Pónganos en contexto, ¿cuáles son los principales retos actuales del sector agroalimentario?

El principal reto del sector alimentario está orientado a dar respuesta a una escasez de recursos para una población mundial creciente que se prevé que alcance los 9000 millones de personas en 2050. El crecimiento de la población mundial unido al incremento del poder adquisitivo en nuevas economías y en segmentos poblacionales específicos, además de la escasez de los recursos tradicionales o actuales, podrá dar lugar a mayores desigualdades sociales. Por otro lado, la crisis climática impactará en la disponibilidad de dichos recursos pudiendo conllevar al agotamiento y competencia por los recursos, induciendo un encarecimiento de las materias primas y de los alimentos derivados.

Desde BRTA, ¿qué caminos creen que hay que tomar para atajar los desafíos del sector?

Atendiendo a estos desafíos se requiere, entre otros, optimizar el uso de los recursos actuales, mejorando la eficiencia o el rendimiento del empleo de las materias primas, desde el origen de la materia prima hasta el consumidor, de tal forma que se produzca un menor desperdicio a lo largo de toda la cadena alimentaria. Con esta optimización y con la valorización de aquellas fracciones no utilizadas de estas materias primas y de sus alimentos derivados, se podrá reducir en parte la tensión sobre las fuentes de actuales de alimentos. Sin embargo, no será suficiente para compensar el crecimiento mundial de la población y la reducción de recursos actuales; por tanto, se requerirán nuevas formas de producir ingredientes y alimentos así como garantizar que estos productos sean seguros, saludables y sostenibles.

"Se requieren nuevas formas de porducir alimentos y garantizar que estos productos sean seguros, saludables y sostenibles"

¿Qué papeles juegan empresas y consumidores a la hora de transformar el modelo del sector? ¿Pueden los ciudadanos contribuir cambiando sus hábitos alimenticios?

Con el fin de garantizar una alimentación saludable y sostenible, toda la cadena alimentaria debe estar implicada, no solo las empresas de la cadena propiamente dicha sino que también el consumidor, otras empresas y entidades que interaccionan con dicha cadena. Atendiendo a que una parte importante del desperdicio alimentario se produce en el hogar, es muy relevante la concienciación y compromiso de cada persona para contribuir a la sostenibilidad de la cadena alimentaria, y por tanto, las personas desde los diferentes roles que juegan, deben adaptar o cambiar sus hábitos para hacer una sociedad saludable y sostenible.

A nivel social, ¿qué tendencias alimentarias están calando entre los consumidores? ¿Son tendencias saludables?

El consumo responsable y ético se ha convertido en parte del estilo de vida, imagen y realización personal de muchas personas. Esto se traduce en una mayor demanda de productos de cercanía, menos procesados, con menor huella ambiental y, especialmente, en la búsqueda de nuevas alternativas a la proteína animal. El cuidado de la salud y el bienestar físico y mental asoma también como uno de los motores más potentes que influyen en los comportamientos diarios de los consumidores, con un enfoque más proactivo y preventivo, ligado al anhelo de vivir más y mejor. Es claro el avance hacia la nutrición personalizada que sin duda está siendo apoyado por el rapidísimo avance de la ciencia y tecnología.

¿Qué proyectos en materia de innovación tecnológica alimentaria están desarrollando a día de hoy en BRTA?

En BRTA (Basque Research and Technology Alliance) se acaba de definir una agenda estratégica de I+D en el ámbito de la Alimentación Saludable, agenda que ha sido establecida con la participación de ocho centros de BRTA. En esta agenda se han identificado tres grandes retos tecnológicos entorno a la alimentación saludable: Ingredientes y alimentos seguros; Ingredientes y alimentos con propiedades nutricionales y saludables y Nutrición personalizada para un envejecimiento activo.

Recientemente AZTI participó de la organización del foro internacional Food 4 Future en el BEC, una cita de referencia en el sector de la innovación tecnológica en el sector de la alimentación. ¿Qué novedades destacaría de entre los avances que se han presentado este año en el evento?

Se han conocido las últimas tendencias, soluciones y tecnologías para innovar en toda la cadena de valor de la alimentación, gracias a la participación de profesionales y personas expertas internacionales en el ámbito de la ciencia, la tecnología y la industria (startups y empresas consolidadas). Las novedades y avances que se han presentado en Food4Future han abarcado los grandes retos de la cadena de alimentación: la sostenibilidad, la alimentación saludable y la transformación 4.0 o digitalización de la cadena.

¿Cómo cree que habrá cambiado la industria alimentaria en quince años?

La industria alimentaria, y en general toda las empresas de la cadena alimentaria, estarán digitalizadas y se podrá disponer, en tiempo real, de una trazabilidad digital que garantice la seguridad, confianza y la sostenibilidad de los alimentos, de operaciones más eficientes que integren a todo el negocio de la empresa, de una mayor adecuación a las necesidades cambiantes del mercado o de sus clientes. Esta transición digital llevada a cabo por parte de la cadena será también un apoyo para garantizar una alimentación sostenible y saludable que dé respuesta a las necesidades generales y particulares de las personas consumidoras, las cuales tendrán una mayor esperanza de vida.