Vestirse la blusa, el pantalón de mil rayas, la falda, los pololos y calzarse unas abarcas obliga al portador de la indumentaria a zambullirse en una frenética actividad toda la jornada más allá de los momentos álgidos del paseíllo hacia ningún lugar y el regreso desde no se sabe dónde.

Un simple paseo por la zona centro de Gasteiz ayer al mediodía convirtió en una quimera recorrer más de medio centenar de metros sin toparse cualquier de las actividades organizadas por las cuadrillas. Siberiarrak fueron los más madrugadores al plantar a las 9.15 horas el autobús para donar sangre en General Loma. De nuevo la vertiente más solidaria de esta cuadrilla se puso de manifiesto con la organización de esta actividad y como también mostraron con la visita que llevaron a cabo, el viernes, a los internos de la residencia Albertia Campus.

El descenso en las reservas de sangre cuando llegan las fechas estivales llevó a Siberiarrak a animar a los despistados gasteiztarras que transitaban por las inmediaciones de General Loma a subirse al vehículo transformado en su interior para llevar cabo las donaciones. Megáfono en mano, el speaker oficial de la cuadrilla en estas fiestas, Alberto Rodríguez, junto a otro compañero de fatigas trataba de aumentar el número de donantes recordando cuestiones vinculadas a la duración de los glóbulos rojos o las plaquetas después de la extracción. Su palabrería logró un goteo de vitorianos que subieron las escalerillas del autobús y prestaron su brazo para donar sangre. No tuvieron tanto éxito cuando el exjugador de baloncesto y comentarista radiofónico, Iñaki Garaialde, apareció por General Loma junto a su familia y amablemente agradeció la invitación y se adentró en la concurrida calle Postas.

Margotxef en la Virgen Blanca

El centro de la plaza se convirtió en una gran cocina al aire libre con una nueva edición de Margotxef, organizado por los activos Gasteizko Margolariak. Un total de 16 parejas de pequeños cocinillas, entre seis y doce años, trabajaban con esmero en la elaboración de la ensalada y el pintxo que marcó la organización como platos de obligada elaboración. Dos de esos aspirantes a estrellas de la cocina, Unai Yaba e Iker Ledo, terminaban de ensartar los últimos trozos de piparra, tiras de bacon y pimiento en la primera creación que lograron rematar, Ambos admitieron su gusto por todo los vinculado a los platos y los fogones y, en especial, Iker reconoció cómo su pasión por la cocina es algo que le ha llegado a través de su abuela.

Edición tras edición, con la séptima celebrada ayer el concurso está ya asentado dentro de las actividades que Gasteizko Margolariak prepara para cada ciclo festivo de La Blanca. Los blusas y neskas de la cuadrilla observaban con detenimiento el trabajo de los pequeños cocineros, antes de sentarse a evaluar los platos elaborados por cada uno de ellos y dictar sentencia sobre cuáles eran los más destacados.

También vinculado a la gastronomía, en la Plaza del Arca, el pintxo-pote solidario de Akelarre y Siberiarrak, fue la mejor invitación para que los vitorianos que paseaban por la calle Dato, poco después del mediodía, disfrutaran de las creaciones culinarias ofrecidas, el clásico pintxo de tortilla, mousse de hummus y zanahoria o queso de Azaceta y pudieran remojar el gaznate. Todo ello estaba revestido de acto solidario a cambio de un simbólico precio de 1,50 euros y destinado a la asociación protectora de animales Los Olvidados. Esta organización sin ánimo de lucro se encarga de rescatar y proteger a los animales que pasan por complicadas situaciones. Una pequeña representación de ellos estuvo ayer presente en ese pintxo-pote y algunos de sus integrantes ofrecieron explicaciones a los gasteiztarras que mostraron su curiosidad. Además se llevó a cabo una rifa donde se sortearon un lote de productos ecológicos, productos profesionales de peluquería y café.

A mover las caderas

Después de los banquetes gastronómicos el programa ofreció actividades donde rebajar las calorías ingeridas. Un habitual de cada edición de La Blanca, el Meneíto Veterano, se celebró bajo un sol de justicia en la Plaza de la Provincia, organizado por Nekazariak. Un total de 16 parejas compitieron por ser las que mejor movían las caderas. Ya por la tarde, Hegotarrak invadió de música la plaza Green Capital son su karaoke solidario en favor de Arabarnee.