El Puerto de Bilbao, uno de los motores económicos más importantes de la región y un enclave estratégico en el corredor Atlántico, se encuentra en pleno proceso de transformación. Bajo la dirección de Carlos Alzaga, la Autoridad Portuaria ha establecido un ambicioso Plan de Transición Energética que no solo lo convierte en un referente medioambiental en el conjunto del estado, sino que también generará un impacto positivo en su competitividad y sostenibilidad a largo plazo.
El Puerto de Bilbao es un puerto multipropósito, capaz de recibir buques de cualquier tipo y tamaño sin restricciones de calado. Es un nexo vital para el comercio entre América y el Norte de Europa pero no es solo un lugar de transferencia de mercancías, sino que también cuenta con instalaciones para la transformación y construcción de elementos de grandes dimensiones muy complicados de transportar por carretera o aire, como palas de aerogeneradores, motores, hélices...
El objetivo portuario pasa por seguir evolucionando y ofrecer nuevas superficies para proyectos estratégicos. Sus rápidos accesos por carretera y ferrocarril lo conectan a 900 puertos en todo el mundo, y cuenta con una red de puertos secos para una mayor eficiencia en la cadena logística.
El Puerto de Bilbao ha conseguido reducir un 66% las emisiones de CO2 entre 2017 y 2020.
Ejes del Plan Estratégico 2023-2026
Para continuar siendo un agente clave en el transporte y en la economía siguiendo la imperante ruta de la sostenibilidad, el Puerto ha elaborado un nuevo plan de Transición Energética (2023-2026) que se apoya en varios pilares estratégicos.
En primer lugar, el puerto de Bilbao busca ser un referente medioambiental y liderar la transición hacia prácticas más sostenibles, entendiendo la sostenibilidad como un factor clave para poder ser competitivo.
Otro de los caminos a seguir es la especialización inteligente y la creación de valor. La mirada está puesta en convertirse en el referente de tráfico del Atlántico mientras se capturan nuevas oportunidades de crecimiento y se maximiza la generación de valor para la región. Asimismo, el puerto trabajará para ofrecer más servicios e infraestructuras diferenciales, apostando por la digitalización y la mejora de las instalaciones actuales.
Por otra parte, no hay empresa sólida que no cuide de sus trabajadores. En el plan estratégico del puerto bilbaino se constata la necesidad de garantizar la transferencia de conocimiento y la atracción de nuevo talento.
Por último, aunque el Puerto de Bilbao se sostiene con fondos propios y se enfoca en mantener una salud financiera robusta, otro de los pilares del plan es mantener esta sostenibilidad económico-financiera
El puerto trabajará para ofrecer más servicios e infraestructuras diferenciales, apostando por la digitalización
Proyectos de eficiencia energética
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la OMS se han convertido en la guía a seguir tanto para países, administraciones, instituciones como empresas. En consonancia con al menos seis de estos ODS, el Puerto de Bilbao muestra su compromiso con la sostenibilidad, y más de 27 de sus proyectos son iniciativas de eficiencia y transición energética.
De entre ellos, puede destacarse que en 2019 se convirtió en el primer puerto del mundo en obtener la certificación EMAS, o que el puerto ha implementado iluminación LED y ha firmado contratos para el suministro de energía 100% renovable. Además ha conseguido reducir un 66% las emisiones de CO2 entre 2017 y 2020 y ha invertido en una flota de vehículos 100% eléctricos.
El plan estratégico para la descarbonización del puerto tiene como objetivo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 55% para 2030 y un 100% para 2050.
Para lograrlo, su apuesta se dirige a la generación de energía renovable, principalmente a través de dos vías: la fotovoltaica, con placas instaladas en las cubiertas de las naves y de los diques; y la eólica, con aerogeneradores onshore (en tierra) y offshore (en la mar). La estimación de las inversiones en solar y fotovoltaica giran en torno a los 21 millones de euros y están en una fase más avanzada que las eólicas, en período de análisis y con un coste de 35 millones.
El Puerto de Bilbao está en camino de convertirse en un ejemplo de cómo la transición energética puede ir de la mano con el crecimiento económico y la creación de empleo sostenible, preservando el medio ambiente y el bienestar de la comunidad.