El Bundesbank, el banco central de Alemania, prevé que la economía del país entre en recesión técnica en el primer trimestre de 2024, aunque descarta una caída persistente y generalizada del Producto Interior Bruto (PIB) a lo largo del tiempo.

En su boletín mensual de febrero, los economistas del Bundesbank han asegurado que la economía alemana podría volver a disminuir ligeramente en el primer trimestre de 2024, tras la contracción del 0,3 % entre octubre y diciembre de 2023, debido al debilitamiento de las exportaciones industriales y a la prudencia de los consumidores.

A esto se suma la incertidumbre alrededor de la política climática, la posible limitación de la inversión nacional por el aumento de los costes de financiación y una menor producción por el impacto de las huelgas.

Todo después de que en el cuarto trimestre del año la economía alemana también se viera afectada por la limitación de la construcción y una tasa de enfermedad más elevada de lo normal.

No prevén que la recesión se dilate en el tiempo

No obstante, el banco central no prevé una recesión continuada en el tiempo debido, entre otros, a que los ingresos y, en consecuencia, el consumo de los hogares mejorará en el futuro por la estabilidad del mercado laboral, el aumento de los salarios y la disminución de la inflación.

En este sentido, los economistas del Bundesbank han considerado muy probable que la tasa de inflación continúe bajando en los próximos meses, aunque con fuertes fluctuaciones a nivel interanual por los efectos de la energía y el transporte público local.

Este descenso estará propiciado por la bajada de los precios de los alimentos y los bienes industriales, mientras que los servicios descenderán de forma mucho más lenta debido al fuerte crecimiento de los salarios.

El mercado laboral no se verá afectado

Con respecto al empleo, el Bundesbank no prevé que la debilidad económica vaya a provocar un empeoramiento significativo del mercado laboral, al tiempo que considera que continuarán los fuertes aumentos salariales para 2024 y 2025 debido a las altas reivindicaciones de los sindicatos.

Por último, el déficit continuará reduciéndose en 2024, aunque el Gobierno tendrá que hacer ajustes en 2025 y adoptar decisiones difíciles, como establecer nuevas prioridades en materia de gastos o ajustes de ingresos.

En este sentido, el Bundesbank ha pedido a las autoridades europeas que controlen que todos los Estados aplican las nuevas reglas de gasto para que no se afiancen los actuales ratios de endeudamiento.