Helena García fue diagnosticada con trastorno bipolar hace poco más de dos años. Tras llevar meses en un estado de euforia absoluta e hiperactividad máxima -solo dormía una hora al día y se mantenía las 23 horas restantes con mucha energía y vitalidad- acudió a su médico de cabecera para cuestionarle si dicha euforia y energía no eran indicador de que algo estaba fallando. Y, efectivamente, tuvo que ser ingresada más de un mes en el hospital de Santiago, en psiquiatría, para lograr bajar ese estado.

Después, sufrió durante más de ocho meses depresión. Son los síntomas habituales del trastorno bipolar, una enfermedad mental que a veces pasa desapercibida para el conjunto de la sociedad. Orekabide, la asociación para el apoyo de familiares y afectados por el trastorno bipolar y la depresión, organiza hoy un evento en el que colabora DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA para poner el foco en la importancia de la salud mental y, en concreto, en la importancia de la detección y tratamiento de la depresión y del trastorno bipolar.

Cuando Helena fue diagnosticada de trastorno bipolar hace dos años entendió que aquella euforia que sentía no era normal. En su caso, desde entonces ha sabido plantar cara a su enfermedad y su lucha diaria pasa por romper los estigmas de este trastorno. De hecho, sacó fuerzas para que, junto a Mila Manzanal (presidenta de la asociación) pudieran crear este apoyo incondicional para todos los pacientes y familiares. 

Asegura y reconoce que el inicio de la enfermedad fue un momento complicado para ella, pero, especialmente, también para su familia que no sabía dónde acudir en busca de ayuda. Ana González Pinto, jefa de servicio de psiquiatría de la OSI de Araba, cumplió un papel esencial en el tratamiento de Helena, tanto así que hoy agradece todo su trabajo: “Me ayudó muchísimo como también ha ayudado en esta asociación”, agradece. Y ahora es ella quien quiere seguir ayudando.

El evento de hoy, de hecho, tiene esa finalidad: romper con todos los estigmas y prejuicios para normalizar y ayudar a todos los pacientes que sufren trastorno bipolar. Bajo el lema construir un espacio para la salud mental desde Orekabide invitan a todos los ciudadanos a la jornada que consta de varios momentos.

 A las once de la mañana, en la plaza de Virgen Blanca, será una construcción participativa de domos, por parte de personas afectadas, familiares y ciudadanos. Una hora y media más tarde, será la creación de mensajes y dibujos en torno al trastorno bipolar y la depresión por parte de niños y adultos.

A las cinco de la tarde habrá un taller de creatividad dentro de las cúpulas geodésicas construidos por la mañana y a las 18.30 horas un taller de psicodrama dentro de los domos. A las ocho de la tarde concluirá esta jornada con una actividad colectiva de cierre.

El objetivo de esta jornada es dar a conocer y acercar el trastorno bipolar a la población en general, además de corregir prejuicios que existen en torno a estos trastornos en particular, y a la salud mental en general. De hecho, este también es uno de los objetivos principales en los que trabajan día a día desde la asociación. No en vano, Orekabide es una asociación alavesa creada para ayudar a personas que padecen de trastorno bipolar y a sus familiares.

La asociación fue creada por un grupo de personas que requerían de esta ayuda “y en todo el territorio de Euskadi no existía ninguna otra asociación de esta índole”, explica Helena García. Para ello, la asociación organiza eventos, actividades, grupos de autoayuda, reuniones y excursiones con el fin de conocer a fondo la forma de superar estos problemas de salud mental.

Trastorno maniacodepresivo

Se estima que entre el 2 y 5 % de la población sufre trastorno bipolar, aunque hasta el 50 % de los pacientes, todavía no lo tiene diagnosticado. Son datos altos que para Helena García ocupan y preocupan y ponen en alerta sobre la importancia de sensibilizar sobre esta enfermedad crónica. A este trastorno también se le denomina trastorno manioacodepresivo o depresión maníaca, en términos más antiguos. Todos los pacientes tienen un síntoma en común: altibajos que pasan de un extremo a otro.

En ocasiones, el paciente, puede sentirse extremadamente animado, eufórico, irritable o con energía. A este episodio se le conoce precisamente como maníaco. Después pasa por episodios menos agradables, como excesivamente triste por lo que ha hecho, desesperanzado, deprimido e incluso con fuertes depresiones donde solo ven salida con el suicidio. Por eso, la importancia de detectar este trastorno y recibir la ayuda necesaria a tiempo.

Otro de los síntomas comunes es dormir excesivamente poco, una hora o dos, y aún así lograr mantener la energía suficiente para todo el día. También puede ocurrir que en momentos de euforia el paciente realice acciones peligrosas o arriesgadas, “que muestren falta de juicio, como comer y beber demasiado, gastar o regalar mucho dinero o tener relaciones sexuales poco seguras”.

Para tratar este trastorno, tanto los episodios maníacos como los depresivos, es importante que el paciente esté en manos de un psiquiatra y con medicación se logre controlar esta enfermedad mental. Asimismo, según recomiendan desde Orekabide, también es importante el propio estilo de vida del paciente, ya que esto determinará su recuperación de episodios. “En estos casos para bajar los episodios maníacos y depresivos hace falta medicación sí o sí. Pero también es muy importante el tema terapéutico y llevar una vida saludable en todos los sentidos, hacer deporte y llevar una buena alimentación. La estabilidad horaria es crucial y, por supuesto, tener calidad de sueño es una de las claves para superar el trastorno. Dormir una hora al día y estar con energía durante meses es un síntoma evidente de este trastorno”, informa.

No obstante, la cura definitiva no existe, al menos a día de hoy, ya que se trata de una enfermedad crónica, en un porcentaje muy elevado de los casos. Sí que es importante llevar un tratamiento médico y controlado por los psiquiatras, así como un buen estilo de vida y calidad de sueño, que logren que el paciente sufra menos episodios de cambios en su comportamiento o en el propio estado de humor.

Pero, lo más importante, según destaca una de las fundadoras de esta asociación, es seguir rompiendo las barreras y el estigma social y rechazo que causa esta enfermedad ya que, en muchas ocasiones, los pacientes es lo que peor toleran de esta enfermedad. Y es que el trastorno bipolar (así como la propia depresión) causan generalmente un rechazo social que el paciente sufre fuertemente. Necesitan, como en cualquier otra enfermedad, un apoyo social y no ser apartados por esa enfermedad, según cuenta Helena García. Y es que detalla que, además, en muchas ocasiones, estos pacientes son despedidos de sus empresas por tener esta enfermedad o incluso que reciben el rechazo de sus propios amigos que no apoyan este trastorno.

“A los propios afectados el propio estigma social les produce más rechazo que su propia enfermedad porque les produce mucho sufrimiento y, sinceramente, es muy difícil superar ese rechazo general que tiene la sociedad hacia el trastorno bipolar. Hay muchas empresas que despiden a un trabajador por ser bipolar, o amigos que se han enterado que uno del grupo tiene esta enfermedad y deja de hablarlo”, explica Helena. “Viendo todas estas situaciones, hay muchos pacientes que tienen miedo de contar que tienen esta enfermedad y que precisamente por este miedo, no aceptan que tienen el trastorno bipolar. Y esto es muy duro. Si de por sí estar enfermos es duro, tener miedo a contarlo lo empeora todo. Tenemos que tratar a las personas con una enfermedad mental como a cualquier persona con otra enfermedad cualquiera. No nos tienen que tratar diferentes”, pide.

Y de ahí la importancia de visibilizar esta enfermedad. De hecho, en muchas películas ya han comenzado a visibilizar el trastorno bipolar, pero, en este sentido, desde Orekabide recomiendan que hay que tener cuidado a la hora de documentarse sobre esta enfermedad, porque “a veces ciertas noticias o películas distorsionan la realidad y nos acaban haciendo más daño”, se lamenta.

En este contexto, asegura que “en medios de comunicación y en películas se exagera, a veces, lo que es el trastorno. En otras ocasiones lo hacen bien, pero en algunas películas no se refleja bien ni es fiable cómo nos definen, distorsionan mucho la realidad y esto nos hace mucho daño”, asegura. Por eso, “hay que tener cuidado y ser selectivo, sobre todo, tratándose de un tema tan delicado como es la salud mental”, recuerda.

Helena García está en la asociación desde los inicios de su creación y además de vivir este trastorno es su propia experiencia, asegura que día tras día poder ayudar a personas que están en su situación, es lo más reconfortante. Por ello, anima a todos los pacientes y a sus familiares a formar parte de Orekabide para recibir toda la asistencia y apoyo emocional necesarios para todos los afectados.

Para dar ese apoyo y esa ayuda emocional, la asociación organiza eventos, actividades y excursiones con el fin de ayudar y compartir las vivencias de cada uno. Se realizan reuniones y charlas dirigidas por profesionales de la psiquiatría o psicología en las que las personas diagnosticadas de trastorno bipolar o depresión y sus familiares puedan conocer a fondo la forma de superar estos problemas de salud mental, se crean grupos de apoyo mutuo en los que quienes han sufrido un trastorno bipolar puedan compartir sus experiencias y brindarse ayuda y, asimismo, también se convocan actividades lúdico-recreativas en la que los pacientes puedan gozar del placer de compartir momentos de ocio que generan optimismo y una actitud positiva con la que superar posibles recaídas.

Para todo ello, todas las personas con trastorno bipolar y depresión que necesiten este apoyo emocional y orientación, pueden contactar con la asociación y conocer así otras experiencias de distintos pacientes y poder así lograr ese apoyo emocional. “Para mi la asociación es como una familia”, dice Helena. El contacto es mediante email en orekabide@gmail.com