Andoni Fuentes y su mujer Saioa han hecho realidad su sueño con trabajo, ilusión y el apoyo de su familia: el centro ecuestre Alda, un homenaje a su pasión por los caballos y a sus hijas, Alba y Danae.
“Esto lo he construido sin perder la magia de montar a caballo”, dice Andoni, agradecido también a la Fundación Gaztenpresa de LABORAL KUTXA, que confió en su proyecto desde el inicio.
En imágenes: Pasión ecuestre
Markel Fernández
Andoni Fuentes y su mujer Saioa han hecho realidad su sueño con trabajo, ilusión y el apoyo de su familia: el centro ecuestre Alda, un homenaje a su pasión por los caballos y a sus hijas, Alba y Danae.
“Esto lo he construido sin perder la magia de montar a caballo”, dice Andoni, agradecido también a la Fundación Gaztenpresa de LABORAL KUTXA, que confió en su proyecto desde el inicio.
En imágenes: Pasión ecuestre
Markel Fernández
Andoni Fuentes y su mujer Saioa han hecho realidad su sueño con trabajo, ilusión y el apoyo de su familia: el centro ecuestre Alda, un homenaje a su pasión por los caballos y a sus hijas, Alba y Danae.
“Esto lo he construido sin perder la magia de montar a caballo”, dice Andoni, agradecido también a la Fundación Gaztenpresa de LABORAL KUTXA, que confió en su proyecto desde el inicio.
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Markel Fernández
Andoni Fuentes y su mujer Saioa han hecho realidad su sueño con trabajo, ilusión y el apoyo de su familia: el centro ecuestre Alda, un homenaje a su pasión por los caballos y a sus hijas, Alba y Danae.
“Esto lo he construido sin perder la magia de montar a caballo”, dice Andoni, agradecido también a la Fundación Gaztenpresa de LABORAL KUTXA, que confió en su proyecto desde el inicio.
En imágenes: Pasión ecuestre
Markel Fernández
Andoni Fuentes y su mujer Saioa han hecho realidad su sueño con trabajo, ilusión y el apoyo de su familia: el centro ecuestre Alda, un homenaje a su pasión por los caballos y a sus hijas, Alba y Danae.
“Esto lo he construido sin perder la magia de montar a caballo”, dice Andoni, agradecido también a la Fundación Gaztenpresa de LABORAL KUTXA, que confió en su proyecto desde el inicio.
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Markel Fernández
Andoni Fuentes y su mujer Saioa han hecho realidad su sueño con trabajo, ilusión y el apoyo de su familia: el centro ecuestre Alda, un homenaje a su pasión por los caballos y a sus hijas, Alba y Danae.
“Esto lo he construido sin perder la magia de montar a caballo”, dice Andoni, agradecido también a la Fundación Gaztenpresa de LABORAL KUTXA, que confió en su proyecto desde el inicio.
En imágenes: Pasión ecuestre
Markel Fernández
Andoni Fuentes y su mujer Saioa han hecho realidad su sueño con trabajo, ilusión y el apoyo de su familia: el centro ecuestre Alda, un homenaje a su pasión por los caballos y a sus hijas, Alba y Danae.
“Esto lo he construido sin perder la magia de montar a caballo”, dice Andoni, agradecido también a la Fundación Gaztenpresa de LABORAL KUTXA, que confió en su proyecto desde el inicio.
Andoni Fuentes y su mujer Saioa han hecho realidad su sueño con trabajo, ilusión y el apoyo de su familia: el centro ecuestre Alda, un homenaje a su pasión por los caballos y a sus hijas, Alba y Danae.
“Esto lo he construido sin perder la magia de montar a caballo”, dice Andoni, agradecido también a la Fundación Gaztenpresa de LABORAL KUTXA, que confió en su proyecto desde el inicio.