La empresa familiar sigue siendo parte esencial del desarrollo de la economía europea, pese a que la entrada de fondos de inversión, grandes multinacionales y actores financieros globales es cada vez más frecuente. Y, en ese esquema empresarial, Euskadi también dispone de un espectro muy activo. El lehendakari, Imanol Pradales, subrayó hoy que casi el 90 % del tejido económico vasco está compuesto por empresas familiares, a las que animó “a crecer y expandirse internacionalmente”, puesto que, además, desarrollan un papel fundamental para “para el crecimiento y el éxito colectivo” de Euskadi.
Pradales recibió hoy a una delegación internacional de 50 líderes de empresas familiares miembros de la Family Business Network (FBN), con motivo de la celebración en Bilbao del foro anual de la asociación Large Families. El encuentro en el Guggenheim sirvió para acercar a empresas familiares de todo el mundo a Euskadi, establecer vínculos entre familias empresarias y el ecosistema local, y posicionar Euskadi como territorio estratégico empresarial e innovador. La FBN es la mayor red mundial de empresas familiares multigeneracionales, con más de 5.000 familias miembros en 65 países.
Los datos de Aefame, la Asociación de la Empresa Familiar de Euskadi, recogen la contribución de este sector a la economía vasca. Se calcula que las 80 empresas que componen la asociación, entre las que se incluyen las principales empresas familiares y familias empresarias de los tres territorios, representan una facturación agregada superior a los 15.000 millones de euros, con un volumen total de empleo de casi 150.000 personas en la CAV. Aefame, que celebra este miércoles su asamblea anual en Chillida Leku, fue creada hace una década y entre sus objetivos está el de contribuir al arraigo empresarial y laboral en Euskadi. Además de Pradales, al acto asistieron, entre otros, el consejero de Industria, Mikel Jauregi; el presidente del Family Business Network, Alfonso Líbano, y el director de FBN, Alexis du Roy de Blicquy, además del presidente y el director de Aefame, José Miguel Lanzagorta y Gaizka Zulaika, respectivamente.
El desarrollo e internacionalización de la empresa familiar varía por sectores, puesto que se trata de un conglomerado heterogéneo, con distintos ritmos de crecimiento. Por ello, el lehendakari defendió la necesidad de “compartir experiencias y aprender unos de otros, porque es vital para nuestro crecimiento y éxito colectivo”. En este sentido, tras destacar que Euskadi basa su prosperidad en “una economía moderna y competitiva”, hizo un llamamiento a la colaboración para ayudar a otras empresas familiares “a crecer, estabilizarse y expandirse internacionalmente”. En este sentido, se mostró convencido de que, tras hacerlo, “descubrirán un país atractivo que ofrece estabilidad y seguridad; excelente infraestructura; instituciones cercanas y colaborativas y un ecosistema industrial que fomenta la innovación”.
En este contexto, Pradales compartió las bases de la estrategia Euskadi Globala para “reforzar” la presencia internacional y seguir “construyendo alianzas que nos permitan seguir creciendo” ya que, tal y como recordó, “Euskadi es un país pequeño pero dinámico y emprendedor, con un fuerte espíritu empresarial” y, añadió, también es “un país industrial, manufacturero, exportador y altamente innovador, reconocido como tal por la Unión Europea”.
Según destacaron los organizadores, el objetivo del foro anual de Large Families pasa por estrechar lazos entre Euskadi y la comunidad global de empresas familiares, “posicionando a Euskadi como un territorio estratégico de innovación, sostenibilidad y excelencia empresarial”.
Aefame forma parte del Instituto de Empresa Familiar, que cobija los intereses del sector en todo el Estado. Según sus datos, la empresa familiar en Euskadi representa el 84,4% del tejido productivo total, el 61,7% del empleo privado y el 42,6% del Valor Agregado Bruto.
Un estudio de 2021 del Foro Familiar de las Cámaras Vascas, en colaboración con la UPV-EHU, refleja que “el tamaño de la empresa familiar de la CAV es menor que el de la empresa familiar europea”, con “una alta concentración de la propiedad”. No obstante, “el 45% de las empresas familiares vascas dispone de un Consejo de Administración, frente al 38% de la empresa familiar europea”. Asimismo, y pese a que la familia empresaria vasca tiene “una mayor identidad con la empresa, visión de continuidad e intención de control” que las familias empresarias europeas, “muchas de ellas no han planificado ninguna actuación sobre la sucesión”.
Por ello, entre sus retos figuran los de “conservar el carácter familiar del negocio y preservar su legado, al mismo tiempo que “se articulan instrumentos y canales que permitan conciliar y separar los intereses empresariales y familiares”. En el plano empresarial, “las prioridades se centran en la atracción y retención de talento, así como en abordar los procesos de digitalización y transformación tecnológica que permitan mantener la competitividad y sostenibilidad empresarial en un entorno económico y mercado en constante evolución”. Asimismo, y como todo el espectro económico, la transformación digital y sostenibles son también dos de los desafíos que deberán afrontar a corto plazo.