “Salud, felicidad y que podamos estar todos tranquilos”, pide Irune “en la misma línea. “Vamos a pedir salud y una situación estable para poder dedicarles tiempo de calidad”, añade Sara. La segunda Nagore del equipo, que se decide a ser “un poco más materialista” en su demanda, apunta también como deseo a la mejora de la inflación: “que va a haber que comprar muchos pañales”.

El desmesurado aumento de los precios preocupa al común de los mortales y en este grupo, lógicamente, no es una excepción. Dado que Nagore ha puesto el problema sobre la mesa, resulta obligado ahondar en él.

“Ahora que viene otro miembro a la familia, se va a notar mucho más esa subida de precios. Porque hasta ahora en mi caso éramos dos, trabajando los dos. Te aprietas el cinturón, pero tampoco mucho. Creo que ahora nos lo vamos a tener que apretar más si todo va igual. A ver si mejora”, coincide su tocaya.

“En mi caso somos dos y una mascota”, señala Naiara. “Y la verdad que se ha notado que todo ha subido. Y ahora con el tema pañales, más va a subir aún. Por mucho que pongan black fridays, se queda todo en agua de borrajas”, apostilla.

En casa de Alana, entretanto, están optando más “por reducir gastos, por ser muy prácticas”. “Y creo que eso va a ser la línea también para los años que vienen, gastar lo menos posible”.

“He vivido en Barcelona y me vine a Gasteiz con la previsión de que igual los costes bajaban, y no se ha notado que haya bajado nada”, lamenta por su parte Irune, también deseosa de que los precios se contengan en este 2023 que viene.

Sara, por su parte, reconoce que en su casa comienzan a enfrentarse ya a “esa situación de tener que renunciar”. “De tener que elegir entre trabajar más para tener un poder adquisitivo y un nivel de vida adecuados, o trabajar menos para poder dedicar más tiempo a la crianza. Es una situación difícil y se vienen muchas renuncias”, asume.

“Nosotras en casa, lo mismo. Somos dos, más dos perros, más la cría que viene. Nos va a tocar aprender a gestionar todo estirando mucho el chicle”, reconoce, por su parte, Nagore de Caso.

Todas comparten igualmente el deseo de que los grupos de actividad física adaptada para embarazadas como el de que forman parte tengan continuidad a futuro gracias al impulso de la Fundación Zuzenak y el compromiso del Ayuntamiento.

“Es importante que se siga apostando por este tipo de actividades”, coincide el grupo. Sería también deseable que se fomentase esta práctica, según apuntan, en la etapa post parto.

Nagore de Caso, Sara Polo, Irune Pan, Alana Rincón, Naiara Gracia y Nagore Beltrán de Heredia, en el gimnasio del Centro de Actividad Física Adaptada. Alex Larretxi

Unas navidades distintas

Por motivos obvios, están siendo unas navidades muy diferentes a las habituales para las dos Nagores, para Naiara, para Alana, Irune y Sara, aunque también con tiempo y recursos para disfrutar en la medida de lo posible.

“No poder brindar con cava o con vino es lo peor. Es todo un poco raro, pero contentas”, resume Nagore Beltrán de Heredia, a la que restan menos de ocho semanas para el parto.

“Las navidades... pues conteniéndome un poquillo. La birrita ya no te la puedes tomar, el turroncito medido... pero con ganas de que venga el regalazo”, reconoce por su parte Naiara, a menos de nueve semanas vista.

“Han sido ya las navidades de la futura niña. Se nos ha adelantado con regalos del Olentzero a todos. Pero muy bien”, comparte Alana, que en el momento de realizar esta entrevista se encontraba a apenas 20 días del gran momento.

“Las navidades igual. Intentando hacer los excesos que podemos dentro de lo posible. El vinito se echa de menos, pero esperando el regalo, ese gordo de Navidad, que llegará pronto”, apunta, entretanto, Irune.

“El platito de jamón congelado no ha faltado. Ni el vino 0,0. Hay cositas. Pero, sobre todo, lo que más he notado es la energía. Lo vives con otro ritmo. Te apetece tranquilidad. Son las últimas navidades sin niña y ya pensando en cómo nos organizaremos el año que viene”, subraya Sara.

Para la segunda Nagore del grupo, que ha vivido unas fiestas de “salobreña, jamón congelado y mucha ilusión por parte de todos”, tampoco faltan los nervios. “Según se va acercando la fecha... asusta un poco”, reconoce.

Ya solo queda pedir que todos estos buenos deseos se cumplan.