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Ocho de cada diez desahucios en Euskadi son por impago del alquiler

La cifra de desalojos se duplica en el primer trimestre del año, cuando se han registrado 257

Ocho de cada diez desahucios en Euskadi son por impago del alquilerIban Aguinaga

El número de desahucios se ha duplicado en Euskadi en el último año, un dato que refleja las dificultades de muchos hogares para hacer frente al pago de unos alquileres que no dan tregua y es que, ocho de cada diez lanzamientos –su nombre jurídico– se deben al incumplimiento de la Ley de Arrendamientos Urbanos (es decir, a inmuebles en alquiler). El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha dado a conocer este lunes la estadística del primer trimestre del año, cuando contabilizó 257 desahucios frente a los 125 que se dieron en el mismo periodo del año anterior.

De ellos, 213 fueron como consecuencia del impago del alquiler –un 91,9% más que en 2024–, mientras que 35 se derivaron de ejecuciones hipotecarias –un 218,2% más–. Los nueve restantes obedecieron a otras causas. Este incremento, después de dos años en los que los desalojos habían tocado suelo, va en consonancia con una crisis de vivienda que cada día se agrava más y que tiene sus diferencias con la vivida hace 15 años, cuando estalló la burbuja inmobiliaria. Entonces, los desahucios se cebaron con los dueños de las viviendas que no podían hacer frente a la hipoteca, ahora con quienes están pagando un alquiler.

Los precios en Euskadi no han parado de escalar en los últimos meses y, actualmente, los alquileres rondan los 11 euros/m2, unos 880 euros por un piso de 80 m2. Eso la media de la comunidad, porque en las capitales lo habitual es que supere los 1.000 euros. El año pasado subieron casi un 8%. Los pisos en venta tampoco escapan de esta escalada. Según el INE, entre enero y marzo, se encarecieron un 12,4%, encadenando cinco trimestres de subidas ininterrumpidas. Las nuevas promociones son las que encabezan este auge, con un encarecimiento del 14,4% frente al 12,1% de las de segunda mano, que concentran casi el 90% de las compraventas.

La diferencia está en que, hoy en día, los bancos son mucho más rigurosos a la hora de conceder un crédito hipotecario que en plena burbuja inmobiliaria, cuando por ejemplo se financiaba la totalidad del inmueble. En la crisis de los desahucios que vino después, la mayoría de las viviendas había sido adquirida durante esa época, entre 1997-2007. Las estadísticas oficiales no empezaron a publicarse hasta 2013, pero recuentos independientes establecieron que, en el primer trimestre de 2012, se produjeron una media de 517 desahucios diarios en todo el Estado español. Este 2025, la media ha sido de 81, hasta llegar a los 7.334 desalojos, la mayoría de ellos también por impago del alquiler. Hasta un 77% de los lanzamientos ha sido por este motivo, la cifra más alta registrada hasta ahora.

Entre 2013 y 2022, en Euskadi, la cifra de desahucios en el primer trimestre superó siempre los 200 y hasta los 300. El pico en aquella época se dio en 2018, con 353 lanzamientos. Asimismo, datos extraoficiales muestran que en 2011 se registraron un total de 567 y, en 2012, 572. Sin embargo, los números comenzaron a descender a partir de 2019 y tocaron suelo entre 2023 y 2024. Al mismo tiempo, una vez pasada la crisis derivada de la burbuja inmobiliaria, los desalojos por impago del alquiler comenzaron a tener más peso en la estadística, hasta que en 2023 alcanzaron su pico. Desde entonces, el porcentaje de desahucios por esta causa supera el 80% en Euskadi, la cuestión es que este año la cifra se ha duplicado respecto a los dos años anteriores.

El mercado del alquiler va ganando peso en Euskadi y ha experimentado un crecimiento interanual medio del 10%. Esto ha ocurrido a medida que la vivienda en propiedad se ha ido convirtiendo en un lujo al alcance de unos pocos. De hecho, la diferencia en estos momentos la están marcando las donaciones de padres a hijos y las herencias. Ambas cuestiones se están aupando como los grandes indicadores de la desigualdad en el acceso a este bien. Precisamente, la venta de viviendas sufrió una grave crisis a partir de 2022 a consecuencia de la subida del euríbor, una situación que se está revirtiendo ahora, cuando las operaciones están subiendo de forma llamativa. En marzo, por ejemplo, crecieron un 65% y muchas de estas compraventas se hacen precisamente gracias a la ayuda de herencias y donaciones.