El sector alimentario es muy importante para la economía de CAPV y Navarra. Sin ir más lejos, en País Vasco, representa el 10,7% del PIB, mientras que en Navarra aporta el 5%, y hasta el 14% del PIB industrial. Además, este sector genera una gran cantidad de empleos, ocupando al 15,2% de la población trabajadora en CAPV y al 9% en Navarra. Estos empleos se distribuyen a lo largo de una cadena de valor que va desde la agricultura hasta la industria de transformación de alimentos. Gracias a la incorporación de nuevas tecnologías y la innovación, las empresas vascas y navarras están creando más empleos de calidad, a la vez que desarrollan formas más eficientes y sostenibles de producir alimentos.
El sector alimentario representa el 10,7% del PIB vasco, mientras que en Navarra aporta el 5%, y hasta el 14% del PIB industrial
La diversificación de actividades dentro del sector ha permitido a estas comunidades no solo preservar empleos tradicionales, sino también generar nuevas oportunidades laborales en áreas emergentes. Navarra, con una fuerte presencia agroalimentaria en la Ribera y el Valle del Ebro, ha visto un impulso en el empleo gracias a la adopción de tecnologías innovadoras en la producción de alimentos, tanto por parte de grandes multinacionales como de pequeñas startups locales. El Gobierno Vasco, por su parte, ha impulsado un plan estratégico con una inversión de más de 1.165 millones de euros hasta este año, destinado a proyectos de investigación y desarrollo que fomenten tanto la creación de empleo como la modernización del sector, incluyendo ayudas financieras para proyectos empresariales individuales.
En ambas comunidades, la innovación se ha convertido en el principal motor de crecimiento. Desde la agricultura 4.0 hasta la digitalización de procesos en la industria alimentaria, la integración de nuevas tecnologías ha mejorado la eficiencia y ha permitido al sector adaptarse a las demandas del mercado global, cada vez más exigente. En este sentido, la nutrición personalizada y el desarrollo de nuevas fuentes alternativas de proteínas, como los alimentos basados en plantas o insectos, son solo algunos ejemplos de las innovaciones que están transformando la manera en que se producen y consumen los alimentos. Estas tecnologías no solo han abierto nuevas oportunidades de negocio, sino que también han creado empleos altamente cualificados, contribuyendo al desarrollo sostenible del sector.
En ambas comunidades, la innovación se ha convertido en el principal motor de crecimiento
Sostenibilidad y economía circular
La sostenibilidad es una prioridad tanto para ambas comunidades, donde se están implementando políticas que fomentan un modelo de economía circular. El Gobierno vasco ha destinado 30 millones de euros a proyectos de innovación en la cadena de valor alimentaria, con un enfoque en la digitalización y la producción sostenible. Estas iniciativas buscan no solo optimizar el uso de los recursos, sino también reducir el desperdicio alimentario y fomentar la producción local. Navarra, por su parte, ha aprovechado los fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia de la Unión Europea para impulsar proyectos en energías renovables y eficiencia hídrica, garantizando la sostenibilidad del sector a largo plazo. Ambas comunidades están comprometidas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030 de la ONU, lo que refuerza la importancia de mantener un equilibrio entre el crecimiento económico y la responsabilidad medioambiental.
No obstante, el sector también enfrenta desafíos importantes, como la competencia global, la presión sobre los precios de las materias primas y el estancamiento demográfico en ambas comunidades, lo que obliga a las empresas a buscar constantemente nuevas oportunidades de mercado y diversificar sus productos. Para superar estos retos, la colaboración entre empresas, centros de investigación y gobiernos será clave. La capacidad de innovar no solo en productos, sino en toda la cadena de valor —desde la producción hasta la distribución— será esencial para mantener la competitividad y garantizar el crecimiento del sector a largo plazo.
El sector también enfrenta desafíos importantes, como la competencia global, la presión sobre los precios de las materias primas y el estancamiento demográfico en ambas comunidades.
Y es que el sector alimentario se encuentra en una fase de transformación, marcada por la integración de nuevas tecnologías, la sostenibilidad y la generación de empleo. La inversión en investigación y desarrollo, junto con la ayuda de las instituciones alineada con los retos globales, ha permitido a ambas comunidades posicionarse como referentes en la industria alimentaria europea.
Claves del sector alimentario
- Contribución económica: el sector alimentario representa el 10,7% del PIB en CAPV y el 5% en Navarra, llegando al 14% del PIB industrial en esta última.
- Generación de empleo: el 15,2% de la población vasca trabaja en este sector, mientras que en Navarra el 9%.
- Innovación tecnológica: se están adoptando tecnologías avanzadas como la agricultura 4.0, la digitalización y foodtech para optimizar la producción y mejorar la seguridad alimentaria.
- Inversión en I+D: el Gobierno Vasco tiene un plan estratégico con una inversión de más de 1.165 millones de euros en proyectos de innovación hasta este año, impulsando la investigación y creación de empleo.
- Sostenibilidad: ambas comunidades apuestan por modelos de economía circular, reduciendo el desperdicio alimentario y mejorando la eficiencia en el uso de recursos. Ambas están alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.