¿Qué supone para usted el Premio +Legado que le concede DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA?

–Cuando me llamaron me quedé un poco... Es un orgullo que se acuerden de ti. Es un año de despedidas y, sobre todo, de homenajes. Que un medio de comunicación tan importante como DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA me haga ese reconocimiento me llena de orgullo, la verdad.

Se reconoce con este premio su trayectoria como Celedón entre 2021 y 2023, que es un papel que va mucho más allá de la Bajada.

–Lo del día 4 de agosto es lo que se ve y han sido veintiuna Bajadas, pero, y vosotros lo sabéis mejor que nadie, también tiene un trabajo a lo largo de todo el año. Te llaman de muchos sitios, sobre todo cuando ya eres alguien conocido y tienes detrás una trayectoria de muchos años, y al final acabas entrando en casa de todo el mundo. Cuando hablas con la gente, aunque no la conozcas te acaban tratando como uno más porque parece casi que eres de la familia de tantas veces que te han visto y eso es una gozada. El trabajo físico es el día 4 de agosto, pero a lo largo del año tienes un montón de actos y ante la gente hay que dar la cara todos los días por la imagen que representas.

“Que un medio tan importante en Álava como DNA me haga ese reconocimiento me llena de orgullo”

Ahora que han pasado unos meses y le ha dado ya tiempo a asimilar todo. ¿Cómo fue la última Bajada?

–La disfruté sabiendo que era la última, recuperando a gente que llevaba años que no había podido salir conmigo y fue un tema personal que volviesen a venir. Y lo disfrutamos todos. Todavía no me ha dado tiempo a valorar todo lo que ha sido porque aún no he descansado. Han venido después un montón de actos, eventos, reconocimientos... Al final, esto lo comenzaré a valorar a partir del año que viene. Seguramente, el día 4 tendré ese gusanillo interior que diga jo, no me toca, pero también con ganas de descansar en ese aspecto. Aunque es difícil. Vas por la calle la gente te conoce y muchos me dicen que siga más años, pero ya es el momento de dejar paso a la siguiente persona, que seguro que lo va a hacer bien.

¿Qué queda atrás después de 22 años?

–Una vida. No estaba ni casado, no tenía hijos, era joven... Me llevo la experiencia, el haber conocido a mucha gente gracias al personaje y mi evolución como persona. El personaje me ha ayudado mucho para ser más comedido y reposado, aunque a veces me da un ramalazo como nos pasa a todos. Me llevo a mucha gente en el corazón y te das cuenta de lo importante que es Celedón.

“Me llevo la experiencia, el haber conocido a mucha gente gracias a Celedón y mi evolución como persona”

¿Qué ha sido lo mejor de esta etapa?

–La gente que me llevo y la experiencia en la plaza, el poder sentirte como una estrella de rock en ese momento.

¿Y lo peor?

–Tienes que estar a la altura del personaje y pierdes la privacidad porque alguien te conoce estés donde estés. No poder pasar desapercibido es difícil de llevar porque te reconocen y ves esas miradas aunque no te digan nada. Es muy bonito que te paren y te reconozcan por la calle, pero en ciertos momentos quieres estar tranquilo y no puedes.

Si volviese a 2001... ¿diría que sí o que no?

–Sí, sí, sí.. Pero vamos, seguro además. Ha habido años no tan buenos, otros muy buenos... Como la vida, que tienes épocas mejores y otras peores. Pero me ha enriquecido mucho.

“A partir del año que viene seré el Celedón emérito porque, al final, hay gente que me asociará al personaje toda la vida”

El personaje le ha cambiado a usted, pero también usted se va habiendo imprimido en Celedón su propio carácter alegre, abierto y cercano.

–Es una gran responsabilidad el personaje. A quien venga detrás, si me pide consejo, le diré que haga siempre lo que quiere que hagan con él. Cuando uno es padre se da cuenta que para ellos es muy importante y no cuesta nada pararte y hablar. Y luego, tienes que medir mucho lo que dices. Todos somos como somos, pero cuando estás representando a todos los alaveses representas a todos y, por ejemplo, políticamente, ahora que estamos en tiempo de extremos, Celedón tiene que ser un punto de unión para todos.

La siguiente persona que encarne a Celedón no va a estar veinte años...

–Es un tema que ha decidido la Comisión de Blusas y Neskas. Creo que cinco años es un periodo corto en ese aspecto. El primer año, el que viene, seguramente la sombra de Iñaki Landa y la mía será muy larga y nos querréis juntar a los tres como me pasó a mí en 2001 y se va a quedar un poco eclipsado, además de que se le va a pasar volando. El segundo ya estará esa persona sola haciendo lo que es; tercero y cuarto los va a disfrutar; pero el quinto ya es el último y cuando se quiera dar cuenta ya ha pasado. Si se me ha pasado a mí rápido y han sido 22 años...

Usted deja un legado importante como Celedón y se lleva el cariño de todos los vitorianos y alaveses.

–Iñaki Landa había dejado el listón muy alto. Y hoy por hoy, aún vas con él y se le reconoce su labor. Mi máxima preocupación era estar a la altura y creo que no lo he hecho mal. Las muestras de cariño de la gente son claras, aunque no le puedes caer a todo el mundo bien o a veces has fallado o no te conocen.

¿Cómo va a ser el 4 de agosto?

–Será diferente, disfrutando como un gasteiztarra más. Lo que me voy a quitar son los nervios previos, del 2, del 3, sobre todo del día 4 por lo que viene después. Quitarte esa presión será una gozada, pero morriña va a haber. Y mi familia descansará. Luego seré un blusa más. Seré el Celedón emérito porque al final hay gente que te va a asociar de por vida.