La presidenta de la Federación Plataforma Trans se muestra muy crítica con el PSOE, que empujado por sus “sectores más reaccionarios” quiere modificar algunos de los aspectos centrales del proyecto impulsado por el Ministerio de Igualdad –en manos de sus socios morados–. Las discrepancias se han traducido en 37 enmiendas socialistas al texto y han sido notorias en aspectos como la autodeterminación de género de los menores. Un proceso que, según denuncia la histórica activista, ha estado también trufado de “bulos” e “intoxicación” hacia el colectivo. Cambrollé (Sevilla, 1957), que en 2018 se declaró en huelga de hambre para exigir la tramitación de esta ley, compartirá coloquio en el centro cívico Aldabe –18.30 horas– con Isaac Guijarro, director jurídico de Olympe Abogados, Lourdes Gómez –del colectivo KIF-KIF– y la parlamentaria de EH Bildu Oihana Etxebarrieta, en el marco de un ciclo de charlas organizado por Alternatiba.

En la tramitación de esta Ley Trans que tanto ha reivindicado seguramente habrá pasado por todos los estados de ánimo.

Sí. El primer estado de ánimo fue bastante positivo, cuando Pedro Sánchez anunció en su discurso de investidura que íbamos a tener una Ley Trans y una Ley LGTBI en este mandato. Después vimos también cómo esto formaba parte del acuerdo programático con Unidas Podemos, y fue un motivo de muchísima alegría. Por primera vez, desde un gobierno se abría la puerta a posibilitar la igualdad de oportunidades para las personas trans y a resarcir una deuda que la democracia tenía con ellas. Fue un motivo de muchísima celebración, pero a partir de ahí hemos pasado a una estrategia y un argumentario desde los sectores más reaccionarios del PSOE y a una criminalización del colectivo. Una serie de mujeres como Carmen Calvo, Alicia Miyares, Amelia Valcárcel o Ángeles Álvarez, que no son muchas pero sí tienen un estatus de poder importante, que han perpetrado la peor campaña de violencia que hemos sufrido las personas trans en estos 44 años de democracia.

Argumentan los socialistas que, con las enmiendas que han presentado, buscan dotar de mayor seguridad jurídica a la norma.

El disenso es lícito e incluso necesario, porque desde ahí se puede llegar a posiciones más equilibradas. Pero en este caso no hablamos de disenso ni de opiniones, sino de criminalizar a las personas trans, sobre todo a las mujeres. De montar bulos de una manera muy macabra e irresponsable contra los menores trans. Decir que nosotras somos un peligro supone resucitar el fantasma del franquismo. Es cebarse de una forma deliberada, pueril y dañina con un grupo ya vulnerable. Y situarnos en una diana para que personas fanáticas actúen de manera impulsiva. Hay discursos de odio que tienen una relación directa con el aumento de las agresiones al colectivo LGTBI, y esto es muy grave.

¿Ha vivido un ambiente tan hostil hacia el colectivo ‘trans’ a lo largo de su trayectoria?

Yo, como activista histórica, he tenido que vivir una oposición que siempre ha sido identificada con los sectores más reaccionarios y con la ultraderecha política. Ha sido la primera vez en la que el argumentario del odio proviene del PSOE. Diría que ha sido la guía espiritual de la ultraderecha, que nunca ha creído ni cree en el feminismo y es negacionista de la violencia de género.

Hoy mismo –por ayer– el PSOE ha anunciado que sigue adelante con sus enmiendas al texto original. ¿Qué le ha pasado por la cabeza?

Estamos indignadas y muy dolidas porque no reconocemos a un partido que, incluso para imponer algo inconstitucional –privar del derecho a la identidad a los menores–, necesita la alianza con la derecha. Hemos hecho un gran trabajo en este periodo largo, no solo de confrontación en las calles, sino también de pedagogía política y social, y nos alegra que partidos políticos que ideológicamente pueden estar en las antípodas hayan antepuesto los derechos humanos de las personas trans. Lo más triste de todo esto es que en el otro lado de la esquina solamente han quedado Vox, PP y PSOE. Con estas enmiendas nos quieren retrotraer a tiempos pasados. Si el PSOE se alía con la derecha para recortar derechos a las personas trans, para no respetar sus derechos humanos, será un partido non grato en el Orgullo y todos los eventos que organicemos desde el colectivo LGTBI.

La charla de este martes lleva como título ‘Desmontando bulos’. De todos los que se han difundido, ¿cuál le ha parecido el más sangrante?

Bueno... no hay nada más antagónico al feminismo que hablar como se ha hecho del borrado trans de las mujeres. Si en tantos siglos de historia la mitad de la población, los hombres, no ha podido borrar a las mujeres, cómo lo vamos a hacer el dos por mil de la población. Me parece ridículo. Lo peor de todos estos bulos es que se han cebado con las mujeres y los menores, que son las dos partes más vulnerables del colectivo trans.

A estas alturas, ¿preferiría que saliera adelante una ley ‘trans’ recortada o seguir igual, con legislaciones propias potentes como las de la CAV o Navarra?

España tiene una asignatura pendiente para cruzar la frontera de la igualdad, que es la igualdad de las personas trans. Y si eso no se lleva a cabo porque el PSOE impone un recorte a la autodeterminación de los menores aliándose con la derecha, pediremos a todo el colectivo LGTBI que milite en ese partido lo abandone. No sé qué asesores tiene el PSOE, porque le están llevando al harakiri.

‘Habrá Ley Trans’, ese lema que tanto han repetido en los últimos tiempos, ¿se hará realidad?

A pesar del PSOE, habrá Ley Trans. Porque los derechos humanos ya no tienen freno. Porque hay un gran consenso social. Porque hay 15 comunidades de 17 que ya legislan. Yo le pido a Pedro Sánchez que tome la valentía que en su día tuvo José Luis Rodríguez Zapatero, que recibió protestas de más de un millón y medio de personas contra el matrimonio igualitario y no torció. No torció, y el tiempo lo ha demostrado, porque estaba en el lado correcto de la historia. Y hoy nos puede mirar a los ojos. Pedro Sánchez debería ejercer de presidente de todos los españoles y no solo de las cuatro mujeres trasnochadas de su partido. Habrá Ley Trans.