Un informe impulsado, entre otros, por el Círculo de Empresarios Vascos y la asociación de empresas familiares (Aefame) ve necesario llegar de forma "más efectiva" a pymes y empresas familiares para que se beneficien de las mejores prácticas para atraer talento profesional que ofrece en Euskadi la colaboración entre empresas, sistema educativo y administraciones públicas.

El estudio, titulado "Confluencia empresa-educación. Retos y buenas prácticas del ecosistema de colaboración en Euskadi" ha sido elaborado por Ernest & Young (EY) a instancias del Círculo de Empresarios Vascos, Aefame, la Fundación Artizarra, que aglutina a fondos de inversión con planes para empresas vascas y el foro empresarial Zedarriak.

Este trabajo de investigación, presentado esta semana en una jornada organizada por el Círculo de Empresarios Vascos en Bilbao, ha recabado información y experiencias aportadas por profesionales de compañías, instituciones educativas y administraciones de Euskadi de cara a mejorar esa conexión entre empresa y educación.

El estudio ha sido definido como "un ejercicio de análisis para pulsar qué están haciendo las compañías y presentar algunas de las mejores prácticas en materia de colaboración entre empresas, instituciones académicas y administraciones" de cara a presentar una batería de propuestas para "impulsar la confluencia entre la empresa y la academia".

En cuanto a pymes y empresa familiar, se trata, con estas propuestas, de que estos sectores empresariales "puedan establecer, al igual que la gran empresa y las que cuentan con mayores recursos, relaciones más eficientes que permitan una colaboración más ágil y efectiva con el sistema educativo".

Asimismo, con respecto al sector industrial, se observa que existe poca disparidad a la hora de aplicar las diferentes tipologías de colaboración y en el caso de las empresas familiares, una menor aplicación tanto de los convenios en prácticas como de la Formación Dual (FD) en relación con las prácticas profesionales.

Tras constatar que la práctica de los tipos de colaboración existentes entre ambos ámbitos "está menos extendida que en la empresa no familiar", el informe considera que esto puede ser debido a que, por lo general, "las empresas familiares participantes en el estudio son de un tamaño menor que las no familiares, y, por ello está casuística es notable en las pymes en comparación con las grandes empresas".

El informe concluye que las empresas familiares y las pymes tienen el reto, junto con el ecosistema educativo, de poder establecer relaciones más eficientes de cara a beneficiarse del talento, "pilar fundamental para construir un entorno competitivo y sostenible, que requiere el apoyo y el impulso de todos los agentes del ecosistema social".

"De hecho, --añade-- es clave que agentes como la empresa y la academia trabajen para lograr la confluencia de ambas corrientes y aprovechar todo el caudal de esfuerzo y conocimiento en un momento tan complejo como el actual".

En el caso de Euskadi, aboga por mayor flexibilidad en la formación, más implicación por la parte empresarial y por buscar talento en el exterior mediante campañas internacionales de imagen de Euskadi. Sin embargo, ve "necesario analizar con rigor qué estamos haciendo, cuáles son los grandes desafíos y cómo podemos aprovechar al máximo las oportunidades que tenemos por delante".

"Variables como la competitividad, la digitalización o la demografía marcarán nuestro futuro, pero también condicionan el presente, por lo que urge pensar que tenemos que hacer para avanzar más y mejor" prosigue.

En cuanto a las conclusiones por tipología de agentes, se han identificado buenas prácticas por parte de grandes empresas que  confieren un enfoque estratégico en este ámbito como apuesta a largo   plazo, con independencia de los resultados económicos coyunturales.

En este sentido, las empresas que llevan más tiempo desarrollando este tipo de prácticas obtienen mayores beneficios de la colaboración, a pesar de invertir más recursos, obteniendo ratios de incorporación mayores de talento joven que ha colaborado previamente con la empresa.

En cuanto a las pymes, sean familiares o no, su capacidad de destinar recursos es menor y por tanto su práctica es más reactiva.

En el ámbito internacional, se abre la oportunidad de captar talento para el ecosistema de Euskadi, para lo que es necesario definir   y ofertar una propuesta de valor competitiva: trabajando la imagen   de país en el extranjero, disponiendo de subvenciones para contratar   personal internacional y ofreciendo programas en formato de FD.

En cuanto a la formación continua, se está trabajando en la flexibilización de la regulación en relación con la certificación formativa por parte de las instituciones y se están adaptando los procesos y recursos para modularizar e hibridar la formación por parte de los centros educativos.

En cuanto a los tipos de colaboración, la universidad y la FP apuestan por el desarrollo de la Formación Dual y se han identificado colaboraciones más intensivas (mediante Aulas y Cátedras) por parte de empresas con mayores recursos, donde las pymes y las empresas familiares más pequeñas tienen menor capacidad de colaborar.   

MENOR FLEXIBILIDAD POR REFORMA LABORAL

La buena percepción de la mayoría de las empresas en relación con este tipo de colaboración becas y prácticas se debe, principalmente, a la flexibilidad que permiten. De hecho, reciben puntuaciones de 4,45 y 4,19 respectivamente, frente al 3,96 de la dual.

El informe percibe que, desde la empresa se vive como un reto lo relacionado con la Reforma Laboral RDL32/2021, que redujo de 2 a un año la duración máxima de los contratos en prácticas profesionales, lo que las empresas afirman haber vivido como "un recorte en flexibilidad a la hora de incorporar talento, ya que la capacidad de valorar el encaje al puesto del profesional se ve reducida".

En cuanto a la valoración por parte de las empresas y las universidades con respecto a si la legislación actual fomenta las colaboraciones entre las empresas y los centros educativos, ambos ecosistemas identifican "oportunidades de mejora".

En cuanto a la formación dual, tanto por parte de las empresas como de los centros universitarios se valora el grado de flexibilidad que dota la ley de muy diversa manera y se valora positivamente que exista una regulación que determine la práctica.

En cuanto a becas, las empresas perciben que "no hay una homogeneidad clara" sobre los aspectos legales y de gestión de estas colaboraciones, algo que debe ser objetivo del Estatuto del Becario.

Por otro lado, la digitalización y la transformación de los puestos de trabajo, unido al relevo generacional, implican ya "la necesidad de formar a los profesionales durante toda su vida laboral". Es aquí donde las empresas perciben la FP dual como mejor forma de conectar la empresa a los futuros profesionales y es el método al que recurren 6 de cada 10 empresas para colaborar con el mundo académico.

En cuanto a la flexibilización regulativa de la certificación formativa que piden, reconocen que las instituciones trabajan en ella, con el fin de facilitar que la oferta de los centros encaje con las necesidades de las empresas.

En su opinión, se mantiene en Euskadi una colaboración "muy directa" con el tejido empresarial y camina hacia una adaptación de la oferta formativa que, según sus estimaciones, permitirá una flexibilidad completa en 2026.

El informe concluye que la flexibilidad y agilidad mediante una gestión centralizada y eficiente de los procesos, así como conseguir una mayor difusión de su oferta de colaboración, son algunos de los grandes retos del ecosistema educativo.