Dos agentes de la Ertzaintza que han declarado en el juicio por el caso de corrupción y abusos sexuales a menores tutelados por la Diputación de Álava han mantenido que era "imposible" que los acusados no se dieran cuenta de que estaban pagando por sexo a un menor de edad, según han indicado fuentes de las acusaciones.

Este miércoles ha continuado en la Audiencia Provincial de Álava el juicio por unos hechos que se remontan a 2016 y que arrancó este lunes con diez hombres sentados en el banquillo acusados de corrupción de menores, abuso sexual, exhibición de pornografía ante menores y delitos contra la salud pública.

De esos diez acusados cuatro han pactado con las acusaciones una reducción de sus penas a cambio de reconocer su culpabilidad. Tres lo hicieron el lunes y aceptaron penas de cárcel de entre 1 y 13 años y el cuarto ha reconocido hoy la comisión de dos delitos de corrupción de menores y uno de abuso sexual y ha leído una carta de arrepentimiento y perdón en el inicio de una sesión que ha transcurrido a puerta cerrada.

Los detalles de la condena de este último se conocerán el lunes cuando se modifiquen las conclusiones provisionales de las acusaciones ya que el acuerdo de conformidad a diferencia de los otros tres procesados se ha producido una vez iniciado el juicio. Fuentes de estas acusaciones han explicado que la pena a imponer rondará los cinco años y medio de prisión.

En la vista de este miércoles ha declarado asimismo uno de los jóvenes con los que los acusados mantuvieron contactos sexuales, que en el momento de los hechos tenía 14 años, y dos agentes de la Ertzaintza que participaron en las primeras declaraciones de los menores tutelados involucrados en este caso, que ahora son todos mayores de edad.

Según han indicado fuentes de las acusaciones esta persona ha reconocido los contactos que mantuvo con los seis acusados que siguen en el juicio y quienes durante su declaración el pasado lunes mantuvieron que desconocían que las personas a las que pagaban por sexo eran menores y que pensaban que todo era legal porque contactaban a través de una web de adultos.

Las mismas fuentes han explicado que el joven ha dejado claro que los acusados no tuvieron ni la más mínima intención de comprobar su edad y que esta no se correspondía con los 18 años que decía que tenía. "A alguno (de los acusados) sí que le llegó a decir que tenía menos de edad y a pesar de todo siguió con él", han añadido.

Han indicado que incluso el joven ha ratificado que era muy difícil entender que fuera mayor de edad.

Los dos ertzainas que han testificado han confirmado que el aspecto de esta persona no era en absoluto la de un mayor de edad: que era imberbe, con cara redonda de niño. Además, ni su comportamiento, ni su actitud, ni su forma de pensar correspondía con la de un mayor de edad y era imposible no darse cuenta de ello, han dicho.

Por la tarde estaba previsto que declararan más jóvenes pero las acusaciones han desistido porque su testimonio estaba vinculado con los cuatro acusados con los que se ha llegado a un acuerdo de conformidad. El jueves continuará el juicio con la declaración a puerta de cerrada de media docena jóvenes.

La Fiscalía solicita penas que superan los cien años de cárcel para los seis acusados que siguen en el banquillo de los acusados.

En el proceso judicial también está personada como acusación particular la Diputación de Álava que se ha adherido a la petición del Ministerio Fiscal y la Asociación Clara Campoamor que como acusación popular reclama penas que oscilan entre los 15 y los 29 años y medio de prisión para los seis procesados.