La incertidumbre en torno a la operación de Talgo está generando inquietud, sobre todo entre la plantilla. Es por ello que el Gobierno vasco ha tratado de mandar este jueves un mensaje de tranquilidad. Durante la presentación del plan de ayudas a la descarbonización industrial (Deskarboniza), el consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad, Mikel Jauregi, confió en que la compra se cierre definitivamente en junio con el cambio de accionistas. Según explicó, el consorcio vasco encabezado por Sidenor está en estos momentos en negociaciones con las entidades bancarias en busca de la financiación que necesita el fabricante de trenes para llevar a cabo su necesario plan industrial.
Jauregi reconoció que la operación está tardando más de lo que esperaban en un principio por la multa "multimillonaria" de Renfe. "Nos ha llevado más tiempo de lo que pensábamos entender las condiciones de la multa de 116 millones, pero hemos tenidos dos semanas muy intensas, muchas reuniones en Madrid y eso ya se ha despejado", explicó. "Ahora estamos en una situación donde podemos sentarnos y hablar ya en condiciones con los bancos sobre la situación de la empresa para que ellos entiendan cómo pueden darnos las líneas de crédito", ahondó.
El consejero de Industria cree que estas negociaciones se extenderán hasta finales de mayo y que ya en junio tendrá lugar el cierre de la operación, es decir, el traspaso de las acciones de Trilantic al consorcio vasco. Todo parece indicar, por tanto, que la compra está entrando en la fase final. "Va por buen camino", señaló Jauregi. "La hoja de ruta era acordar un principio de acuerdo con el accionista –algo que ocurrió en febrero–, después conocer las condiciones de la multa multimillonaria de Renfe y esto nos ha llevado más tiempo de lo que pensábamos. Ahora estamos en la fase de acordar con los bancos la financiación que Talgo necesita para su futuro", resumió Jauregi.
El grupo vasco encabezado por Sidenor, en el que también está el Gobierno vasco y las fundaciones BBK y Vital, alcanzó un principio de acuerdo para hacerse con el 29,76% de las acciones de Trilantic hace casi tres meses. Entonces, el lehendakari, Imanol Pradales, calculó que la operación se cerraría en tres semanas. Sin embargo, desde aquel pasado 14 de febrero sigue sin concretarse nada y esto genera inquietud, sobre todo entre la plantilla, que lleva meses alertando de la necesidad de un plan industrial urgente que resuelva los problemas de capacidad de producción que enfrenta el fabricante de trenes. Pero la multa, impuesta por Renfe el pasado diciembre debido a los retrasos en la entrega de 30 trenes de alta velocidad, pesa mucho y, de hecho, llevó a Talgo a perder el año pasado 107,9 millones de euros.
También ha sido la causa de que la previsión inicial de tres semanas termine alargándose finalmente casi cuatro meses. Eso si se cumplen los pronósticos de Jauregi, el único que ha hablado en este tiempo de la operación, frente al silencio de José Antonio Jainaga, presidente de Sidenor.